miércoles, 31 de marzo de 2021

LA ENVIDIA ORIGINAL

 Existen personas que ante determinadas circunstancias o realidades de la vida, reaccionan con un síndrome de envidia tan acentuado que les lleva a responder a esa situación de unas maneras increíblemente curiosas y originales que uno no da crédito de la sinrazón de comportarse así, de por qué se hacen estas cosas y qué consiguen con estas conductas y estos numerazos impresentables que no merecen para nada la pena, pero que por desgracia esto es así y hay gente para todo. Y en la envidia, eso, cabe de todo y se hace todo lo que venga a la imaginación o inspiración con tal de expulsarla y dar respuesta a la persona envidiada. En enero del año 1999 yo acudí a una televisión local en un pueblo muy cercano a Sevilla para una entrevista sobre literatura que me iban a hacer. Estando en la sala de espera, conocí a un señor que también iba a ser entrevistado después que yo y charlando muy animadamente los dos sobre el motivo de estos encuentros televisivos, surgió el tema de la poesía, que yo iba a hablar y a recitar poemas durante mi intervención en el plató, pues él iba a tratar sobre magia. Enseguida le dejé poemas que yo llevaba para que los curioseara y leyó algo y se llevó buena impresión. Me dijo que él también era poeta y me recitó algo suyo. Entonces yo lo invité a que fuera a la asociación literaria que yo frecuentaba en nuestra ciudad desde hacía varios años. Terminó esta jornada televisiva en esta emisora local y a los pocos días este vate apareció en nuestra tertulia literaria trianera y con todo entusiasmo e ilusión participó y a partir de entonces se incorporó a nuestros encuentros semanales y fue un compañero más con el que todos nos sentimos contentos de que nos conociera y que colaborara y nos acompañara en nuestros memorables y entrañables actos literarios. Tiempo después de muchas jornadas de tertulias y convivencias con este compañero al que yo le abrí las puertas de nuestra asociación, publiqué mi primer libro titulado "Poemas becquerianos y cancionero amoroso". Esta que fue mi ópera prima es quizás el mejor volumen de poesía que yo he publicado y escrito en toda mi vida, pues los "Poemas becquerianos" están escritos con la métrica de las rimas de Bécquer y exhala puro romanticismo y esencia sentimental que ha gustado siempre a la mayoría de la gente, es digamos, mi libro más pegadizo y con más gancho y tirón de todos los poemarios que he escrito a lo largo de toda mi vida creativa. Y el "Cancionero amoroso", que es el otro poemario del volumen, pues es otra joya por el estilo, con canciones muy originales, en las que juego con la métrica y que entusiasman a los lectores de siempre por su tono popular y sus ritmos y que contienen igualmente sentimientos y pasiones mías juveniles al estilo de los "Poemas becquerianos". Cuando publiqué mi libro, este poeta y amigo me lo compró, aunque de todos los que edité años después nunca quiso ninguno más. No me comentó ni me valoró ni me dijo nada de nada de esta obra mía, pero pasó el tiempo y aterrizó en nuestro grupo literario un nuevo vate que acababa de publicar un libro de poemas. Enseguida el colega se volvió loco de entusiasmo y admiración hacia el poemario de este autor y no paraba a los compañeros de leerles textos de este libro que le despertó tanto gozo y fervor, poniéndolo por todo lo alto, en el grado más sublime y exagerado que se puede valorar y reconocer una obra. Al poco tiempo organizó en la tertulia el acto de presentación del libro junto a su autor y la presidenta del grupo literario y la jornada no pudo ser más deslumbrante y apoteósica de alabanzas, piropos, florilegios y todo lo mejor y mucho más que se pueda decir de un libro, vamos, que yo en toda mi existencia, no he conocido jamás en nadie tanto encomio y tanta celebración como nos largó allí a todos los presentes. Nos quedamos perplejos ante esta actitud del compañero, sobre todo cuando los poemas eran más bien poca cosa y no salían de la mediocridad. Qué comportamiento más chocante el de este poeta hacia su nuevo amigo y vate, autor de un libro que no daba para tantísimas flores y halagos. Una compañera me comentó muy extrañada y sorprendida: "Hay que ver la que nos ha liado con ese libro que no es para tanto". Yo observo hoy día como de mi libro no dijo este gachó ni pío, absolutamente nada de nada y de ese otro manifestó de todo lo más grande, cuando se trataba de un poemario flojito y poca cosa. Y que lo puso como si fuera de lo mejor que se haya escrito de toda la Historia de la poesía universal. Está muy claro, clarísimo, que todo este culebrón del amigo lo provocó la sintomatología envidiosa que sufrió ante mis "Poemas becquerianos y cancionero amoroso", y que la descargó de esa forma tan peculiar, dando un espectáculo que nos dejó alucinados a todos los presentes en aquella jornada literaria tan especial. 

