sábado, 14 de marzo de 2020

CORÍN TELLADO

El homenaje que España le debe a una escritora extraordinaria.

María del Socorro Tellado, conocida como Corín Tellado (1927-2009), fue y yo creo que no me equivoco, la autora más fecunda de toda la Historia de la Literatura Universal. Publicó la monstruosidad de cinco mil títulos, algunos de los cuales fueron traducidos a 27 idiomas y llevados a cine, radio y televisión. Figura en el Libro Guinness de Récords 1994 como la autora más vendida en español con 400.000.000 de ejemplares de sus novelas, y ya en 1962 la UNESCO la había declarado la escritora más leída después de Miguel de Cervantes. Escribió casi exclusivamente novela rosa, pero también libros infantiles y fotonovelas. Y bajo el seudónimo de Ada Miller también cultivó la novela erótica. Dotada de una gran imaginación y una capacidad de trabajo exageradamente prodigiosa, sus libros gozan de una gran popularidad, tanto en el ámbito español como hispanoamericano. Una autora con una disciplina total, que se llevó toda una vida entregada a su pasión por la literatura. Un auténtico fenómeno de nuestras letras. Pero lo que no cabe duda es que la cultura oficial en España no ha sabido o no ha querido inexplicablemente reconocer la enorme valía de esta excelente creadora, que ha gozado siempre del apoyo y el interés de infinidad de lectores y que estos miserables organismos e instituciones oficiales se lo han negado todo a doña Corín, cuando en realidad lo merecía todo. ¿Cómo es posible que a ella, siendo asturiana, con la increíble magnitud de haber escrito y publicado cinco mil títulos y con el tributo y el favor otorgado por millones de lectores, no se le reconociera con el premio Príncipe de Asturias de las Letras? ¿Puede haber una injusticia y una sinrazón más grande en el panorama de la literatura universal? Yo creo de verdad que no, que con esta mierda y muchas otras que se le han hecho a esta extraordinaria autora se ha tocado la cima de lo más alto, porque cosas así de repugnantes no se han dado ni se volverán a repetir nunca en la Historia.

ERIK AXEL KARLFELDT

Erik Axel Karlfeldt (1864-1931) fue un poeta sueco, uno de los más queridos en su país, que recibió en 1931 el premio Nobel a título póstumo, honor que había rechazado en 1918. Fue periodista y bibliotecario. En 1904 entró en la Academia Sueca, de la que fue secretario a partir de 1912. Un episodio muy turbio durante su secretaría fue su participación decisiva en la negativa de concesión del Nobel de literatura a Benito Pérez Galdós, en contra de la propuesta mayoritaria de miembros de la Academia. Una actitud y una intervención la de este poeta y secretario tan influyente, que fue infame e injusta, porque es patente que nuestro Benito Pérez Galdós fue merecedor sobradamente del premio Nobel, mucho más que el mismo Erik y otros autores que lo han recibido. La obra lírica de Erik Axel Karlfeldt es breve y a muchos de sus poemas se les ha puesto música. La naturaleza y la vida en el campo suelen ser los temas principales de sus obras, pues así lo he comprobado leyendo sus bellos poemarios.

GRAZIA DELEDDA

Grazia Deledda (1875-1936) fue una escritora italiana que recibió el premio Nobel de 1926. Se forjó una cultura autodidacta, ya que las costumbres de la época no permitían que las jóvenes recibieran una instrucción que fuera más allá de la escuela primaria. Toda una injusticia y una tiranía de los responsables de esas feas costumbres, pues es muy probable que Grazia Deledda si hubiera tenido la oportunidad de realizar estudios superiores lo habría hecho. Pero esta famosa escritora se cultivó y se formó sola, no le quedaba otro remedio, porque así se lo impusieron. Y realizó lecturas expertas de la Biblia y de los grandes novelistas europeos. Publicó numerosas novelas, así como relatos y obras de teatro. Una de sus novelas más notables es "Elías Portolu" y otra titulada "Cenizas" fue llevada al cine. En su época gozó de una inmensa fama y el premio Nobel la consagró como una escritora de proyección mundial.

VICENTE ALEIXANDRE

Vicente Aleixandre (1898-1984), fue un poeta español perteneciente a la generación de 1927 y galardonado en 1977 con el Premio Nobel de Literatura. Su poesía tiene un profundo sentimiento vitalista. Y existe una gran cosmovisión, una exaltación de las realidades del hombre, sobre todo del amor, la naturaleza y el universo --las constantes fundamentales sobre las que gira su obra--, expresando una amalgama de sensaciones de carácter surrealista, aunque no toda su obra está impregnada de esta corriente vanguardista. La muerte hace escasa aparición en su lírica, pues hay que observar en ella un gran optimismo, un deseo de plenitud, de relax, de bienestar del hombre en su contemplación de todo lo que le rodea, desde el más cercano árbol, río, montaña, mar o animal hasta los más enigmáticos y lejanos espacios siderales a los que el ser humano no alcanza, pero que en sus versos se observan con una serenidad que irradia sentimientos de felicidad, de expansión, de eternidad. Se trata de una poesía que invita a la reflexión, a ahondar en estas visiones paradisíacas y cosmológicas unidas al amor y a la vida que con excepcional maestría nos ofrece este original e interesante autor.

