miércoles, 27 de octubre de 2021

NOCTURNO EN SEVILLA

Disfrutar de las noches de Sevilla

con el ambiente de la movida alegre

en esos fines de semana atractivos.

La ciudad nocturna es una delicia,

el embrujo que es cruzar los puentes

con el Guadalquivir brillante y las luces

de todo el paseo de Colón y la calle Betis

atestada de gente ilusionada y con ganas

de gozar intensamente la jornada. 

Sevilla nocturna, la belleza de pasear

y de pasarlo bien en sus bares de copas, 

de palpitar con todos los encantos y dichas

que se pueden compartir en esta hermosa 

ciudad de María Santísima. 

Noches estrelladas y preciosas de Sevilla, 

el salero que es absorber la maravilla

que ofrecen a todo el que se lanza

a su movida y a su entorno interesantes. 

Nocturno de fiesta en Sevilla, la dulzura 

de una urbe con gracia y con donaire, 

donde se vive la vida con todo el arte. 

Las noches sevillanas son de ensueño 

y con una magia que seduce y enamora. 


martes, 26 de octubre de 2021

1984

Es un año clave y de gran importancia

y trascendencia para mi vida de siempre.

Fue el año en el que me surgió la pasión

por escribir, en el que estalló con poderío

la ilusión y los sueños literarios en mi mente.

Comencé a escribir y todo vino acompañado

por una fantasía y una felicidad inmensas. 

La alegría de vivir y las ambiciones

se dispararon con intensidad y emociones 

en el panorama adolescente de mi vida

de entonces. Tenía tan solo diecisiete años

y toda una vida creativa por delante 

me esperaba con expectativas enormes. 

Era un horizonte artístico muy amplio

en el que me aventuraba y era consciente 

de que tenía que decir mucho, 

de que tenía que aportar mucha literatura

al ambiente de la cultura española,

de que me veía capacitado y en forma

para desarrollar una gran carrera literaria

y que todo había arrancado por derecho

y firmemente en mi realidad de entonces.

Fue un año difícil y complicado en mi vida.

Padecía una euforia y unos trastornos psíquicos

de gravedad porque la salud por aquella época

por desgracia no me acompañaba y la agitación

y la locura dominaban mi realidad y todo

fue oscuro y con problemas y me pasaron

cosas y la vida no transcurrió para nada

con normalidad. Año convulso y conflictivo

pero en el que al final todo se tranquilizó

y me recuperé bastante de mis desequilibrios

y en todo esto fue mi clave y redención 

la aventura creativa porque fue una terapia 

que me liberó de mis contratiempos de salud. 

Un año especial, vital y trascendente

para mi vida de siempre, es el año

que más he recordado con cariño a lo largo 

de toda mi vida, el año que me hizo escritor

y que a raíz de esto me salvó 

de una situación delicada que padecía. 

Año esencial en mi vida para siempre. 

LA MAGIA DE LA ILUSIÓN

Es fundamental en la vida humana

sentir día a día la magia de la ilusión.

Es algo que se hace siempre muy necesario

para la evolución positiva y favorable

de la realidad de nuestra existencia.

Vivir rodeado de ilusiones, cuantas más

mejor, gozar de un paraíso de sueños,

llenarte de fantasías hermosas por hacer

cosas que te satisfagan y sentir aspiraciones, 

esos deseos intensos de conseguir realizaciones

que consideras muy relevantes en tu vida. 

Esta es la mejor filosofía para caminar 

provechosamente en nuestra existencia, 

la ilusión tenerla presente en todo momento. 

Ilusiones cuantas más mejor, una detrás

de otra y no cesar de cultivarlas y desarrollarlas

durante nuestro transcurrir cotidiano. 

Pasión por el trabajo, por realizarte siempre 

profesionalmente, por aportar tu grano de arena 

a la sociedad, por contribuir con tu esfuerzo 

al bien de todos. Experimentar toda clase 

de ilusiones y aferrarte a ellas de manera 

intensa y explotarlas y sacarles partido

con toda la alegría y gozo del mundo. 

Solo de esta forma el transcurso de nuestra vida 

nos puede ir de forma bella y feliz 

porque de no ser así caemos en el pozo

oscuro de las tristezas y las depresiones, 

de la vida anodina, aburrida y sin sentido, 

de la angustia, la desazón y el malestar 

que hacen de nuestra realidad un infierno 

y un laberinto negativo del que se debe

intentar salir cuanto antes buscando 

ilusiones y esperanzas que nos hagan 

sentirnos mucho mejor y darle un enfoque 

de sentido positivo y optimista y alegre 

a la verdad de nuestra vida y de nuestro 

paso por este mundo que debe ser siempre hermoso. 

BOHEMIA LITERARIA

Siempre he sido un bohemio declarado.

Me he dejado arrastrar por la vida

desordenada del típico artista

que espera mucho de lo que hace

y al final una y otra vez no consigue

lo que son sus sueños y no halla nada. 

Desde un principio fui disciplinado

y puse toda mi fe en el trabajo 

y en el talento que imprimía 

en lo que realizaba y que casi siempre 

quedaba satisfecho con los resultados. 

A pesar de los constantes fracasos

recibidos durante muchos años 

nunca he querido perder la esperanza

de lograr la tan ansiada oportunidad

de culminar el sueño de toda una vida,

de resistir pasara lo que pasara,

porque todo es cuestión de insistir

y resistir porque el que resiste, gana. 

Han sido demasiados años de lucha, 

de esfuerzo y de sacrificios inmensos, 

de vida bohemia con muy pocas garantías 

de ver cumplidas las arduas aspiraciones, 

de triunfos, de fama o de gloria en vida. 