LA PRECOCIDAD EN LOS ESCRITORES (1)

La precocidad en los escritores representa una gran ventaja en el desarrollo de su futuro literario. Pero hay que aclarar algo en este apartado: la precocidad a la hora de comenzar a escribir y la precocidad de lograr abrirse camino en el difícil mundo de la edición y de los premios literarios, que es el sueño dorado de todo escritor, pues cuanto antes los autores desean encontrar el éxito buscado desde sus orígenes. Creo que hay bastante que comentar sobre este tema del comienzo precoz de los escritores. Gracias a este inicio en la literatura, el ya escritor disfruta de haber descubierto este mundo tan hermoso tan pronto, pues el empezar a desarrollar una carrera literaria siempre supone para todo autor una gran ilusión, una inestimable satisfacción y orgullo que inunda de una nueva forma de ver la vida su realidad. Es cierto, la existencia de una persona cambia en muchos aspectos cuando descubre este universo literario que tanto bienestar le transmite. La mente cambia de pensamientos a partir del momento en que el escritor lo siente de verdad, cuando decide tomárselo en serio y un nuevo horizonte llena sus perspectivas de futuro. Cuando una persona comienza a escribir precozmente siente una novedad que siempre es motivo de felicidad haberla descubierto y su mente ya es otra porque no deja de pensar en esta pasión de su vida, no cesan de venirle ideas de obras a escribir en un futuro inmediato e incluso a largo plazo, pues cierto es que hay escritores a los que les surgen proyectos durante su juventud que no van a materializar hasta muchos años de su vida posterior, ya con más madurez creativa. Y esto sucede, está plagada la historia de la literatura de casos así, porque muchos escritores se ven impotentes, no se encuentran preparados para conseguir precozmente obras de gran ambición cuya fuente de inspiración les ha surgido a una temprana edad literaria. En efecto, hay escritores que se empeñan en escribir obras en su juventud para las que aún no se encuentran capacitados --porque en la carrera de todo escritor hace falta un gran rodaje-- y lo que ocurre es que se les atragantan y suelen dejarlas apartadas del resto de la producción que les parece más válida. Son obras que unos deciden destruir por considerarlas ineptas y que no desean que entren en sus obras completas. Otros las dejan para reescribirlas en el futuro y darles una nueva forma y contenido a partir de la versión primitiva. Y finalmente otros las dejan inéditas, porque no desean publicarlas durante su vida. Son las obras inmaduras surgidas en los años precoces de los escritores. Esto no quiere decir que las obras de precocidad sean menos válidas que las de madurez, pues se han dado casos sorprendentes en los que las obras de adolescencia o juventud de un autor son las que más le han inmortalizado y en las que han quedado reflejadas con mayor acierto su talento creativo. 

LA PRECOCIDAD EN LOS ESCRITORES (2)

El escritor precoz debe mentalizarse desde un principio que el camino elegido puede ser muy difícil, pero siempre debe tener paciencia y pensar que una casa no se puede empezar por el tejado. Debe plantearse que es un largo recorrido el que le espera, porque pronto va a observar la gran competencia que existe y las mafias que rodean este mundo injusto, para el que unos nacen con estrellas y otros --la inmensa mayoría-- estrellados. Pero el escritor joven, el que comienza pronto, goza siempre de la gran ventaja de que tiene toda una vida por delante, y si se lo trabaja duro y se mueve mucho y lucha, aún siendo este mundo tan complicado, puede abrirse camino, puede romper cuando menos se lo espere. El escritor debe estar tranquilo, paciente, aunque sufra innumerables fracasos, y no sentirse frustrado por el hecho de recibir rechazos porque lo esencial es que hace realmente lo que le gusta, lo que quiere, y que además no debe perder la esperanza de lograr el reconocimiento algún día. Y además, lo más importante para un escritor precoz es sentirse satisfecho con el resultado de sus obras, que le guste leer y releer lo que ha escrito y que día a día vaya progresando en ideas y estilo. El escritor precoz debe leer mucho y formarse, no creer que todo le va a venir por derecho por mucho que se ponga a escribir. Y debe procurar progresar cuanto más mejor y sentir en todo momento una gran ambición y no desanimarse nunca por muy dificultosa que le parezca en sus tiempos difíciles --los comienzos son siempre difíciles-- la carrera elegida. 

LA PRECOCIDAD EN LOS ESCRITORES (3)

Dentro del tema de la precocidad en los escritores hay un apartado que quiero analizar y es sobre los diferentes géneros literarios, cuál o cuáles suelen ser cultivados más precozmente y los que constituyen obras de madurez literaria. En primer lugar, quiero decir que el género poético es en el que más precozmente se suelen iniciar los escritores en general. Esto no quiere decir que sea siempre así, pues se dan casos de narradores que nunca o casi nunca han cultivado la poesía por no sentirse capacitados para la misma. Y, en cambio, esto sucede, estos escritores suelen ser grandes lectores y admiradores de la poesía y se nutren de las lecturas poéticas más que de otros géneros para desarrollar su obra narrativa, ensayística, etc.  Pero aparte de estos casos tan curiosos que se dan en el mundo de la literatura, la poesía es un género ampliamente leído y escrito durante los años jóvenes de los escritores y muchos de ellos no lo abandonan nunca en su proceso vital: son los auténticos poetas de raza, que hasta trabajan poco otros géneros porque lo suyo es realmente la poesía. Se dan también casos de escritores que comienzan siendo vates y luego se decantan por otros géneros, buscando, en muchos casos, medios literarios con los que ganar más dinero y acceder a un público lector mayor, ya que la novela es el género de moda, el de más alto nivel de ventas. Eso lo buscan muchos autores, pues ya dijo alguien eso de que un novelista es un poeta que quiere ganar dinero. Ahora bien, la novela es un género de madurez, para formarse un novelista requiere muchas lecturas, mucho rodaje literario y aprender. Es fundamental una gran disciplina para novelar y un constante navegar por las típicas problemáticas que se presentan en todas las redacciones novelísticas. La novela, por lo tanto, no es un género precoz, no es una forma muy común de iniciación en los escritores. Y la mayoría de los que lo intentan pronto, suelen fracasar en sus objetivos. Pero esto les sirve para adquirir experiencia y formarse como novelistas, a base de tropiezos y de palos es como consiguen finalmente sus logros los autores. Y sobre este tema tengo que comentar también que la poesía, el cuento, el artículo y las cartas son los géneros más recomendables --a mi parecer-- para hacer una gran formación literaria que pueda desembocar en obras de gran ambición como la novela, el ensayo o el teatro. Quiero aclarar también que no por ello son menos ambiciosos y trascendentes los géneros de iniciación, pues se han dado casos de obras poéticas, cuentísticas, etc. que han logrado un valor y una relevancia en la historia de la literatura comparable a la de muchas otras obras narrativas o ensayísticas o dramáticas de gran notoriedad. 