SOBRE LOS ÁNGELES

Este cautivante y hermoso libro de Rafael Alberti está considerado por el mundo literario en general como su obra maestra. Yo opino que si bien no es acertado calificarlo como el mejor, sí afirmo y reconozco que está entre lo más logrado y extraordinario del famoso poeta gaditano. Esta obra surgió tras una crisis personal de carácter amoroso e ideológico, y la forma que tuvo el vate de expresarla o transmitirla es a través de unos símbolos representados como "ángeles". Unos reflejan la crueldad: "El ángel de la ira", "Los ángeles bélicos", "Los ángeles crueles", "Los ángeles vengativos"; otros la tristeza o la desesperanza: "El ángel sin suerte", "El ángel desengañado", "El ángel rabioso"; y el más angustioso que es "Los ángeles muertos". Pero este volumen lo abre un poema titulado "Paraíso perdido", que quizás manifieste como ningún otro la violencia, la desesperación, la frustración, el tormento o el desgarro y la desolación más extremos. "Sobre los ángeles" está dividido en tres partes: las dos primeras son composiciones abstractas breves y la tercera está escrita en versículos surrealistas. Obra muy original y atractiva, que invita a bucear en todo un campo variado de imágenes y contenidos, con mucha significación. Y que rompió moldes en su época con todo lo que se había escrito. Sin duda, abrió las puertas a una nueva manera de entender la lírica y de expresarse a través de un procedimiento y unos recursos diferentes, muy innovadores y que revolucionaron el arte de la literatura.

CANCIONES PARA ALTAIR

Este precioso y atrayente libro lo publicó Rafael Alberti en 1989. Tenía su autor ochenta y siete años, por lo que se trata de una obra de madurez. Todos los textos del poemario giran en torno a una estrella, Altair, y el vate hace un mundo lírico en torno a este astro y describe variadas situaciones de sus relaciones con la tierra. Pero resulta muy curioso que Altair tiene comportamientos claramente humanos en algunos poemas: "Palpable es, estrella que se toca", "Cuando abre sus piernas Altair", "Nunca se vio a una estrella a pie por los caminos", etc. Quiere esto decir que es una prosopopeya: Altair por una lado aparece como un astro y por otro, cuando desciende a la tierra, adopta actitudes y situaciones propiamente humanas. Este volumen es más bien breve --son veinticinco poemas--, pero muy intenso, muy apasionado en torno a la mítica estrella creada por el poeta. En todo momento, describe situaciones entre el cielo y la tierra y que invita a soñar al lector con este mundo mágico, imaginario y surrealista a veces. El libro está dividido en tres partes: la primera con textos en verso libre; la segunda con poemas estróficos: dos bellos sonetos y dos composiciones en cuartetos; y la tercera en la que Alberti retorna al versículo para terminar. En síntesis, una obra muy peculiar con un único tema central que es la estrella Altair. Variedad en la forma, aunque abunda más el versículo, y símbolos y realidades que hacen pensar sobre su contenido que transmite un universo poético interesante.

viernes, 13 de marzo de 2020

PEPITA OLIVA

Esta magnífica poeta que voy a reseñar, la conocí en persona tan solo en dos ocasiones. En una de ellas leyó su poemario titulado "Soleá y soledades". Yo me llevé una buena impresión con la presentación que hizo de este libro en el Grupo literario Aldea de Sevilla, que yo frecuenté durante muchos años. Al comentarlo a mi amiga Carmen, me lo regaló por sorpresa, y cuando lo leí tiempo después, quedé encantado y feliz. "Soleá y soledades" es un tesoro que no tiene desperdicio. Una de las poquísimas joyas que se encuentran en la poesía actual. Más de la mitad de este volumen son soleares, como el título indica, y los otros textos son décimas y versículos. Las soleares las borda todas, todas dicen algo y gustan. Con las décimas y con los poemas libres ocurre otro tanto. Una belleza de obra, con un lirismo y un sentimiento y un acierto que merece totalmente la pena leer y releer. De Pepita Oliva --que ya falleció, según me ha dicho mi amiga Carmen Picón--, no hay noticias de que publicara más libros y nunca sabré lo que dejó inédito. Pero lo que es evidente es que era una mujer con un gran talento y arte para la poesía.

EUGENIO CARRASCO MORALES

Eugenio Carrasco Morales, más conocido como "El Perlo de triana" (1925-2013) fue un poeta y narrador prolífico que estuvo muy dedicado y entregado a su labor literaria. También fue cantaor flamenco, con cuatro discos grabados y participó en su juventud en papeles secundarios en películas protagonizadas por cantantes folclóricas. Eugenio Carrasco, noble y honrado y buen gitano, paseó su arte siempre con deseos de transmitir su indiscutible valía y buen hacer literario. Publicó una gran cantidad de libros, variados y diferentes, pues cultivó la poesía, la prosa lírica, el cuento y la novela. Eugenio fue un excelente y enormemente prolífico sonetista, pues llegó a escribir más de mil sonetos, cosa rara vez conseguida por ningún otro poeta. Pero además compuso otras estrofas y también cultivó el verso libre. Fue un escritor al que se le advertía mucha pasión por la literatura y que tenía oficio y día a día no paraba de producir y se lo trabajaba a fondo. Al mismo tiempo siempre tuvo empeño en publicar su obra y que quedara inédito lo menos posible. En efecto, Eugenio no quería que sus escritos se vieran en la oscuridad de los cajones y una y otra vez consiguió que una buena parte de su extensa producción pasara por la imprenta. Su libro más popular y conocido y yo creo que el mejor de todos es el genial paralelo lírico "Platero, Juan Ramón y yo". Con esta magnífica obra supo dar su toque de lirismo en prosa, al igual que lo hiciera antaño nuestro premio Nobel. Es una recreación sobre el tema del burrito Platero muy bien escrita y con mucho encanto y belleza. Y un homenaje al universal poeta moguereño, por el que Eugenio Carrasco Morales "El Perlo de triana", sentía una gran admiración.