Después de cerca de cuatro décadas 

esto se ha alargado demasiado 

y uno merece ya muchas respuestas 

a tanto como se ha caminado, 

los frutos deben de llegar y la justicia 

literaria tiene que aflorar en mi vida. 

Demasiada bohemia, demasiada carrera 

desarrollada para tan pocas satisfacciones. 

Que la aurora de una nueva realidad

ilumine la inmensa obra acumulada

de quien ha consagrado toda una vida

a la belleza del arte de la palabra. 

lunes, 25 de octubre de 2021

DÍAS EN LAS BIBLIOTECAS

Fue un paraíso descubrir de adolescente

las primeras bibliotecas públicas. Nunca

me había sentido tan ilusionado y tan a gusto

como me encontraba en estos estupendos

lugares de la cultura. Tantos libros de todas

las materias y saberes, de todos los géneros, 

disponer de tanta sabiduría para elegir

lo que quisiera, me hizo vibrar de estímulo, 

de gozo y de un encanto irresistible. 

En mis visitas cuando yo era adolescente 

a estas primeras bibliotecas públicas que conocí, 

me sentí entusiasmado como nunca

por el mundo impresionante de los libros 

y todos los conocimientos que transmiten, 

todas las preciosidades y curiosidades, 

las informaciones e historias y todo el universo 

del saber veía que lo tenía al alcance 

para elegir siempre lo que deseara

en el latir intelectual que me esperaba. 

A partir de entonces las bibliotecas 

son para mí auténticos paraísos, 

los lugares donde más me gusta estar

y donde más feliz me siento. 

Estar acompañado de la cultura, 

y del arte y de la ciencia, 

es la mejor compañía. Vivir rodeado

de libros es donde mejor se vive, 

es donde mejor se puede estar

y las bibliotecas hay que visitarlas

cuanto más mejor y sacarle todo

el fruto que se pueda al universo

tan maravilloso que guardan

para todo el que lo quiera. 



FINAL DEL VERANO

Siempre acojo con deseo el final

del verano. Llega un momento 

en que la rutina de la vida hedonista 

se hace pesada, me canso del estío 

y de la inactividad y quiero volver 

al dinamismo y la vida normal 

de la ciudad. Me gusta más el ambiente 

de la cotidianidad urbana porque ofrece 

un mosaico más amplio de quehaceres, 

una serie de actividades interesantes 

que en época de vacaciones no existe. 

La vida durante el año es variada

y el verano me aburre y me gusta poco. 

Cuando agosto llega yo me siento 

que quiero el movimiento usual de Sevilla 

durante el año, su trajín habitual, 

y que el verano y su pasividad, 

de repetir sus anodinas vivencias

se acabe cuanto antes. El estío

no es lo mío, las calores y la vida

tan paralizada por las vacaciones 

me produce crisis de agobio y fastidio. 

Cuando llega el final del verano 

lo vivo con placer y agrado, con el bienestar 

de recuperar la actividad común, de volver

a la vida acostumbrada y nada de estrés, 

ni de depresiones postvacacionales porque debe

haber de todo y el hedonismo constante 

no puede existir porque acabaría con todo

y la vida humana no podría desarrollarse

y realizarse jamás. 

VERANOS LITERARIOS

Fue una realidad sugestiva y atrayente

iniciar la aventura literaria de mi vida

en el periodo vacacional de los veranos.

En estas etapas relajantes y apacibles

me dediqué con ilusión y confianza 

al arte de la creación con impulsión

exagerada. La disciplina y el entusiasmo, 

la pasión por producir nuevas obras

fue el tema dominante de mi vida 

en estos meses de relax y de descanso. 

Veranos de fecundidad ingeniosa, 

mañanas y tardes trabajando con esfuerzo 

en la acogedora biblioteca de la playa, 

volcado en el bello arte de la palabra, 

produciendo con un entusiasmo inmenso 

y cuajando variedad de obras literarias. 

Veranos creativos en mi vida, en ellos

me empleé con más energía que nunca

por este mundo de encanto delicioso, 

por esta maravilla humana de excelencia 

que me satisfizo de plenitud y de gozo. 

Temporadas estivales dedicadas por entero

al universo de este arte que brotaba

de mis entrañas palpitantes de poeta, 

de narraciones de cuentos y novelas, 

de emanaciones de mi propia biografía 

y de artículos y ensayos y otros escritos 

que son la fuente y la razón sublime

de todo el panorama cautivante de mi vida. 

domingo, 24 de octubre de 2021

MISIVAS A LOS AMIGOS

Fueron muchos años de intensas relaciones

que también se manifestaron vivamente

con nuestras correspondencias epistolares. 

Las cartas tradicionales manuscritas

que con tanta ilusión nos escribíamos, 

testimonios de la amistad de entonces 

y que hoy día todo eso se ha perdido. 

Ya no gozo de la ilusión y el atractivo 

de escribir a los amigos. 

Ya no existe esa comunicación emotiva 

que poco a poco se fue perdiendo, 

porque unos amigos se esfumaron

y ya viven su vida y nada más 

y porque otros se perdieron

por su nefasto comportamiento. 

Y otros a los que la muerte 

se los llevó y me los arrebató 

de mi vida para siempre. 

Fue una etapa mágica que duró 

muchos años, la aventura de escribirnos

fue fecunda y talentosa mucho tiempo 

y todos esperábamos con deseos y con ansias

recibir contestaciones, era muy grata

la sensación de coger del buzón 

la carta afectuosa de un amigo

y darte el placer relajante de leerla. 