martes, 30 de marzo de 2021

LA PRECOCIDAD EN LOS ESCRITORES (4)

 El escritor que logra acceder precozmente en el difícil mundo de la edición o de los premios literarios cuenta con la ventaja, con la enorme satisfacción de saborear pronto las mieles del reconocimiento literario y no quedarse dentro del gigantesco pelotón de derrotados, de estrellados  --la mayoría de los escritores, según está concebido el panorama literario actual --. Pero ya dice una frase muy sabia que casi siempre lo bueno tarda más en llegar, y las obras demasiado precoces suelen ser mediocres, aunque son premiadas y editadas no suelen alcanzar una gran difusión, no suelen llegar a cosechar muchos lectores. Por ello, sus jóvenes autores han logrado abrirse camino pronto, pero su éxito es de pacotilla, habrá que esperar,  por lo general,  a que sigan escribiendo más para dar libros de una mayor valía. La precocidad es siempre muy difícil de conseguirla con éxito total, la vida literaria siempre hay que ganársela a pulso, hay que dedicarle muchos años y mucho esfuerzo hasta lograr un reconocimiento relevante. Por ello, llegar a esa situación tan reconfortante, en la que un escritor se ve rodeado de fama y dinero, es consecuencia normalmente de un trabajo muy duro y de no dejar nunca de ser constante. 

sábado, 13 de marzo de 2021

LA POESÍA VANGUARDISTA: ¿CORRUPCIÓN LITERARIA? (1)

Cuando se habla o se escribe en el mundo literario actual de que la poesía vanguardista es una poesía degenerada, hay que considerar varios aspectos que seguidamente paso a analizar en este ensayo. En primer lugar, muchos poetas que siguen la vía clásica de escribir con métrica critican a los que lo hacen en verso libre o versículo, les achacan su falta de talento creativo para dominar la métrica y que se decanten por la poesía facilona. Por el contrario, los líricos clásicos reciben duras críticas por parte de los modernos de que no salen de su jaula, que no se renuevan y están sometidos a un mundo poético sin futuro. A todo esto yo tengo que opinar que de lo que en realidad se trata para el futuro provechoso de la poesía es que se escriban buenos poemas y que se sepa premiar y editar fundamentalmente el buen hacer poético, que es lo que interesa para una óptima aceptación por parte del público lector y un esperanzador porvenir de la poesía. Existen poemas estróficos que no valen nada e igualmente poesía libre que no merece la pena ser leída. En el mundo de la poesía hay de todo. Por ello no se debe achacar si es de calidad o no un poema por la razón de que esté escrito con métrica o no. Ahora bien, en cuanto a los vanguardismos del siglo XX, como el movimiento surrealista, por poner un ejemplo, no se debe de tachar este tipo de poesía de corrupta. Se debe decir que se ha escrito o se escribe poesía surrealista buena y poesía surrealista mala. Y es así, en efecto, porque hay poesía surrealista que yo en un principio era reacio a leer --por la sencilla razón de que tenía un concepto peyorativo de las vanguardias en general--, y que al final me terminó gustando. Descubrí que es una nueva forma de expresión a la que se había recurrido buscando otros horizontes creativos, otros planteamientos estéticos para la poesía y no dejarla encasillada siempre en lo mismo. De lo que se trata es que hay poesía de vanguardia de calidad, que contiene un bello mensaje, que está concebida con estética y que hay que saber comprender. Y por otra parte, poesía de vanguardia que más vale tirarla a la basura porque no expresa nada, no transmite nada hermoso y verdaderamente querer que los lectores se traguen eso es querer tomarles el pelo. Por lo tanto, la poesía vanguardista no se debe etiquetar de que es una corrupción literaria. Se debe decir eso solo de unos tipos de composiciones vanguardistas. Estas últimas, las vanguardias mal concebidas, el abuso que se hace por parte de los malos poetas de las tendencias actuales, desgraciadamente abunda. En efecto, se escribe mucha porquería, no se aprende bien de lo que se lee o se aprende de la mala poesía, creándose un círculo vicioso, o, simplemente, los poetastros escriben pésimas o absurdas creaciones porque no dan más de sí, no tienen talento para hacer poemas que merezcan la pena y que más les valdría que se dedicaran a otra cosa y se arrepintiesen de haber elegido este camino para el que no se encuentran capacitados. 