jueves, 12 de marzo de 2020

ANTONIO LUIS BAENA

Antonio Luis Baena (1932-2011) fue un poeta y profesor español que nació en el municipio gaditano de Arcos de la Frontera. Este precioso pueblo es cuna de poetas, pues curiosamente ha dado muchos, algunos destacados, y Antonio Luis es uno de esos vates naturales de Arcos. Pero Antonio Luis Baena, que fue extraordinario, nunca buscó ni quiso sobresalir, porque a lo largo de su vida se presentó a muy pocos premios. Humilde y sencillo y bondadosa y amable y cordial persona, fue también muy querido, admirado y respetado por todos los que tuvimos la gran suerte de conocerlo. Los temas centrales de su obra son la muerte, el amor, la tristeza y la soledad, a los que habría que añadir el histórico, recogido bajo el título de "Piedra miliaria". La mayoría de sus poemas tienen contenido pesimista, son tremendamente melancólicos y amargos. Y algunos desgarradores, motivados o inspirados por la desgraciada muerte de su hijo en plena adolescencia. No hay nada más que ver este título: "La muerte va lamiendo mis cimientos", el más doloroso de los poemarios de Antonio Luis, pues la prematura desaparición de su primogénito le llevó a expresarlo en estas elegías, ya que esta tragedia marcó al poeta toda su vida. En su primer libro "Historia de una ausencia"  arranca con un texto magistral: "Carta a Violeta", para mi gusto y criterio uno de los poemas más hermosos escritos desde su generación hasta hoy. Hay sonetos amorosos de bella factura y otro gran texto que emociona y contagia añoranza: "Cádiz desde el recuerdo". En su segunda entrega "Paso del hombre" se asienta la tristeza, algo común y casi constante en su producción. Y la soledad golpea también la realidad del poeta. En "Los límites", Antonio Luis se debate en dos ejes fundamentales de expresión: el espacio en el que se mueve en la vida y el tiempo que va gastando y dañando su bienestar y va haciendo que todo retroceda y decaiga hasta el fin definitivo que es la muerte. "Tiempo muerto" es la resolución del anterior, pues aquí se manifiesta más obsesivamente. El vate ve que el transcurso del tiempo es la destrucción y todo este poemario es desolador. "Libro de las traiciones y otros espejos" es su último libro extenso publicado y en el que Antonio Luis hace una relación de las traiciones que el hombre comete a lo largo de su vida y que reciben su castigo. "Piedra miliaria" son varias composiciones de tema histórico romano en Andalucía y una auténtica delicia leerlas. Escritos en verso libre y con técnica narrativa, son unas joyas de poemas que a mí me encanta releer y recrearme una y otra vez en ellos. Antonio Luis Baena, este enorme poeta y excelente persona al que tanto se echa de menos y que es un dolor que su obra no esté más difundida y sea más leída y conocida y aclamada. Fue un genio y un maestro indiscutible de la lírica. Y vaya este homenaje y recuerdo mío de gratitud hacia este gran amigo y compañero.

miércoles, 11 de marzo de 2020

VIAJE AL CENTRO DE LA TIERRA

Novela genial de Julio Verne que nos transporta al universo de la fantasía y crea unas sensaciones oníricas en los lectores difícilmente imitables. La imaginación de Verne es sugestiva: nada más y nada menos que un fabuloso y arriesgado viaje por el interior de la Tierra. Y cuánto sucede y qué potencial de creatividad para ingeniar y elaborar tantas aventuras y tantos hechos y encuentros y descubrimientos cautivantes y memorables para el corazón de los lectores que se sumergen en ese mundo tan maravilloso. "Viaje al centro de la tierra" fue la novela que me hizo escritor. Fue el pistoletazo de salida con el que la vocación y la actividad y la ilusión y los sueños imparables por la literatura cuajaron en mi existencia para siempre. ¡Qué bien trabajada esta historia y qué original y cuánto ocurre en ella que nos apasiona a todos! ¡Qué talento creativo tan enorme el de este francés universal! Si yo no hubiera leído este hermoso libro es probable que también hubiera acabado escribiendo, sí, pero mis comienzos y mi desarrollo posterior hubieran sido distintos. Mejor como pasó, por supuesto, que me nutriera con esta obra y los sueños y la fantasía circularan por mi cabeza y por mis sentimientos para recrearme con otra historia inspirada en ella. Pero con mi toque y aportación original que no deben faltar nunca en una creación artística, sea del arte que sea o del género de que se trate. "Viaje al centro de la tierra" se convirtió para mis sensaciones y objetivos literarios en "Aventuras en las entrañas del globo". Y a partir de entonces, el oficio y el arte de escribir ya estaban servidos en mi vida para siempre.

MIS ENIGMAS FAVORITOS

Es uno de los libros de J. J. Benítez que más me fascina. Son treinta misterios en los que el autor ha indagado, exponiendo mucho de lo que sucede con todos estos enigmas. Y trata con su dilatada experiencia y sus pesquisas de descifrarnos puntos que permanecen ocultos, pero sin llegar a desvelarlos para que podamos seguir soñando. Dos enigmas que he releído varias veces de este interesante libro son "El secreto de Colón" y "El secreto de Verne". Escribir sobre dos personajes de tanta importancia y trascendencia para la Humanidad y contarnos esos secretos tan interesantes sobre sus vidas es de un gran valor. Como resultan también valiosos y sorprendentes otros misterios, como el de "Los frutos del paraíso", en el que se han cultivado acelgas, patatas, maíz, cebollas, coles y demás verduras de tamaños gigantescos. Esto nunca se había dado en ninguna otra región agrícola del mundo y encierra el misterio no aclarado de por qué estos cultivos tan insólitos. Fascinante y onírico es el enigma de "Los primos de Nessie", pues no solo existe el monstruo que habita las aguas del lago Ness escocés, hay pruebas testimoniales de otros saurios que viven en otros lagos del mundo. Misterios religiosos apasionantes y que J. J. Benítez nos comenta son "El secreto de Lucía", "El secreto de Malaquías", o el titulado "Italia: el enigma de los enigmas", que versa sobre la Sábana Santa de Turín. Son muchos otros los enigmas atrayentes que trata el autor en esta fenomenal obra, pero el espacio no me da para extenderme sobre todos ellos y no voy a ser exhaustivo. Un libro extraordinario que deleita y subyuga y nos hace saber más y mejor sobre todas estas realidades. Y que a muchas personas les llama la atención y les despierta la curiosidad y el interés. Gracias a este gran investigador, entusiasta y experto en todos estos intrigantes y maravillosos temas, buceamos a través de este volumen fundamental en su vastísima producción y conocemos mucho más del mundo en el que vivimos.