Hoy día todo eso se ha perdido 

y entre la gente es una cosa

que ya no se lleva, pues aquí lo que vale

es hacerlo a través de las tecnologías 

y esta tradición de siempre se ha extinguido 

o se cultiva muy poco, casi nada.

Pero las cartas que yo escribí

a mis amigos de entonces, cartas

que eran muchas plenamente literarias, 

van a quedar dentro de mi obra

porque forman un gran epistolario, 

con indudables virtudes literarias, 

retazos de mi vida y experiencias, 

nítidos ejemplos de mi biografía. 

Una etapa hermosa y deslumbrante, 

variada, copiosa y con mucha riqueza 

que ya es razón de mi vida para siempre. 


LA LEYENDA DE LA SOLEDAD

Paseaba por las infinitas playas del olvido.

Se perdió la intimidad de los amigos

y el corazón ahora solitario

camina sin rumbo hacia ninguna parte.

La ausencia siempre del amor,

los corazones anhelados tan perdidos,

la escasa limpidez de las personas

que un día te aprecian y más tarde te dejan

y renuncian a una relación tan dilatada. 

Paseaba por los jardines y los parques 

ausentes de flores, de olores y de primaveras. 

Colmado de soledad, de tristezas

y de recuerdos. Memoria de una vida 

feliz que al final se esfumó para siempre. 

Paseaba por los atardeceres húmedos, 

con cielos oscuros y sin atractivos vitales, 

el declive de una vida que se hace patente, 

los años pasados y las soledades presentes, 

la memoria dichosa y ahora un mundo vacío, 

la luz pasada hoy día hecha sombra, 

la alegría y el gozo de vivir 

apagados y sin retorno posible

o al menos eso es lo que parece. 

Pero el corazón solitario que vaga abandonado

de amor, de cariño o de afecto y estima, 

repudiado de manera injusta y miserable, 

busca objetivos siempre insondables

pero en absoluto imposibles

y menos después de tantos años de lucha, 

de esfuerzo, de tesón, de trabajo obstinado, 

siempre duro y sacrificado, descargando 

mucho talento porque el alma creadora

siempre late y nunca cesa y no lo deja. 

El corazón pasea solo, transcurre en el presente

y recuerda algunas veces, pero ya no tanto

porque toda esa nostalgia amarga

es algo que no merece la pena y carece 

de sentido o interés. El mundo es veleidoso, 

tan pronto es una cosa y luego mejor otra, 

pero la vida también tiene muchos sabores, 

y diamantinas esperanzas que no se pierden

y que darán sus frutos más pronto o más tarde. 

Cuando el éxito fulgurante amanezca

no habrá nunca retorno ni dicha posible. 

domingo, 22 de agosto de 2021

1000 PUBLICACIONES EN EL BLOG DE MARTÍN ISIDRO

Mi nombre es Martín Isidro Vázquez León y soy un escritor nacido y residente en Sevilla (ESPAÑA) y en la actualidad tengo 54 años. Mi blog, creado en el año 2015, ha llegado a las 1000 publicaciones. Con motivo de haber alcanzado esta cifra, quiero tener unas palabras de agradecimiento a todos los lectores, pues desde que comencé a publicar, no he dejado de tener seguidores en todo el mundo, siendo USA el país donde más se me ha visitado después de España. Quiero enviar también un saludo de gratitud a un lector de la vecina Portugal, que ha seguido con mucho interés y constancia todas las publicaciones de mi blog. Con el deseo y la ilusión de que EL BLOG DE MARTÍN ISIDRO siga teniendo adeptos en el futuro, tan solo deciros a todos:

                                                        ¡¡MUCHAS GRACIAS!!

                                           MARTÍN ISIDRO VÁZQUEZ LEÓN

                                                         Sevilla, agosto de 2021 

PERSEVERANCIA

Es evidente que el mundo avanza y sigue para adelante porque existen muchas personas trabajadoras y perseverantes. La constancia y la audacia, el querer con firmeza y empeño lograr el objetivo, alcanzar lo que se quiere sea como sea, cueste lo que cueste. Ese es el camino ideal que todos los seres humanos deberían de seguir en la vida, porque esa actitud es la que lleva al éxito. Los grandes sabios que ha dado el mundo lo han conseguido a base de esfuerzo y perseverancia, a base de lucha dura y sacrificada, de intentarlo una y otra vez. Nunca ningún gran logro se ha conseguido a la manera de llegar y pegar. La constancia y el esfuerzo es lo que ha producido los triunfos y las conquistas extraordinarias. No estamos capacitados la mayoría de nosotros para imitar a los grandes genios, que han quedado en la historia para siempre, pero sí es cierto que el que se pone y lucha y se lo trabaja con denuedo y perseverancia intensos, tiene probabilidades de aspirar a importantes metas en la vida. El que resiste, gana, el que la sigue la consigue, a base de erre que erre y de que voy a por todas sin perder en ningún momento la esperanza. Esa es la única filosofía del éxito y la fortuna en la vida y el que insiste y nunca tira la toalla puede perfectamente lograr ser una persona de provecho. 