LA POESÍA VANGUARDISTA: ¿CORRUPCIÓN LITERARIA? (2)

Siguiendo con estas reflexiones en torno a los aspectos formales que presentan las poesías contemporáneas, tengo que decir que el poeta no tiene por qué estar sometido a una rigidez para poder expresarse, si desea comunicar algo no tiene que rodearse de obstáculos que le dificulten o impidan decir todo lo que quiere en el poema. Si la poesía libre careciese de belleza por estar trabajada de esta forma, entonces sería más recomendable para el porvenir de la lírica que se siguieran las formas tradicionales, como se han cultivado durante siglos de historia literaria. Pero a esto último hay que decir: ¿cuántos poemas geniales, cuántas hermosas creaciones líricas en verso libre se han escrito durante muchos años?... Poemas que han impresionado, a veces, a los lectores de poesía, tanto o más que poesías escritas con métrica a lo largo de la historia de la literatura. La poesía libre no es una corrupción, la degeneración consiste en una forma por parte de los poetas actuales de abusar de la libertad y declinarse por los vericuetos del libertinaje. Abusar, claro, no solo de los aspectos formales, sino también de contenido de una manera absurda y sin sentido y parir unos poemas cuyo destino mejor sería el cubo de la basura. 

LA POESÍA VANGUARDISTA: ¿CORRUPCIÓN LITERARIA? (3)

Para concluir estos breves ensayos analizando la poesía actual (por poesía actual me refiero no solo a la última poesía, sino desde cuando comienzan las vanguardias que se desarrollan durante todo el siglo XX, es decir, desde cuando nacen las nuevas formas de escribir poesía), diré que debe existir todo tipo de procedimiento poético, pero siempre y cuando contribuya a enriquecer el patrimonio lírico, es decir, que se escriban buenos poemas, que los leas y te transmitan un mensaje estético y se deje de caer tanto en el absurdo de la mala literatura. Porque a lo largo de la trayectoria de este siglo XX que concluye, existen sobrados ejemplos de poemas vanguardistas geniales, es más, está colmada nuestra poesía de textos valiosos que han hecho historia y trascenderán para siempre en la literatura --sin haber caído sus autores en el absurdo--. Y tengo que decir también que ha sido fundamental para el logro estético de estos poemas el haber sido escritos bajo el procedimiento de la libertad, de ahí que se deba cultivar todo tipo de poesía, pero eso sí, dándole una buena y esencial dosis de arte a toda creación. 

jueves, 11 de marzo de 2021

CRÍTICOS Y LECTORES (1)

Cuando una obra literaria se edita como novedad, generalmente va a recibir un estudio en la prensa, una crítica acerca de todo lo que aporta al panorama literario actual y qué repercusiones puede tener en el futuro, si tal obra consagra a su autor o si hay que esperar a que con la madurez de su oficio pueda dar otras de mayor calidad y trascendencia. Y me he referido a lo que aportan las nuevas obras a la comunidad literaria porque estas novedades, sean del género que sean, deben transmitir a los lectores cosas originales, nuevos horizontes, nuevas vías para la literatura, pero ¡ojo!, siempre y cuando sean obras que transmitan un mensaje estético, que se puedan leer con placer y que no signifiquen para la crítica y para los lectores ninguna de las muchas tomaduras de pelo que se pretenden imponer, como si todos fuésemos unos imbéciles que nos tenemos que tragar tan absurdas novedades, que carecen del más mínimo sentido literario, porque en estas apariciones no se encuentra ni se degusta el arte de ninguna de las maneras. Y ahí está la prueba del caso que todos les hacen a estas supuestas manifestaciones literarias. Ahora bien, hay que tener en cuenta lo que dice la crítica y lo que dicen los lectores. Del mundo de la crítica hay que decir que está constituido por personas muy preparadas, muy profesionales, que suelen tener estudios superiores, son profesores, catedráticos, doctores, etc. Son personas que consagran su vida a la lectura y al estudio y crítica de las novedades que aparecen en el mercado, o bien a la traducción o a la erudición puesta de manifiesto en la investigación literaria de obras antiguas o clásicas o de otros periodos más recientes de la historia de la literatura de los que aún hay mucho que estudiar y aprender. Por lo tanto, el aparato crítico actual hay que aprobarlo y aplaudir en todo momento su gran actividad cultural y su trascendente aportación intelectual al universo de las letras. Y hablo de su labor intelectual porque los críticos son realmente los intelectuales, los que escriben sobre las obras de los autores y las analizan, las comentan, las estudian. Esa es la auténtica actividad intelectual, la otra, la creativa, es una labor artística, pero rara vez puede ser considerada como una tarea intelectual. 

CRÍTICOS Y LECTORES (2)

Centrándome en la crítica de actualidad, es decir, la que juzga la aparición de las novedades editoriales, tendré que decir que a pesar de su profesionalidad, muchas veces se equivoca a la hora de aprobar o desacreditar la obra literaria que ha sido editada. Y digo esto porque son los lectores los que mandan y los que tienen la auténtica y definitiva palabra. Se dan casos en los que la crítica saluda con total elogio la aparición de una determinada obra y luego el público lector no le hace el menor caso. ¿Quién lleva, por lo tanto, la razón? ¿Un reducido grupo de críticos o una amplia sociedad de lectores? Son los lectores quienes deciden, quienes se gastan el dinero en comprar los libros porque confían en que les van a gustar y que no suelen tener en cuenta las consideraciones de la comunidad literaria, porque actúan con su criterio personal y hacen con su dinero a la hora de comprar libros según estiman conveniente. Se dan todos los casos en este complejo mundo de la literatura, porque el arte es así de original y obras a la que la crítica no les presta la debida aceptación, o que suelen pasar desapercibidas en comparación con otras y que sin embargo alcanzan gran éxito por parte de los lectores. Estos dos casos anteriores se dan en el panorama de nuestras letras, pero cuando una obra adquiere gran aceptación por parte de la crítica, cuando hay elogios indiscutibles en todo el ambiente intelectual y lo corroboran además con total rotundidad los lectores, entonces es cuando se puede decir que nos encontramos ante un auténtico mito literario, ante una obra ejemplar que hará historia en los manuales, en los diccionarios, en las enciclopedias, en la historia literaria en definitiva. Siempre que un libro tenga una considerable aceptación por parte de los lectores, el libro va a trascender, porque es la sociedad la que determina, la que decide por su interés en leer y absorber la belleza, la calidad del libro elegido. 