martes, 10 de marzo de 2020

J. J. BENÍTEZ

J. J. Benítez es un famoso y prestigioso periodista --a él no le gusta que lo llamen escritor--, que ha vendido millones de ejemplares de sus libros en todo el mundo y que está traducido a muchísimos idiomas. Su serie "Caballo de Troya" ha sido y es un éxito total de lectores y aparte ha publicado montones de libros sobre muy diversos temas, siendo el autor que más ha escrito y difundido la ciencia de la ufología. Un autor muy prolífico que cuenta ya con unos sesenta títulos y que el público lector le ha dispensado una excelente acogida. Pero esta vida tiene unas paradojas inexplicables, yo al menos me indigno y no salgo de mi perplejidad y confusión. Y de todo esto que voy a denunciar creo ser el primero en hacerlo, porque que yo sepa no ha habido nunca nadie que largue veneno como yo lo voy a largar de la infamia, la injusticia y la incongruencia que se le ha demostrado una y otra vez a este prodigioso literato, periodista e investigador. Un autor, como he dicho, con fama y reconocimiento en todo el planeta y leído y seguido hasta la saciedad, y ahora resulta que en ninguna historia de la literatura dicen nada de él ni de la extraordinaria y popular obra que ha escrito. Pero lo excluyen de los diccionarios de literatura, y que yo haya observado hasta ahora, de los diccionarios enciclopédicos y de cualquier otro manual o libro de información general. No salgo de mi asombro e indignación, como también que nunca se haya realizado una crítica literaria a alguno de sus libros en cualquier suplemento cultural o revista. Toda una sinrazón, un absurdo y una vergüenza que ya va siendo hora que se vaya corrigiendo, porque J. J. Benítez es un sabio de la literatura y de la divulgación de lo misterioso y desconocido que ha hecho soñar a millones de personas en todo el mundo y merece figurar en los manuales, en la prensa, en las revistas, en los diccionarios, en las historias de la literatura y de España y Universales, etc. Ya va llegando el momento de rectificar y de subsanar estos errores: no se puede omitir de todos estos lugares a un auténtico genio cuyos libros han sido y serán siempre leídos y aplaudidos internacionalmente.

EL TÚNEL

Cuando yo estudiaba el segundo de bachillerato, mi profesora de literatura nos mandó leer la novela corta "El túnel" de Ernesto Sábato. Conforme pasaban los días, los alumnos no paraban de quejarse y hablar negativamente de este libro, que les estaba trayendo de cabeza con su lectura. Cuando llegó la hora de comentarlo en clase, la mayoría de los estudiantes largaron horrores. Recuerdo que generó una polémica enorme. Se quejaron algunos a la profesora de que se trata de una historia psicótica, mareante e insoportable y que daban ganas de coger este libro y darle dos patadas y quitárselo de en medio. La mayoría del personal estaba quemado con esta novela, que a pesar de ser corta, les supuso un infierno poder terminarla. A mí no me costó trabajo leerla, aunque a veces resultaba tensa, pero al final no me disgustó porque le vi su atractivo y su originalidad. Un detallito de esta historia con el que alucinamos todos es que el pintor Juan Pablo Castel se obsesiona y se hace un mundo porque una mujer se queda mirando fijamente durante un rato una pequeña escena de un cuadro suyo en una exposición de pintura. Y a partir de esa nimiedad, se sucede un caos psíquico entre Castel y María Iribarne que desembocará en asesinato. ¡Y todo por una simple tontería, o ni siquiera eso! Pero como hay gustos para todo, esta famosa novelita también atrajo y dio buena impresión a otros alumnos, como fue mi caso. Este libro, que ha tenido siempre muchas críticas de todo tipo, es psicológico, policial y existencialista.

lunes, 9 de marzo de 2020

EDMUNDO DE AMICIS

Edmundo de Amicis (1848-1908) fue un escritor italiano que debe sobre todo su fama al libro "Corazón", que en su época obtuvo un resonante éxito, pues consiguió 40 ediciones el año de su publicación, llegaron a venderse un millón de ejemplares en 1923 y se tradujo a todas las lenguas. "Corazón" es el diario escolar de un chico y la narración de lo que sucede durante el curso va acompañada de "cuentos mensuales", en los cuales niños como los alumnos protagonizan heroicos hechos. Estos cuentos son la parte más literaria del libro. Uno de ellos es "De los Apeninos a los Andes" y se hizo popular en el mundo entero a través de una horrible serie de televisión japonesa. Las obras de Edmundo de Amicis yo las contemplo de una sentimentalidad que puede estar todavía vigente, de una ternura y un calor humano que llegan a los corazones de los lectores. Otros cuentos populares que aparecen en "Corazón" son "El tamborcillo sardo", "El enfermero del Tata", "Sangre romañola", etc.

EL ESTILO AZORINIANO

Cuando yo estudiaba el octavo curso de la EGB, el profesor de lengua y literatura nos aconsejaba a todos los alumnos a la hora de redactar textos en prosa el hacerlo siempre a la manera del maestro Azorín. Frases cortas, nos insistía, no alargarlas demasiado y no abundar en muchas comas y puntos y comas. Evitar que los párrafos se hicieran extensos, pues además de costar mucho más esfuerzo elaborarlos, supone una lectura más ardua o pesada. En efecto, el estilo creado por el ingenio y el talento de Azorín resulta más ameno, claro, sencillo y directo. Es más cómodo de escribir para el autor y más relajante y fácil de digerir para los lectores. El empleo de la frase breve, de acortar con puntos y más puntos y sin hacer complicados enlaces. Cuánto le debemos los escritores y mucha de la literatura posterior de su época al genio de Azorín. Yo he tenido siempre presente durante toda mi trayectoria literaria, lo que mi antiguo profesor nos recomendaba del magisterio y ejemplo del insigne intelectual de la generación del 98. Y esto ha sido clave y esencial para mi oficio y así lo seguiré haciendo siempre. No voy a cambiar nunca y no probaré con otra forma de redactar, porque la aportación inestimable del sabio Azorín es para mí la forma ideal y no otra de escribir la prosa.