LAS FALSAS AMISTADES

Las buenas amistades, los amigos fieles que tanta felicidad y bienestar y gozo otorgan a la realidad de nuestras vidas, las personas que se quieren y aprecian más que a la propia familia, las relaciones con estos seres tan estimados y admirados a lo largo de muchísimos años, con una solidez y una pureza que parecen que van a ser eternas y que nada ni nadie va a poder con esta hermosa y entrañable realidad. No se trata en absoluto de lo que dice el dicho popular: "Las amistades vienen y van, como las olas". Son amistades intensas y duraderas, grandes relaciones fraternales que no tiene ningún sentido que se rompan y se pierdan para siempre. Y menos sentido cuando esto ocurre sin motivos ni razones, cuando es tan solo por el egoísmo de querer vivir una nueva vida familiar y quitarse los estorbos de los camaradas que ya no interesan ni atraen lo más mínimo. Por dejarse influir y tiranizar por los intereses familiares y satisfacer los asuntos propios, por el egoísmo injusto y estúpido, por la manipulación sobre el cónyuge al que sin escrúpulos se le arrebata al amigo de siempre y por la fragilidad y la poca personalidad de la "víctima", que se rinde y entrega en plan calzonazos a las imposiciones de la señora. Todo ha resultado una mentira miserable. Se trataba de un amigo falso que a la más mínima no ha dudado en tirar la toalla, en olvidarse de todo y que todo lo que hubo tan grande en el pasado ahora le da lo mismo, le da exactamente igual, ya no forma para nada parte de su vida, no significa absolutamente nada de nada y aquello es lo mismo que si no hubiera existido. Uno es cierto que ya no necesita a los amigos para poder vivir a gusto, feliz y relajado, uno está adaptado y acostumbrado plenamente a la soledad y es lo que más quiere y necesita en su vida. Los amigos muchas veces no sirven para nada y uno no los necesita en la cotidianidad de la vida. Pero eso no quita de que siempre es triste y lastimoso, que donde tanto afecto y estima hubo, ahora resulta que al cruzarte con ese otrora excelente amigo y gran persona, te desprecie con frialdad y te niegue hasta un mínimo saludo. Resulta que esta mezquina realidad de los amigos falsos, de los que te entregan el corazón durante toda una vida, para después anularte y olvidarte para siempre, no es una regla fija, aunque las relaciones amistosas, unas más intensas y otras menos, al final se suelen ir al garete y todo termina siendo mierda. Lo que está a la orden del día para todo el mundo es perder amigos, muchas veces por simples tonterías y otras sin ningún motivo justificable. Pero también existen los grandes y geniales amigos que te son fieles hasta el final y que solo eso, el final que provoca la muerte es lo que hace que los pierdas irremediablemente para siempre. En este caso, solo la muerte puede acabar con algo tan sagrado como es la verdadera, la más pura, la auténtica y más maravillosa y valiosa amistad. 

sábado, 21 de agosto de 2021

ES TRISTE SER POETA

Es triste ser poeta porque tus sueños

difícilmente se van a realizar.

Es penoso que no te escuchen

y encuentres obstáculos por doquier

para que eso por lo que has trabajado

y en lo que has manifestado tanta

ilusión acabe todo derrotado

en una insoportable frustración. 

NO QUIERO QUE MIS VERSOS CAIGAN

No quiero que mis versos caigan

en el más desolador olvido.

Me entristece pensar que todo

lo trabajado con ilusión, oficio

y empeño finalice rechazado

en la inutilidad de un cajón oscuro

donde mi vida acabe reflejada

en el mayor desprecio del silencio. 

EL SUEÑO DE SER POETA

El sueño de ser poeta

es hermoso. Radiante sueño celeste.

Siempre se escribe con deseo

y con esfuerzo de comunicar

con intensidad y acierto todo

lo que llevas dentro. Ser poeta

es descubrir las emociones que despierta

el paisaje de tu vida. Ser poeta

es ser un alegre soñador aunque

la vida a veces te tape la verdad

de esos sueños que tanto quieres

que sean la realidad de tu mundo.

Ser poeta es manifestar tu hervidero

inmenso de emociones, de sentimientos,

de frustraciones. Ser poeta es buscar

la felicidad interna de tu ser

aunque no sientas realizada

la externa sensación de lo que manifiestas,

de que veas la luz de tus creaciones

valoradas. Ser poeta es una original

concepción de la existencia, es el sueño

que siente a pulso cada creador,

es una configuración de verdades,

es un sumergirse en las pasiones,

es identificarse con esta realidad

hermosa y gratificante que ofrece la vida. 

TENÍA QUE DESCUBRIR LA POESÍA

Tenía que descubrir la poesía.

Antes o después tenía que brotar

este paraíso hermoso de mi mundo.


Tenía que expresar mucho

de lo que me había pasado

y que me estaba sucediendo a través

de este bello ejercicio que me regaló

la naturaleza, este don que siempre

será la constante de mis sueños.


Tenía que luchar y esforzarme

por hacer de esto un universo

de hermosura y placer para mi vida.


Y creo que lo he conseguido. Ahora

y siempre, mientras mi corazón lata,

quiero que la labor de poeta

sea la ilusión que nunca

se evada de mi ser. 

AHORA QUE MI VIDA

Ahora que mi vida

es todo soledad, frustración y abatimiento

pienso en lo hermosa que puede llegar a ser.


Así quiero que me condecore

este interesante futuro que debe llegarme

algún día.

Después del mundo dolorido

que ha castigado mi ser

espero sentir la conquista de mis sueños,

espero que el amor y otras dulzuras

que tanto anhelo

florezcan en mi juventud con el mayor acierto. 

CUANDO LA VIDA NOS REFLEJE

Cuando la vida nos refleje

un paraíso de celestes

realidades.


Cuando los sueños los sintamos

realizados y solo la satisfacción

ilumine el camino

de nuestra vida.


Cuando todo sea salud

y bienestar, cuando se alcancen

momentos de éxtasis

y felicidad...

                        Esa es la vida

que hay que buscar, esos son

los sueños

que debemos conquistar. 