LITERATURA Y SOCIEDAD

 A lo largo de la historia se han escrito obras literarias que han causado verdaderos impactos en la sociedad. En efecto, se han dado casos durante muchos periodos de la historia de auténticas modas, revoluciones, hechos que han marcado determinadas formas de vida y todo ello se ha producido por la aparición de esas obras literarias que han transmitido esas fiebres en la sociedad. Esta realidad ha sido más fecunda aún con la llegada de la modernidad, con la invención del cine y, posteriormente, de la televisión. Basta que aparezca una especial obra literaria que tenga una gran aceptación en la sociedad y se difunda con éxito, para que sea llevada al cine, al video y a la televisión y se creen auténticos fenómenos de masas, en los que no se deja de hablar de este libro y de esta película que han abierto una nueva moda que hará épocas, hasta que sea sustituida por nuevas corrientes de actualidad, por nuevos boom de los que las sociedades actuales están expectantes de que aparezcan para dar un nuevo interés e ilusión a la vida y que no transcurra con monotonía. Para eso está el talento de los escritores, y ha estado siempre, porque vino la auténtica revelación en el cine, originada por la adaptación de las obras de tantos geniales escritores del pasado que dejaron su particular y especial legado que ha sido comercializado y popularizado aún más, hasta el punto de que ha beneficiado a la literatura y a la difusión de la lectura, pues muchas personas que no solían leer han buscado y han encontrado esta pasión motivadas por la curiosidad y la atracción que les ha despertado ver esa película, cuyo entusiasmo quieren hacerlo extensible también a la lectura de la novela, el cuento o la obra teatral. Y muchas veces quedan aún más satisfechos con la lectura del libro, pues han encontrado una mayor creatividad y belleza en la obra literaria que en su adaptación audiovisual. Adquieren una gran atracción en la sociedad las series televisivas de varios capítulos que recuerdan a los inolvidables personajes de la historia --y no solo los relacionados con la literatura--, o series que en muchos casos adaptan con gran acierto de obras literarias, tal y como se ha hecho en el cine. Y estas producciones ponen de moda estas obras y llevan a muchos lectores que no las habían leído a descubrirlas, o a los que ya las habían leído les apetece recordarlas otra vez. Estos son los grandes impactos que genera la literatura y que gracias a los grandes inventos del actual siglo que termina hacen aún más atractiva la belleza del arte, se propaga con mayor facilidad y beneficia a todas las sociedades en general. 

sábado, 6 de marzo de 2021

INSPIRACIÓN

La inspiración ha sido definida por muchos escritores y teóricos de la literatura de distinta forma. Yo voy a reflejar en este ensayo mi visión de la inspiración desde mi particular criterio, o sea, partiendo desde mi propia experiencia como escritor, de cómo la he ido observando, cómo he convivido con ella en mi trayectoria literaria a lo largo de bastantes años. En primer lugar tengo que decir que para mí la inspiración es el momento, el tiempo, la circunstancia vital en la que la mente está más preparada, más en forma, para ejercer la actividad literaria o artística en general. Tal y como sucede en el mundo del deporte (por poner un ejemplo que no esté tan relacionado con el arte) hay veces en que los deportistas están más aptos para el juego, están con mayores dosis de acierto que en otras ocasiones en las que todo no les sale bien. Esto es por la inspiración, por la mayor o menor psicología que se posee para realizar, en este caso, la actividad deportiva. A mi juicio, esto es la inspiración. Cuando un escritor está inspirado es cuando suele plasmar con más acierto su literatura, es cuando su mente está más en condiciones para escribir, es cuando su cerebro rinde más y mejor a la hora de expresar todo lo que quiere con la mayor dosis de acierto posible. Si el escritor no se encuentra en ocasiones estimulado, no se encuentra preparado, no se siente inspirado en definitiva, sucederá en bastantes de estos casos que la tarea literaria le costará más esfuerzo, más tensión y quizás acierte menos en sus objetivos y no quede satisfecho. Esto suele ocurrir, según mis experiencias a lo largo de muchos años, pues no hay mejor situación para los escritores que saber aprovechar con intensidad sus mejores momentos de inspiración. 