AZORÍN Y ESPAÑA

"España", "Una hora de España", "Visión de España", "Trasuntos de España", "El paisaje de España visto por los españoles", "Españoles en París", "Lecturas españolas". Son títulos de libros de Azorín en los que está presente ante todo España. Azorín quizás sea el autor que mejor refleja el mapa físico, moral, artístico y humano de España. Su amor y pasión y reivindicación hacia nuestro país la recrea con su estilo elegante y conciso. Amaba la totalidad de España y describía su historia, sus paisajes, sus costumbres, sus artistas, sus escritores y todas las virtudes de una gran nación que lo hemos sido y que debemos de seguir siendo siempre. Sin resentimientos ni envidias ni sectarismos que nos dañan y perjudican terriblemente a todos, incluidos también los que promueven y participan de esos odios y rencores. Pues contaminan la convivencia, el progreso, el bienestar y el futuro esperanzador de un maravilloso país como pocos hay en el mundo. Es por ello muy recomendable y necesario y urgente la lectura de Azorín, que desgraciadamente es el menos seguido y estudiado de los autores del 98. Azorín es, sin duda, un eficaz antídoto contra ese resentimiento y mal rollo hacia España que ha aflorado en nuestra triste realidad contemporánea. Se lee muy poco a Azorín y urge rescatarlo, porque si los jóvenes actuales lo hicieran, toda esta crispación perversa de rechazo o bien de indiferencia hacia España y lo español, quedaría reducida y la realidad entrañable de nuestra hermosa nación se vería menos dañada y manchada y todo evolucionaría mucho mejor.

domingo, 8 de marzo de 2020

AZORÍN Y YO

Entre José Martínez Ruiz, "Azorín" y yo se dan una serie de equivalencias o casualidades que resultan muy curiosas de contar. Son unas anécdotas llamativas que yo a lo largo de mi vida he ido observando y que voy a transmitir en este ensayo. Yo nací el 28 de octubre de 1966. Azorín falleció muy provecto, a la edad de noventa y tres años, el 2 de marzo de 1967. Quiere esto decir que cuando yo hacía pocos meses que había venido al mundo, Azorín murió a una avanzada edad, pero ambos coincidimos vivos. Ramón Martínez Ruiz, hermano de Azorín, fue médico en el pueblo de Jaén "La Puerta de Segura" y mi padre, natural de allí, contrajo una pulmonía con diecisiete años y estuvo al borde de la muerte. D. Ramón el médico le salvó milagrosamente la vida en plena posguerra. Quiere esto decir que yo existo gracias al hermano de Azorín. Mi progenitor fue amigo siempre de Amancio, sobrino de Azorín, hijo de otro hermano del célebre literato y que residieron en La Puerta de Segura. Mi abuelo materno cuentan que en la posguerra hizo un viaje con Azorín a Alicante. Lo llevó hasta allí en su camión y ya no sé si tuvo más relación o menos con él, pero el caso es que se conocieron. El día 28 de octubre de 1994, es decir, cuando yo cumplí 28 años de edad, justo en ese día, ABC publicó un artículo mío titulado "Leer a Azorín". ABC fue un periódico en el que el eximio autor del 98 colaboró durante muchos años de su vida. Y ese escrito mío ensalzando la obra de Azorín, apareció en el año en el que yo hacía una década que comencé a escribir. Para terminar decir que la forma o el estilo de yo narrar o redactar en prosa se lo debo a Azorín. Ha sido mi maestro y mi ejemplo a la hora de crear la prosa y gracias a él puedo hacerlo con soltura, eficacia y amenidad, como contaré en otro ensayo.

EL ARCAÍSMO DECADENTE DE LAS EDITORIALES TUSQUETS Y ANAGRAMA

Se trata de dos importantes empresas editoriales de renombre y prestigio, con mucha fama y reconocimiento por su excelente labor cultural y que el año pasado 2019 cumplieron su medio siglo de existencia. Pero dejando aparte tantos tópicos y tanto como se las está mitificando, yo quiero hacer una serie de valoraciones y aclaraciones acerca de esta celebrada actuación y trabajo realizado por estas editoriales, que pudieran poner en duda o en entredicho todo esto. Pero lo voy a exponer sin yo hacerme la víctima en cuanto a todo el desastre que han cometido con mi obra. En este caso, de mí no voy a decir nada y todo lo que comentaré queda al margen de mi realidad particular. Tusquets y Anagrama publican muchas veces por razones extraliterarias y cuando lo hacen por motivos puramente estéticos y creen que esas obras por las que apuestan son de calidad, no suelen acertar mucho precisamente. La prueba está de la simpatía que tiene Anagrama por los nuevos valores hispanoamericanos; autores que la mayoría son flojos o mediocres y que venden muy poco. Pienso que podrían dar más oportunidades a escritores españoles, y dentro de éstos, hacerlo con otros mucho mejores que los que sacan a la palestra, que más bien son poco interesantes. Como ejemplo digo que el premio Herralde de novela que lleva toda una vida convocándose, no ha dado todavía, que yo sepa, una novela con éxito grande de ventas. Y en cada convocatoria se presentan cientos de originales. A mí me consta que entre esos pingües lotes de manuscritos que reciben, existen obras maestras que las pasan de largo y no las descubren. Todo ello por su falta de criterio adecuado, por sus mafias y por su poca profesionalidad. Igual ocurre con el premio Anagrama de ensayo. Han tenido en este certamen sus aciertos, sin duda, pero también es verdad que no han apostado por muchos otros manuscritos de calidad indiscutible y se han negado a publicarlos en su colección Argumentos. En cuanto a Tusquets más de lo mismo. En su premio de novela no han sacado a la luz todavía ninguna obra de éxito. Y tienen la colección de poesía Nuevos textos sagrados, pero todo lo que editan es de autores con una trayectoria, sin haber tenido nunca la valentía de apostar y apoyar a un poeta nuevo. Es verdad que en esta colección publican algunos libros de calidad, sí, pero suelen ser obras completas de autores de renombre cuyos poemarios son ya clásicos y cuyas primeras ediciones salieron hace varias décadas. También es del conocimiento de todo el mundo que ambos sellos publican libros geniales y de éxito total que arrasan en ventas, pero eso es una tómbola de tanto como lanzan y entre todo es normal que también haya algunos aciertos. Dejémonos de tantos tópicos y de tantas historias porque si entramos en justas razones y se analiza bien el asunto en cuestión, su "excelente" trayectoria editorial merece en realidad la calificación de SUSPENSO.