LA LLAMADA DE LA FELICIDAD

La llamada de la felicidad

sea siempre recibida con el fervor

de poseer este encanto de la vida.


La llegada del amor

es siempre motivo de alegría,

es motivo de celebrar

la mayor dicha de la vida.


Las hermosas aficiones

que descubren los seres

humanos. El más dulce sabor

de saber encontrar con acierto

la esencia de lo más auténtico.


Así es la vida. Así de hermosa

debe ser la vida, saber evadir

tanta oscuridad que nos amenaza

y dar con los verdaderos objetivos

que nos prendan de celestes maravillas. 

ADOLESCENCIA

Volver quisiera a mi adolescencia.

Aquel sueño tan hermoso

quisiera sentirlo vivo en mi corazón.


Volver a ese gozo rutilante 

y a esa garantía de bienestar. 

Volver quisiera. 


No puedo volver pero ahora espero

que mi mundo futuro me condecore

de una vida tan feliz y placentera

como fue aquella primera adolescencia. 


DOLOR

¡Qué dolor que nuestro

paso por este mundo

nos agote de angustias

que nadie merece

porque todos deberíamos

sentir la paz y el gozo

que tanto se aleja

de nuestra realidad! 

LA VIDA

¿Qué sería de la vida

si estuviera condecorada

de las celestes verdades

a las que constantemente

aspiramos? ¡Qué vida

más alucinada si todos

pudiéramos desarrollarla

con más hermosura y bienestar!


HAY MOMENTOS EN LOS QUE LA VIDA

Hay momentos en los que la vida

resulta de lo más dichosa.

Son sueños, espejismos luminosos

que se asoman a la realidad

y que te llenan de palpitaciones

utópicas, de verdades que consideras

que deben estar siempre presentes

en el horizonte existencial. 

SOÑAR CON UN FUTURO PROMETEDOR

Soñar con un futuro prometedor

cuando se es joven y todavía

no se han alcanzado los objetivos

esenciales de la vida. Aspirar

al progreso en tus conocimientos,

a la dicha de culminar

tus proyectos. Esa es la vida,

esa es la meta por la que hay

que luchar cuando la naturaleza

te ha dotado de unos especiales

privilegios que debes aprovechar. 

SIENTO LA LUZ DE UN SOL QUE ME LLENA

Siento la luz de un Sol que me llena.

Una luz que me despierta de los sueños.

Quiero la pureza de que esos sueños

los contemple mi vida al descubierto

cuando un nuevo Sol me ilumine

con los rayos más celestes y verdaderos. 

ESTE ATARDECER MÁGICO ME HACE PENSAR

Este atardecer mágico me hace pensar

al igual que todos los hermosos atardeceres.

Pensar, sí, pero solo en el futuro cuando

aún soy joven y me queda mucho por vivir. 

LLEGA LO MÁS JUGOSO DE LA VIDA

 Llega lo más jugoso de la vida.

¿Es cierto o es un sueño

que todo parece que despierta

en las entrañas de mi corazón? 

LAS NOCHES DE AQUEL VERANO

¿Recuerdas las noches de aquel verano

cuando amaneciste en mi vida?

¿Fue un sueño o la realidad

que ahora rememoro en mi presente?

Ese manantial de felicidad,

¿Llegó a colmar de pureza inmensa

lo que fue el paraíso infinito

de mi ya lejana adolescencia? 

ANOCHECE EN EL BOSQUE

Anochece en el bosque. Tú y yo solos

disfrutando de nuestro amor más puro

en esta cabaña rodeada de naturaleza.

Una vivencia de verano tantas veces soñada

por mí, siempre la quise culminar.

Este presente me hace feliz. Un sueño

conquistado, una realidad dichosa

y enternecedora.

Sí, he podido alcanzar

el aroma sensitivo y transparente

de tu amor junto a la plenitud

que transmite saborearlo en un paraje

natural. Oh, sueño que me apasiona, oh, perfume

salvaje del ambiente relajante que nos invade. 

DÉCIMA

Porque vivo enamorado

de tu mundo colosal.

Porque tu amor celestial

es el sueño deseado

por mi vivir angustiado.

Soledad, melancolía,

de recuerdo y fantasía

por no sentir la ternura,

esa llegada tan pura

de tu dulce compañía. 

DÉCIMA

Siempre vivo ilusionado

con llegar a tu amorosa

verdad, con sentir tu rosa

que tanto ha enamorado

a mi ser atormentado.

Porque quiero la llegada

de la verdad más soñada:

la pureza de gozar,

la dicha de disfrutar

tu sensación tan deseada. 

DÉCIMA

Yo sueño con ansiedad

la llegada de una amada

que ilumine mi angustiada

situación de soledad.

Poder sentir la verdad

que siempre quiso mi vida,

de probar la más querida

sensación de una mujer

que me llene de querer

y amorosa luz sentida. 

DÉCIMA

Todo el tiempo transcurrido

desde que sentí tu hermosa

llama por siempre amorosa

ha sido un dolor vivido

por tu amor siempre perdido.

Mi vivir enamorado

ha sido un atormentado

pesar por no conseguir

lo que quisiera sentir

de tu corazón amado. 

DÉCIMA

La angustia y dolor que siento

por no ver a la mujer

que quisiera poseer

en mi corazón sediento,

es el duro sentimiento

que se me niega en la vida

porque su pasión querida

es una meta soñada

y siempre necesitada

en mi realidad vivida. 

DÉCIMA

Cuando sienta tu amorosa

verdad llegar a mi vida.