DISCIPLINA

 La disciplina es la auto--obligación que se impone el escritor de escribir, de forzarse a hacerlo aunque no tenga ganas, aunque no se encuentre en situación óptima para enfrentarse al trabajo de la escritura. Hay escritores que se esfuerzan, se disciplinan para escribir y lo consideran como una obligación, al igual que lo es para todo ciudadano ejercer su profesión y tener que madrugar y vérselas con su tarea laboral para poder ganarse un sueldo como medio de vida. En efecto, hay escritores que se toman muy en serio su actividad creativa, y se vuelcan con mucha disciplina por lo que es la razón, la ilusión, el trabajo, la profesión que quieren en su vida. La disciplina es el ejercicio de la literatura "a la fuerza", es enfrentarse al folio en blanco con regularidad, o bien al ordenador y no descuidar esta actividad por otras razones o descuidarla muy poco y rendir cuentas con empeño con lo que es lo que más le gusta al escritor hacer. Según mi criterio personal, la "inspiración" y la "disciplina" no son incompatibles: ambas existen en la actividad literaria y creadora en general y ambas conviven en la tarea del artista. Porque hay escritores que suelen escribir solo cuando están inspirados y otros que lo hacen con disciplina --los escritores prolíficos--Pero es cierto que los escritores que se esfuerzan, que se autoimpulsan para escribir, hay veces que están inspirados y les salen mejor sus creaciones, que otras veces en las que tropiezan y caen en obras de bajo nivel literario. Por lo tanto, la inspiración y la disciplina son dos realidades en la actividad del escritor, son compatibles --porque se pueden dar simultáneamente en su oficio--, y han formado parte siempre de su actitud vital, de su psicología a la hora de enfrentarse a la ardua y sacrificada labor creativa. 

viernes, 5 de marzo de 2021

TENSIÓN--CONCENTRACIÓN

La tensión física es inevitable en el escritor cuando está ejerciendo su actividad literaria. En efecto, el escritor desde el momento en que se pone a escribir siente una gran tensión en el cuerpo. Esto es debido a la concentración de la mente --a las vueltas que da el cerebro pensando con intensidad para desarrollar el escrito--, que genera inmediatamente tensión en el resto del cuerpo, sobre todo en las extremidades inferiores. Por lo tanto, la tensión y la concentración, aunque son cosas distintas, van íntimamente ligadas las dos. La concentración de la mente en el acto de escribir produce de inmediato tensión física y es esta una situación incómoda para el escritor, pero lo es más sin duda la inseguridad, que paso a analizar en el próximo ensayo. 

INSEGURIDAD

La inseguridad a la hora de escribir es el principal problema al que se tiene que enfrentar el escritor. En efecto, cuando el escritor se va a poner a escribir no se siente seguro, es una sensación de inquietud e incomodidad, porque siempre duda de si le va a salir el escrito como desea verdaderamente que le salga. La actividad literaria es difícil de cuajar con éxito, no siempre el escritor va a sentirse satisfecho con ella y esto genera malestar, pues resulta angustioso ponerse a escribir y no materializar con acierto lo que se desea. Es una labor a la que no gusta enfrentarse, gusta, según el testimonio de muchos escritores, haberla realizado. Son los momentos previos a ponerse a escribir en los que el autor se siente más inseguro, con más miedo a realizar una tarea compleja, tensa y trabajosa que no es lo grata que mucha gente se cree. El escritor difícilmente disfruta cuando escribe y menos cuando siente el miedo de la inseguridad antes de escribir. El escritor cuando de verdad goza es al terminar de hacerlo, cuando siente satisfacción y bienestar por el objetivo conseguido. Pero antes de sentir este inmenso regocijo tendrá que pasar por el calvario de la inseguridad y del duro trabajo después (el acto de la creación), aunque es siempre la primera el principal problema, el principal escollo al que todo escritor debe vencer cuantas más veces mejor en el desarrollo de su carrera literaria. 

LOS CONCURSOS POÉTICOS (1)

Podría resultar un tema significativo analizar el panorama de los concursos literarios --y más concretamente de los poéticos, sobre los que me voy a centrar--, que tanto proliferan en el ambiente cultural de la vida española. Efectivamente, se convocan premios por todas partes, en todo el país no dejan de hacerse públicos toda clase de concursos, con los que se pretende reconocer y valorar las creaciones de los escritores, el fomento y la difusión de las letras. Pero es la poesía --según mi observación personal--, el género donde parece existir más desorganización y más descontrol y expongo estos calificativos por varias razones. En primer lugar, diré que la mayor parte de estos premios poéticos tienen una sola dotación, no se suelen otorgar en esta modalidad --en la que más precozmente se suelen iniciar los escritores en general--, accésits o premios secundarios, que los considero como una medida fundamental para reconocer a más de un poeta y no mandar a la frustración a la totalidad restante, que en la mayor parte de las ocasiones es extremadamente numerosa. La prueba está --y valga como ejemplo comparativo--, en los concursos de cuentos o relatos cortos, de los que cito dos muy conocidos, como son el "Hucha de oro" y el "Narraciones breves Antonio Machado", que cuentan con un número significativo de premios con los que se valora de una manera más amplia y diversa el apartado creativo en cuanto a este género se refiere. En efecto, yo pienso que con los concursos poéticos debería suceder algo semejante, y si la dotación económica recayese en un solo galardonado, al menos se pueden hacer selecciones finales entre las obras presentadas y ser publicadas en la colección a la que va destinada la obra ganadora. Esto lo considero más positivo que hacer la masacre de quemar y destrozar todas las ilusiones enviadas --como hacen la inmensa mayoría de los organizadores de estos certámenes--, dejando a tantísimos participantes sin la posibilidad de la publicación que les permita abrirse camino en este difícil mundo de la literatura. Pero esta falta de organización no radica solo en este aspecto comentado. Es injusto también el sistema de fallo de los premios en cuanto a las comisiones de lectura o jurados de preselección, a quienes muchos poetas no los consideran debidamente capacitados, y la prueba está que en ocasiones se ha dado la circunstancia de que cuando se reúne el jurado poético para decidir quién va a ser el galardonado se encuentran con un nivel muy bajo en las obras finalistas. Y esto último se puede ejemplificar con lo que sucedió en un premio muy conocido, en el que los miembros del jurado poético se quejaban de los libros preseleccionados, calificándolos de faltos de personalidad y de muy baja calidad. Yo considero que deben ser las figuras poéticas las encargadas de la lectura total de los libros presentados a concurso y no decidirse el fallo por medio de estos jurados previos. Por otra parte... ¿Resulta justo y razonable que un premio tan importante como el Juan Ramón Jiménez tarde en fallarse menos de quince días, cuando suelen presentarse varios centenares de manuscritos con una extensión mínima cada uno de ellos de quinientos versos? La verdad es que es triste y lamentable la situación de desorganización, crisis e injusticia en la que convive el género poético en España. 