sábado, 7 de marzo de 2020

LOS HÉROES QUE SIEMPRE VENCÍAN ESTÁN TODOS OLVIDADOS

Un escritor y periodista, antiguo colega mío, publicó un elogioso y emotivo artículo sobre mí en el tristemente desaparecido diario "El Correo de Andalucía" (30-12-2004). En esta columna el periodista me ponía por todo lo alto, reconocía abiertamente y sin tapujos mis grandes virtudes como artista literario, mi perseverancia y mi entrega hacia esta actividad que centraba casi exclusivamente mi vida: "usar letras en un mundo de números". Denunciaba y lamentaba las constantes y rotundas injusticias cometidas con mi obra, pero encomiaba cómo yo había arrostrado mi destino de escritor, a pesar de las adversidades padecidas, "con una robustez de espíritu que pone la carne de gallina". Pero afirmaba que en mi persona, en mi actitud como literato, tenía más mérito aún que mi disciplina mi humildad. Yo diría sobre esto que aunque es cierto que hay veces que sí lo he sido, en otras ocasiones no tanto, porque a ningún artista que se dedica con esfuerzo, ilusión y que está orgulloso con su obra y su labor le gusta la modestia. Y en ningún caso menospreciarse y desmerecer de sus méritos y del trabajo que con tanta pasión desarrolla. Pero lo más curioso e impactante de este panegírico artículo a modo de homenaje hacia mí, es cuando este autor afirma que tantos y tan inmerecidos reveses del azar en mi nefasta trayectoria son tan solo una modalidad de éxito. Y lo sentenció para terminar de esta forma: "Los héroes que siempre vencían están todos olvidados" y a continuación: "De Aquiles solo se recuerda su talón". Toda la vida llevo de fracasos constantes, injustos, absurdos e inexplicables, pero tantos fracasos, según César Rufino, desembocarán algún día en algo muy distinto, mientras que muchos triunfadores y vencedores quedarán en el más desolador olvido.

viernes, 6 de marzo de 2020

VIAJES URBANOS

1.

Yo, Gerardo Gutiérrez, confieso que a mis veintitrés años nunca he mantenido relaciones amorosas con ninguna chica. Todo este triste panorama ha transcurrido así en mi vida, si bien pienso que la cosa va a cambiar y más aún cuando ya hace unos meses que gozo de un trabajo fijo y estable fruto de unas oposiciones que aprobé, y por el que tengo privilegios que pueden hacer transformar y girar este monótono contenido de mi vida. He solido coger muy poco el autobús, tanto en mi ciudad como en trayectos más largos; hasta ahora mi ciudad me había dedicado a recorrerla como buen ciudadano de a pie que soy, pero tras la llegada de mi actividad laboral me he visto obligado a utilizar este medio de transporte. Como he dicho, no he tenido relaciones con chicas, pero sí que me siento a gusto y relajado en los sucesivos desplazamientos que todos los días hago rumbo a las oficinas donde trabajo.

2.

Este relax que he mencionado, este gusto y bienestar se ha manifestado en mi vida sin yo buscarlo, sin yo intentarlo disfrutar. Todo me ha surgido tras las contactos o refregones eróticos que me han proporcionado algunas jovencitas --y no tan jovencitas--, en los autobuses urbanos en los que me he subido y que me han contagiado de ardientes golpes de gozo con los que me lo he pasado de maravilla.

3.

Desde un principio he tenido la suerte de que se sentaran a mi lado en los autobuses mujeres que me han agradado bastante, algunas de las que he recordado después por lo enrolladas que han sido durante el trayecto. Y no lo digo porque me hayan dado conversación o se hayan interesado por mí: estas compañías de las que he disfrutado solo iban al grano, o sea, que lo que deseaban era comunicarse conmigo juntándome las piernas cuando iba sentado al lado de ellas. Otras veces, cuando no podía coger asiento e iba de pie, las había que procuraban pegarse lo más posible a mí y refregarme todos sus encantos con los que yo me deleitaba y vibraba de regocijo erótico. En el autobús esto es a veces hasta forzado para muchas mujeres y hombres, pues cuando se llena a rebosar, los cuerpos tienen que estar pegados unos con otros y si uno tiene la suerte de que le toque una buena moza a su lado no hay nada más que apechugar y aprovecharse de la ocasión. A no ser que uno sea demasiado descarado y corra el peligro de que la chica acosada le llame la atención y forme el escándalo delante de todo el mundo. Pero esto no suele suceder porque además muchas lo buscan, lo quieren y desean el calor de los contactos que en el autobús los hombres les transmiten, para su morbo y desahogo posterior en la cama o en el cuarto de baño.

4.

En estos escasos meses que vengo cogiendo el autobús han sido algunos los contactos que he recibido. Pero me interesa recordar dos exactamente, porque he tenido la fortuna de disfrutarlos con chicas que harán antología en mi vida y en mis sentimientos aunque no las vuelva a ver. Desgraciadamente, solo he coincidido con ellas en una ocasión y esto me ha disgustado, puesto que mujeres así confieso que he visto pocas, y esas dos oportunidades que me han brindado la suerte y sus encantos me gustaría que se volvieran a repetir en mi vida cuantas más veces mejor.

5.