Cuando tu pasión querida

cambie mi vida angustiosa

y me llene de la hermosa

sensación que necesito.

¿Cuándo todo el infinito

sueño de nuestra verdad

será una fiel realidad

en mi corazón marchito? 

DÉCIMA

Dame todo el sentimiento

de tu mundo de sabor.

Dame mujer ese amor

que con tantas ansias siento.

Ilumina el pensamiento,

despierta mi vida oscura,

sálvame de la amargura

y siente la sensación

con la más dulce pasión

de nuestra vida futura. 

DÉCIMA

Yo te quiero vida mía,

yo te quisiera encontrar

y sentir el despertar

de esta penosa agonía.

Yo sueño tu compañía,

gozar la dulce llegada

de tu verdad anhelada...

Poder vivir la pasión

que vibra en mi corazón

por el deseo de una amada. 

viernes, 20 de agosto de 2021

DÉCIMA

¡Cuánto tiempo amada mía

hace que no veo tu bella

imagen de luz y estrella!

¡Cuántos sueños de armonía

me inspiraste en la agonía!...

¡Qué días idealizados!

¡Qué días estilizados!

en mis duros pensamientos

de ilusiones y sedientos

besos siempre enamorados. 

DÉCIMA

Amor que siento perdido

en mi juventud dorada.

Mi soledad reflejada

en el tiempo más querido.

Ser joven y estar mordido

por el deseo amoroso.

No sentir lo más hermoso,

vivir el sueño de amar

y preguntarme al soñar:

¿Sentiré lo más dichoso? 

LIRA

¡Qué sueños, qué ilusiones!

¡Qué insistencia perpetua por sentir

las más dulces pasiones!

¡Qué deseo por vivir

la verdad que más quiero conseguir! 

LIRA

¡Cuánto tiempo he soñado

con sentir la más tierna realidad

del amor deseado!

¡Qué constante ansiedad

por vivir y gozar de esta verdad! 

LIRA

Cuando sienta mi vida

que una dulce mujer está a mi lado

y su pasión querida

me haya iluminado...

¡Qué alegría gozar del cuerpo amado! 

LIRA

La angustia me domina

por no vivir la flor de sensación

de esa mujer divina

que con toda ilusión

quiero que sea la luz de mi pasión. 

LIRA

Me inspiro del amor

que ese soñado día de mi vida...

¡Qué día de color!

¡Qué alegría sentida

el día que yo alcance esa comida! 

LIRA

Me inspiro del dolor

que sïento por falta de una amada.

¡Qué duro es el amor!

Yo no he amado nada,

ni en una calle, ni en una morada. 

SOLEÁ

Esa dulzura de moza

cada vez me gusta más...

Es una niña preciosa. 

SOLEÁ

Mal dolor le dé al gachó

que me quitó a mi mujer

y me dejó sin su amor. 

SOLEÁ

Esa querida mocita

que me tiene ilusionado

con esa dulce alegría. 

SOLEÁ

Quiero una mujer alegre

que me sienta con cariño

y que sepa comprenderme. 

SOLEÁ

No probar el dulce amor

es un duro resistir

por no sentir lo mejor. 

SOLEÁ

¡Qué potencia de mujer!

lástima que no me quiera

como me debe querer. 

SOLEÁ

Quiere más a esa mocita

que con el pasar del tiempo

se está poniendo guapita. 

SOLEÁ

Quiero una niña potente

que me desee y me quiera

aunque lo hable la gente. 

SOLEÁ

Un amor lindo y temprano

es lo mejor para un hombre.

Un amor realizado. 

SOLEÁ

¡Qué alegría de gachí!

me siento muy enamorado

con su dulce convivir. 

SOLEÁ

Dame más besos y abrazos

y déjate de charlar

que yo quiero amor colmado. 

SOLEÁ

 Esa niña tan preciosa

no quiere conmigo amar

y me deja sin su aroma. 

SOLEÁ

¡Qué maravilla de moza!

siempre quiere responder

al amor que me apasiona. 

SOLEÁ

Esa niña tan alegre

es todita mi ilusión:

su amor es el que me pierde. 

SOLEÁ

El amor penoso y duro

es el pensar en probarlo

sin disfrutar lo más puro. 

SOLEÁ

La guapa de mis pensares

que me tiene ilusionado

y me deja sin verdades. 

SOLEÁ

Esa mujer tan hermosa

no me quiere comprender

y rechaza mi persona. 

SOLEÁ

Deja a mi niña gachó

y no estropees mi vida.

Deja a mi única ilusión. 

SOLEÁ

Quiero ver a esa belleza

y contarle muchas cosas

de una vida más sincera. 

SOLEÁ

La guapa de mi pensar

es mi sueño imaginario

porque no me quiere amar. 

SOLEÁ

No me quieras por la espalda,

responde en un buen momento

a un alma tan desolada. 

SOLEÁ

Esa mujer tan graciosa

es el amor que yo quiero

antes que todas las cosas. 

SOLEÁ

¡Qué maravilla de moza!

siempre le estoy repitiendo:

tú eres la más salerosa. 

SOLEÁ

¡Qué alegría de mujer!

por más que la piropeo

siempre dice más olés. 

jueves, 19 de agosto de 2021

SOLEÁ

Tu amor es el que yo quiero

para el resto de mis días.

Tu amor es el que yo siento. 

SOLEÁ

Aliento de tu boquita

es el beso que yo quiero.

Aliento de maravilla. 

SOLEÁ

Quisiera amar despacito,

palpitar tu suave cuerpo

y darte un tierno besito. 

SOLEÁ

Esos eternos amores

son los que nunca se olvidan.