jueves, 4 de marzo de 2021

LOS CONCURSOS POÉTICOS (2)

Son muchos los concursos de poesía que se convocan anualmente en España, pero si no cumplen el importante y esencial objetivo de reconocer la labor poética de los autores presentados con acierto, generosidad y garantías, sirven de muy poco para ampliar y elevar el nivel cultural y el apoyo a las nuevas generaciones de poetas que surgen en el horizonte de nuestras letras. En primer lugar, los poetas no tienen que presentarse a un premio con la ilusión y la esperanza de que les vaya a tocar la lotería. Yo pienso que deben llevar en sus entregas más posibilidades de ser reconocidos porque según se conciben estos concursos, han quedado como una ruleta de la fortuna en la que solamente será valorado un poeta, y, en raras ocasiones, alguno más, y la gigantesca masa de obras enviadas se destinarán a su destrucción, otras en la menor parte de los casos, serán recogidas por los autores o devueltas por correo --esta última postura la adoptan, siempre con clara muestra de honradez y buen hacer, una mínima parte de las instituciones convocantes--. Pero de este mundo injusto de los premios de poesía, de su execrable organización, tengo que decir que muchos están manipulados, se les dan a los amigos --otro tema a debatir--, y se atormenta a tantos autores con el rechazo y el fracaso y todo esto sucede por no modificar esta política cultural que tanto está dañando el mundo de los poetas y de la poesía. No se pueden organizar estos premios para unos pocos, no deben ser loterías en las que tantos --la inmensa mayoría--, tengan que resignarse a dejar sus libros en el cajón después de haberlo intentado en uno y otro lugar sin éxito, y que su obras queden anuladas, incomprendidas y enterradas, quizás para siempre,  por la falta de apoyo de los jurados y, sobre todo, de los organizadores. Como ya he referido en el anterior ensayo, no es positivo el sistema de preselección pues debe de ser un jurado poético quien se encargue de leer las obras y decida cuáles van a ser las premiadas --¡y no una sola, que ya está bien!--, porque, sin duda, entre tan ingente cantidad de poemarios presentados siempre se pueden encontrar algunos con buen nivel, con una calidad aceptable, que merezcan su publicación y que no sea uno solo el que se lleve todo el reconocimiento. Este sería, a mi juicio, el método razonable de actuar en estos premios, es imprescindible que se hagan selecciones y se publiquen muchas obras que se lo merezcan. Y creo estar en el acierto al exponer un claro ejemplo de un premio, en este caso el que organiza una editorial y en el que se superan en cada convocatoria los trescientos libros presentados. Este éxito no se debe a la dotación económica del concurso, que no la tiene, es la oferta de la editorial de la publicación de las obras que les interesen al jurado, además de la ganadora y de la finalista. En este caso, los poetas buscan desesperadamente la publicación a través del premio y es esta oferta lo que hace que tenga tanta aceptación, tan gran nivel de concurrencia esta convocatoria que anualmente realiza esta editorial de poesía. Mucho más éxito que el obtenido por los premios de amplia dotación económica --ayuntamientos, diputaciones, fundaciones, etc.-- pero en los que siempre habrá que jugar a la lotería de llegar a ser el único ganador, para que después del resultado frustrante de todos los participantes --a excepción del solitario beneficiado--, no tengan acceso ni a la publicación ni a nada y sus ilusiones queden abrasadas en el fuego destructor de los organizadores del prestigioso y bien dotado certamen de poesía. 

martes, 2 de marzo de 2021

LOS CONCURSOS POÉTICOS (3)