La primera chica creo que sería unos años mayor que yo, puede que rozara la treintena, pero al sentirse al lado mía --coincidió que fue en el final del autobús cuyos asientos están más juntos y donde todo contacto es prácticamente inevitable--, pareció estar conforme de lo a gusto y caliente que iba a viajar. Esta morenaza de una hermosura pocas veces contemplada por mis ojos, de una estructura corporal inmensa, me puso al rojo vivo cuando se vino a sentar a mi lado porque está claro que la primera impresión es la que más vale. Yo estuve nervioso en un principio, pero después me dediqué a mirarle un poco descarado los dos senos tan firmes y grandes que poseía. Iba maquillada, me extrañaba que una mujer de estas características viajase sola y en un autobús urbano. De vez en cuando se movía fingiendo calor, pero lo que culminó la gota del vaso fue después, cuando se levantó brevemente dos veces para ajustarse la falda: cada vez que pasó esto me refregó los laterales del culo con unos empujones que me resultaron tan ardorosos que ya estarán para siempre en la memoria de mi vida. Al final todo se acabó, llegó la parada donde se tenía que bajar. Yo observé ansiosamente cómo se iba, quedé destrozado de que una mujer de esta categoría se alejara de mis ojos y de mi cuerpo que tan gozosamente lo había pasado en unos quince minutos eternos para mis sueños o fantasías sexuales presentes y futuras.

6.

Dos semanas después me tocó otra brillante lotería en mis desplazamientos urbanos en el autobús. Disfruté tanto como en el anterior viaje, pero esta vez con una chica que sería algo más joven que yo y que tenía muchas ganas de marcha. No era un bombón con tanta sensación como la morena, simplemente era un tipo de mujer diferente, pero a mí me gustó mucho desde el principio en que tuve la suerte de que se sentara conmigo. Íbamos muy apretados, y esta buena moza que tenía dos pechos impresionantes --y que se le transparentaron al quitarse una rebeca que llevaba--, subía y bajaba el muslo y me dio unos saludables refregones que nunca podré olvidar.

7.

Curiosamente, fueron estos dos casos, estas dos experiencias mías, momentos de acción descarada, y ni ellas ni yo decidimos hablarnos para no estropear la grata aventurilla que estábamos viviendo y con la que tanto gozamos. Ahora, en mis sucesivos desplazamientos, no creo que vuelva a sentir oportunidades tan geniales, aunque ya presiento que la llamarada del amor iluminará plenamente de placer y satisfacción el camino de mi vida en un tiempo no muy lejano.

jueves, 5 de marzo de 2020

LA BIBLIOTECA

1.

Amanece un día más en el hospital en el que hace ya tiempo que estoy ingresado para curarme de mi adicción a la heroína. Me encuentro mejor, me voy restableciendo poco a poco de todo ese sufrimiento que ha desolado mi vida y con inmensos deseos y sueños de volver a ver la luz y recuperar la salud. En esta mañana primaveral me encuentro más animado que nunca, estoy dispuesto a que este desastroso episodio de mi juventud cambie y pueda disfrutar de los muchos encantos que tiene la vida.

2.

De mi pasado antes de caer en la droga poco tengo que contar. Fue mi fracaso como estudiante el motivo que desencadenó mi perdición, pues no debí abandonar los estudios tan tempranamente e intentar haberme esforzado más y acoplarme mejor a ellos. Y me metí en un círculo de amistades peligrosas que fue el hecho que me llevaría a la desgracia. Mis antiguos compañeros de colegio observaron la ruina de vida que me había buscado, y ante esta triste realidad, se apartaron de mi compañía y evitaron no caer tan estúpidamente en esta pesadilla como yo lo hice.

3.

Mis padres me apoyaron en todo momento y tras mucho luchar consiguieron que yo comenzara a salir de la oscuridad. En este hospital me trataban muy bien y fui haciendo amistad con los enfermeros y médicos que me atendían. También advertí en los rostros de otros toxicómanos deseos inmensos de poder salir de este infierno, pero la mayoría de ellos se encontraban muy mal. Yo comencé a hacer amistad con otro enfermo que se encontraba en parecidas circunstancias a la mía y que ahora estaba viviendo sus primeros mejores momentos. Es por ello que los dos sintiéramos atracción por dialogar, de transmitirnos nuestras ideas y pensamientos, nuestro futuro si salíamos de esta terrible situación que padecíamos. De nuestro pasado decidimos no hablar mucho porque recordar y darle vueltas a lo negativo no conduce a nada, pues como dice el refrán, agua pasada no mueve molino. El que hablásemos era un buen síntoma, según los médicos, teníamos que desahogarnos y no pensar solamente; era señal de mejoría porque durante los meses atrás apenas si nos salía el habla del cuerpo de lo atormentados y golpeados que estábamos por esta cruel enfermedad.

4.

Pero además de mi incipiente amistad con este joven, yo comencé a sentir curiosidad por una biblioteca bastante grande que había en una de las salas del hospital. Hasta ahora yo había observado que solo había un enfermo que leía algo, generalmente tebeos, porque me di cuenta de que intentó la lectura de otros libros y los dejó, porque serían de un tipo de géneros con los que no se concentró o con los que se sintió agobiado, pues su cabeza la verdad es que no estaría en condiciones para introducirse en narraciones extensas. Y fue en este día primaveral cuando yo decidí también cambiar de rumbo y comencé a echar un vistazo a este gigantesco mueble lleno de toda clase de libros --había hasta varias enciclopedias--. Me llevé un buen rato contemplando la variedad de volúmenes y la verdad es que no sabía por cual decantarme. Puse en duda mi capacidad para sacar fruto a la lectura y pensé mucho y le di muchas vueltas a la hora de elegir con qué libro, comic, historieta, etc. iba a intentar iniciarme. Deseos e ilusión no me faltaban --eso era lo más importante--, y quería comenzar porque hasta ahora no había tocado ningún ejemplar de esta nutrida biblioteca. Y decidí iniciarme con un libro de cuentos infantiles, editado con ilustraciones y con letras de gran tamaño. Si no puedo entender esto --me dije--, es que ya no puedo ni valgo para nada.

5.