Verdaderos corazones. 

SOLEÁ

Ámame con alegría,

desnúdate con pasión

que ya no existe mentira. 

SOLEÁ

Mi mujercita me abraza

y me siente con verdad

que necesitaba amada. 

SOLEÁ

Hay que ponerle atención

a esa guapa muchachita

que ya está mucho mejor. 

SOLEÁ

Mi amor con mucho cariño

me dice con alegría:

dame muchos mordisquitos. 

SOLEÁ

Mi mujercita no quiere

salir más veces conmigo

y me deja sin placeres. 

SOLEÁ

Ese estúpido gachó

me quitó mi mujercita

y se llevó lo mejor. 

SOLEÁ

No me seas presumida

que mujeres más hermosas

están solas y escondidas. 

SOLEÁ

He perdido un corazón

por falta de entendimiento

y por culpa de un gachó. 

SOLEÁ

Mujeres de mis amores,

guapas de toda la vida

con duritos corazones. 

SOLEÁ

No beses mi corazón,

besa toda mi boquita

que estará mucho mejor. 

SOLEÁ

Amores para mi niña

que va siendo una mujer

y ya no es tan chiquitina. 

SOLEÁ

Tu amor es el que yo quiero,

no el de tu hermana chica...

Yo quiero probar tu aliento. 

SOLEÁ

Dame mucho más amor,

no rechaces mi querer,

no rompas mi corazón. 

SOLEÁ

No me mates a besitos,

ámame más tranquilita,

quiéreme más despacito. 

SOLEÁ

Anda y no seas tontita

que hoy vamos a jugar

a muchísimas cositas. 

SOLEÁ

¡Qué sería todo sin ti!

tú me haces más alegre

y me tienes buen vivir. 

SOLEÁ

Ámame un poquito más

y despierta esos ojitos

que vamos a disfrutar. 

SOLEÁ

Mujer que se te perdió

que de forma repentina

solitario te dejó. 

SOLEÁ

Guapa y graciosa mujer

es esa niña trianera...

Yo la quisiera coger. 

SOLEÁ

Una mujer que me quiera

es todita mi ilusión.

Una mujer que yo sienta. 

SOLEÁ

 Necesito una mujer

que me dé el amor que quiero

para sentir el placer. 

SOLEÁ

Mi vida es triste y amarga

por no sentir a una moza

que yo deseo con ganas. 

SOLEÁ

 Quisiera poder amar

y probar en lo más puro

la tierna felicidad. 

SOLEÁ

 Quiero un amor verdadero

que lo sienta con placer

y acabe con mi deseo. 

SOLEÁ

 Necesito amor sincero

que lo sienta y lo disfrute

lejos de mis duros sueños. 

SOLEÁ

 La mujer de mis amores

es esa guapa trianera...

Mujer rompe corazones. 

SOLEÁ

 Esa mujer me rechaza,

no me quiere comprender.

Esa mujer nunca me ama. 

SOLEÁ

 Mis amores son mentiras

porque no me dan la cara

y me quieren a escondidas. 

SOLEÁ

 Las mujeres no me quieren,

aunque yo las piropeo

ellas  conmigo no sienten. 

SOLEÁ

 Triste mi vida amorosa,

por más que quiero una amada

ninguna mujer me adora. 

SOLEÁ

¡Qué amargura de mi vida!

por más que yo quiero amar

no encuentro una compañía. 

SOLEÁ

El día que se me escape

el gran deseo de amar

no dejaré de alegrarme. 

miércoles, 18 de agosto de 2021

SEGUIDILLA

Mujeres sevillanas,

amores duros.

No quieren comprender

el amor puro. 

SEGUIDILLA

No me rechaces más

por lo que digan

porque toda la gente

es muy cotilla. 

SEGUIDILLA

Dame un lindo besito

que yo te aprecio.

No me rechaces más

porque te quiero. 

SEGUIDILLA

Yo quisiera abrazarte

y tú no quieres. 

Yo quisiera sentirte

y tú no sientes. 


SEGUIDILLA

Mi mocita me dice

con mucho amor

que yo soy su querer

y su ilusión. 

SEGUIDILLA

Esa tierna mujer

no me comprende.

Yo siempre la deseo

y se arrepiente. 

SEGUIDILLA

Ámame de verdad

que yo te quiero.

No me ames a la fuerza

que no te siento. 

SEGUIDILLA

No hables con dureza

que no te entiendo.

Habla con más cariño

que te comprendo. 

SEGUIDILLA

Niña de mis pensares

siempre hermosa.

Mujer de mi querer

maravillosa. 

SEGUIDILLA

Salerosa belleza

que me enamora.

Mujer de mi soñar

que me apasiona. 

SEGUIDILLA

Mujer maravillosa

con la que sueño.

Mujercita sincera

que yo no siento. 

SEGUIDILLA

Mi niña es muy hermosa

y no me siente.

Yo la quiero coger

y ella no quiere. 

SEGUIDILLA

¡Qué mujer más alegre!

¡Qué salerosa!

Me tiene enamorado...

es una rosa. 

SEGUIDILLA

Yo quiero esa morena

con ansiedad.

Yo deseo su amor

con amistad. 

SEGUIDILLA

Dulce y guapa mujer

mi morenita,

muñeca que deseo

para mis días. 

SEGUIDILLA

Mi muñeca bonita,

niña apreciada.

La niña que yo quiero

es mi Esperanza. 

SEGUIDILLA

¡Qué niña más graciosa!

¡Qué simpatía!

Dulzura de mujer

de maravilla. 

SEGUIDILLA

Esa niña morena

es muy hermosa,

dulce su compañía

y fresco aroma. 