Se dan casos en que los premios se otorgan a obras que se lo merecen verdaderamente, que constituyen un claro acierto, que trascienden con los años y que son obras indispensables que marcan el buen hacer poético para la historia literaria. Pero, sin embargo, en estos escrutinios quedan rechazados y olvidados poemarios que también merecen conseguir algo, al menos su publicación, y que se lo impiden la deficiente organización de estos premios. Esta es una herida que padece el mundo de la poesía, como también lo es que se valoren obras y vean la luz por el simple hecho de que sea un amigo al que tiene que ir por la fuerza destinado el galardón. Es por ello por lo que se hace necesario y urgente para una mayor valoración de la poesía, que se editen más poemarios además del ganador. Solo así se podría sacar de la crisis a este género tan especulado, corrupto e injusto. Solo así se hará más justicia y valoración a unos seres enfermizos que tanta frustración y tristeza padecen porque no encuentran quienes les escuchen, quienes les otorguen luz a sus poemas, quienes, en definitiva, saquen adelante lo que desean expresar y que les dejen de una vez ser poetas, ser lo que son, lejos de tanta mafia, especulación y rechazo en este injusto y difícil mundo del arte que solo está beneficiando a unos pocos. Son poetas --y me refiero a estos pocos--, que con su suerte y enchufe, se lo están llevando todo y sacando tajada, muchas veces sin merecerlo. Y digo esto porque no deja de ser decepcionante para los poetas  --que no para el público, que no hace caso a esos libritos de poesía de tan pésima calidad--, el contemplar que se premien, o sea, que se pague tanto dinero y se publiquen unos poemarios que no tienen ni pies ni cabeza y que nadie soporta su lectura: eso está a la orden del día, no hay nada más que visitar las librerías y comprobarlo. Por otra parte, se crea un círculo vicioso... ¿Acaso Dante escribió la "Divina comedia" para presentarla a un concurso? Sucede que muchos poetas aprenden de las nuevas modas, heredan los vanguardismos mal concebidos, se dejan llevar por las últimas tendencias deshumanizadoras y siguen las huellas de los malos poetas, creyendo algunos que así también van a conseguir premios, escribiendo poemarios muy "originales y novedosos" con los que intentar abrirse camino, en vez de aprender de los grandes clásicos, de los buenos poetas del pasado que se pueden encontrar en tantas literaturas. Porque en las denominadas vanguardias también existen poemas geniales, pero se debe aprender de ellos positivamente y no realizar ese juego de especulación y arbitrariedad que está contaminando la poesía y que los premios se encargarán de pagarlas con buenas dotaciones y de editarlas, aunque, eso sí, con una mínima posibilidad de que vayan a ser leídas. No se lee poesía porque se publican pocos libros buenos y los que realmente merecen la pena también suelen pasar desapercibidos, por lo infectadas que están las estanterías de las librerías de tantas obras malas, que solapan a las de calidad, y por los precios tan excesivamente caros que suelen ponerles, sobre todo a las novedades. 

lunes, 1 de marzo de 2021

EL NIVEL DE LECTURA

 Es muy evidente que el nivel de lectores en la actualidad ha decrecido notablemente con respecto a décadas anteriores. El motivo principal de esta decadencia del interés por los libros y la cultura es el abuso de la tecnología, pero la tecnología se puede utilizar como herramienta de lectura, pero mayormente no se hace así: abunda más la fiebre por los WhatsApp, los juegos, los videos, Facebook, Twitter, Instagram, etc. Todos estos inventos han drogado a una gran parte de la sociedad actual y han provocado que disminuya el interés y la atracción por los buenos libros. La prueba está en los autobuses, el metro, en los parques o en las salas de esperas: antes en estos lugares era frecuente ver a ciudadanos leyendo ensimismados y ahora resulta rarísimo ver a alguien con un libro. Móviles, móviles y más móviles. Pero he observado que los que los manejan no los suelen usar para leer blogs, consultar el diccionario en Google, leer la Wikipedia, etc. Lo suelen hacer para las historias que están tanto de moda y estas maravillas tecnológicas no son aprovechadas con el nivel cultural que es de desear. 

LA LECTURA

 La lectura puede resultar como una evasión o un desahogo ante la rutina del trabajo o de las actividades cotidianas. Te transporta a realidades diferentes de las que vives o estados de ánimo que no habías experimentado. Leer es una eficaz y relajante forma de cambiar la realidad y palpitar o descubrir nuevos horizontes vitales. Pero son muchas las personas que desgraciadamente no lo saben descubrir o no les apetece. Leer es aventurarse a conocer mundos nuevos. En las novelas, te sumerges en diferentes historias y situaciones según el tipo de narraciones que leas. Si lees una novela de aventuras, te invita a soñar. Si es amorosa, a apasionarte. Si es psicológica, te hace pensar. Si es erótica, te estimula. Si es histórica, te transporta al pasado de la humanidad... Eso en cuanto al género novelístico. Si lees poesía, sentirás muchas veces emociones o estados de ánimo que te llegarán al corazón. Si lees ensayos, reflexionas y meditas y conoces teorías y opiniones. Si lees teatro, las acciones de los personajes parece que las estuvieras viviendo en directo. 

MEMORIA Y CONOCIMIENTO

Me entero con estupor e indignación a lo que estamos llegando. Grandes empresas patrocinan, junto a las autoridades educativas, que ven muy adecuada la necia y disparatada iniciativa, de que los estudiantes de hoy y del futuro lo que necesitan es desarrollar las emociones y con esto conseguir ser receptivos y empáticos. Con esto nada más pretenden estos supuestos versados ​​educativos de ahora que los estudiantes y todas las personas cultiven su intelecto y que mediante estos modernos criterios pedagógicos evolucione y progrese la sociedad. Y ahora resulta que el utilizar la memoria y adquirir conocimientos y leer no sirve para nada y esto hay que dejarlo a un lado. Aquí de lo que se trata es de "empatizar" y "socializar" y utilizar otras habilidades para ser mejores. Y que el mundo va a deducirse más feliz con estas doctrinas educativas que nos desean imponer estos señores para crear en realidad una sociedad de analfabetos, iletrados e ignorantes. Increíble pero cierto hacia dónde nos quieren llevar y lo peor de todo es que nos dejemos conducir por estos caminos desastrosos que nos buscan y que no son otra cosa que una gran ruina para la Humanidad. Tener un bagaje de conocimientos es primordial en la formación cultural, moral, artística o humana. La memoria nos nutre de sabiduría y es una de las fuentes de la inteligencia, como lo son la creatividad, la imaginación y la razón. Todo lo que vemos lo vemos desde la memoria y necesitamos aprender muchas cosas para saber mirar. La memoria es sobre todo cultura, ya que a través de ella adquirimos sabiduría.