Desde el primer momento, desde la primera línea, me sentí inmensamente atraído por la lectura de este libro de relatos infantiles. Había sabido elegir y empecé a encontrarme muy a gusto y fascinado conforme me sumergía en el primer cuento, que se titulaba "Camino del colegio" y que contaba la vida de unos niños y su profesor en una escuela rural. Mi impresión sobre esta historia no pudo ser más favorable y este día maravilloso de mi vida leí otros dos relatos más de este ejemplar con el que me sentí encantado. Se lo comenté a un enfermero y me dijo que le parecía muy bien lo que había hecho y que a él le gustaba leer, pero por motivos de su trabajo y su numerosa familia --que lo absorbían casi por completo--, apenas podía dedicarse a esta fascinación. Pero me recomendó que yo lo hiciera poco a poco y que no me obsesionara mucho, pues mi cabeza no se encontraba en unas circunstancias recomendables como para que yo abusara de ello. También me dijo que los tipos de lecturas fueran lo más ligeras posible.

   --Por cierto, ¿Qué libro estás leyendo? --me preguntó.
   --Uno de cuentos infantiles.

Cuando le dije el título se sintió feliz de que yo me hubiera iniciado con este libro, pues me refirió que hacía ya varios años que leyó el mismo ejemplar. Comentamos bastantes puntos acerca de los cuentos que yo había leído y me recomendó que los leyera todos. Según su opinión, se trataba de un volumen genial y atrayente, de lectura muy cómoda y amena, y podía empaparme bien de todas estas hermosas historias. Pero siempre --me insistió--, que durante el tiempo de lectura yo me sintiera relajado y realizado y mi cabeza no me entorpeciera mi bienestar adquirido, pues había rachas que los síntomas de la droga me afectaban, aunque ya todo fuese a mejor y todo este veneno lo estuviese superando.

6.

Avancé en este camino iniciado, le cogí el gusto y el atractivo a esta actividad de la lectura y mis médicos me dijeron que había sabido elegir esta eficaz terapéutica. Y con mucho entusiasmo y satisfacción terminé de leer este magnífico libro. Todos sus cuentos me gustaron, sobre todo los titulados "Gongolito el obediente", "El timo de la ruedecita", "Los zuecos de la virgen", "Los tres cerditos" y me fascinó mucho la historia del ajedrez, cómo y en qué circunstancias fue inventado y todo lo que sucedió después. Le recomendé la lectura de este volumen a mi amigo y aceptó, me dijo que si yo de verdad me lo había pasado tan bien leyéndolo, que él iba a probar a ver si le ocurría lo mismo.

7.

Después de este primer éxito decidí con mucho interés seguir con nuevos libros. No tardé mucho tiempo en elegir, pues di con una selección de las mejores y más divulgadas historias de "Las mil y una noches". Yo conocía algunas a través del cine, cuando las vi siendo pequeño, y me puse enseguida a leer. Tengo que confesar que me sentí embelesado desde el primer momento y fueron unas jornadas tan placenteras que me apetecía y me llenaba de sueños seguir con esta pasión que tan afortunadamente había descubierto.

8.

Disfruté mucho con "Las mil y una noches" y lo leí con la misma soltura y comodidad que el libro de cuentos. Son unas narraciones para todos los públicos, y yo me recreé durante las noches en este hospital con estas ficciones que tanto me habían fascinado. "Aladino y la lámpara maravillosa", "Alí Babá y los cuarenta ladrones", "Simbad el marino", "El tarro de aceitunas", etc. ya estaban en mi memoria y en mis sueños. También me estimularon las páginas exóticas o eróticas, pero quizás aún más los cuadros realistas de la vida cotidiana, los vivos esbozos de los mercados de Egipto o la galería de personajes de ambiente popular (el jorobado, el sastre, etc.). Su estilo es tan llano, ágil y ameno que cualquiera puede leer estos célebres relatos. Además este ejemplar estaba ilustrado con dibujos que hacían referencia a las historias, por lo que resultaba más atractiva su lectura.

9.

Seguía evolucionando favorablemente de todos los dolores y malestares que me había provocado la droga. Y seguía enganchado a la vida, a la vida de los libros, estaba entusiasmado y fascinado con esta aventura de leer que me había llegado en unas circunstancias difíciles, y que estaba siendo una auténtica terapia para mandar al infierno la droga y no acordarme nunca más de este mundo caótico en el que tan estúpidamente había caído y que quería anular de mi mundo para siempre. Quise seguir con lecturas sencillas y me leí muchas fábulas de Esopo, Iriarte y Samaniego, que me resultaron curiosas y deliciosas. Leí posteriormente los clásicos de cuentos infantiles, quise avanzar en esta línea de lecturas fáciles y disfruté con los cuentos de Perrault, los hermanos GRIMM y Hans Christian Andersen. Después quise cambiar de rumbo y me dediqué a hojear las enciclopedias de Historia Universal y de Historia de la Literatura. Tengo que decir que, como eran enormes, me dediqué solo a leer los encabezamientos, los pies de fotos o grabados, las introducciones más generales, para irme enterando de las fases de la historia, sus personajes y hechos principales, etc. Me llevé tiempo curioseando estas monumentales obras del saber humano. Y al mismo tiempo lo humano, la vida, la verdad, el amor, el bienestar, la felicidad, comenzó a inundar mi ser.

10.

Mientras evolucionaba tan positivamente mi realidad, yo ya quería volver a mi casa junto a mis padres, porque me encontraba muy restablecido, con muchas ganas de afrontar una nueva etapa que yo estaba convencido de que iba  a ser el polo opuesto a lo que fue mi calamitoso pasado. Los médicos estaban asombrados de mi recuperación, de mi nueva personalidad y de mis deseos de dar un nuevo rumbo a mi vida. Y después de estudiar bien mi caso y tras una recuperación final decidieron darme el alta. Todo este panorama esplendoroso de mi vida pudo ser posible al yo comenzar a mirar en aquel rutilante día primaveral los libros de la biblioteca del hospital.