SUEÑO Y SORPRESA

Todo mi mundo presente gira en el sueño.
Siento que mi vida es futuro, que mi porvenir
puede ser fascinante y sueño la llegada
de ese mundo maravilloso, Soñar es hermoso,
es un dulce estímulo para aproximarse
a las realidades que más se desean. Soñar
es intentar progresar en la vida, buscar ese horizonte
necesitado. Soñar es tener ilusión, abandonar
lo malo acontecido, querer alcanzar una meta,
buscar la consecución de lo que tanto anhelas.
Soñar, sí, soñar con lo positivo; sentir afán
de conquistar verdades en esta vida
llena de tragedias y problemas
que se deben evitar y rechazar mediante
el estímulo onírico. Hay que buscar la felicidad
y soñar es aproximarse a la vida dichosa
porque si no piensas en tu futuro, si no tienes
proyectos, si tus sentimientos no te conducen
a nada nuevo la vida es triste, aburrida,
no tiene sentido. Yo concibo así mi mundo
presente, durante muchos años he trabajado
y he disfrutado al mismo tiempo con mi universo
literario que ahora sueño y ansío culminar.
El sueño literario puede ser largo pero se recompensa
cuando estalla la sorpresa, cuando recibes
el reconocimiento, la valoración que tanto necesitas.
En la vida hay siempre un cajón de sorpresas
y si es literaria existe esa base de que se abra
y sientas la fortuna de que brote esta realidad.
Así es mi sueño presente, ese sueño
en el que busco la promesa del éxito, el estímulo
de ver realizados mis objetivos. Siento que mi vida
se encamina hacia horizontes interesantes
y quiero vivir más que nunca, siento ansias
por gozar siempre de buena salud
porque así podré conquistar mis ilusiones,
encontrar el paraíso de mis proyectos culminados,
esa infinita hermosura de disfrutar
con la verdad de mis sueños realizados.