SEGUIDILLA

Belleza de mujer

con su alegría,

me tiene enamorado

su simpatía. 

SEGUIDILLA

 La mujer de mi vida

esa morena.

La guapa de mis sueños

es mi trianera. 

SEGUIDILLA

Mujer guapa y graciosa

mi corazón.

Niña de mis amores

de mi ilusión. 

SEGUIDILLA

Hermosa esa morena

que yo deseo,

muñequita preciosa

que yo pretendo. 

SEGUIDILLA

Morena de mi amor

eres mi vida,

la mujer de mis sueños

que yo amaría. 

SEGUIDILLA

Mi niña morenita

es tan graciosa

que me ha enamorado

con ese aroma. 

SEGUIDILLA

De esa guapa trianera

me enamoré

y quiero descubrir

ese querer. 

viernes, 28 de mayo de 2021

EL AMOR PLATÓNICO

Yo viví durante mi juventud en los años ochenta la fantasía y la idealización del amor platónico. Este sentimiento se manifestó en mi realidad de entonces con la plenitud que lo caracteriza, es decir, yo no experimenté el elemento sexual a la hora de querer ser correspondido por las mujeres anheladas, porque la cosa iba de sueños e ideales. Era amor en toda su pureza, no sentía erotismo ni deseos de sexualidad hacia las doncellas que me enamoraban. Este amor era romanticismo y dulzura, ansias de besos y de cariño, de ternura y de afectos, pero nada de coitos y de placeres eróticos con ellas. O sea, no me masturbé nunca pensando en estas musas que las veía desde el ámbito exclusivo de los sentimientos. Y este amor tan tierno y delicado, tan fino y elegante, tan verdadero y limpio, fue para mí siempre irrealizable y nunca lo disfruté correspondido. Las chicas deseadas por mí tan intensamente en mis sueños, las consideraba criaturas perfectas, colmadas de virtudes, rebosantes de encantos, dotadas de sencillez y de inteligencia y tanto bueno y más bueno que por entonces no les encontraba defectos. El amor platónico tiene sus épocas, que suelen ser la adolescencia y la juventud. Todos aquellos tiempos quedan muy lejanos en mi vida y no se corresponden con mi concepción actual del amor y yo ya no idealizo ni sueño ni siento todo ese espejismo de fantasías como entonces. Hoy mi realidad no tiene nada que ver con eso. Pero cuando lo recuerdo, lo siento con añoranza, pienso que aquella situación era sin duda hermosa y que aunque no fuera lo ideal y no viviera el amor correspondido, merecía la pena soñar e ilusionarse con estas chicas que consideraba que alcanzaban la sublimidad. 

jueves, 27 de mayo de 2021

LOS ESCRITORES, EL NARCISISMO Y LA PREPOTENCIA

 Es una realidad muy evidente y que se ha dado insistentemente a lo largo de la historia, que los escritores pecan de narcisistas, quizás sean las personas más narcisistas. Y son muy pedantes y prepotentes. Se supervaloran excesivamente y yo pienso que se puede ir también por la vida sin tanta egolatría, como ocurre en otras profesiones o actividades. Una popular escritora afirmó que prefiere los doctores, los abogados, las parteras, cualquier cosa menos los escritores. Si se mira la historia de poetas y escritores, casi siempre encuentras personas que viven en su mundo, creyendo que sus obras son el centro del universo, cuando muchos en su vida diaria dejan que desear. Y son muchos los que solo escriben por honra a sí mismos y a sus ideas, son egocéntricos puros y duros. El amor al yo entre los literatos es su religión y su manera de reconocerse sus virtudes. Yo personalmente he conocido y he convivido en abundancia con todo esto que acabo de exponer. En una tertulia literaria que frecuenté durante muchos años, me encontré casos y más casos de literatos/as excesivamente pedantes y narcisistas, pero hubo una en especial que acababa con el cuadro y que superaba a todo el personal que se reunía en estos encuentros literarios, ya para siempre en la memoria de mi vida. Una poeta y escritora de este grupo literario trianero era todo un espectáculo de vanidad y de pedantería y delirios de grandeza por todo lo más alto. Daba asco oírla hablar porque era rarísimo que no se dejara caer con pegotes y que no diera muestras de excesivo orgullo y sentimientos de superioridad hacia todos los demás. Fíjense si se consideraba más grande y genial que todo el personal con el que se relacionaba, o sea, que todos sus compañeros de asociaciones literarias de Sevilla, que en una ocasión le manifestó muy convencida a una compañera que ella era mejor que Lope de Vega. En otra ocasión refirió a varios compañeros --y ahí estuve yo presente-- que ella sería reconocida al igual que Cervantes, que Cervantes no fue reconocido en vida y que ella lo iba a ser al igual que Cervantes, aunque le tocase este prestigio y fama en la posteridad, pero sentenció muy convencida y segura a todos los que estábamos presentes, que su obra y su talento iba a ser encumbrado del mismo modo que Cervantes. Y antes de esto se puso como mejor escritora que el mismísimo Lope de Vega ante otra compañera de tertulia, como ya he contado anteriormente. La vanidad, la egolatría, el narcisismo, lo manifestaba esta señora de una manera escandalosamente exagerada. Y toda su grandeza la refregaba a todos los demás con una petulancia desorbitada. En este mundo de los literatos se dan muchos casos de narcisismos, es lo que en ellos abunda, hasta algunos ejemplos que superan todas las marcas de la estupidez humana, como era el caso de esta eximia, insigne, eminente, excelentísima literata sevillana, reina suprema de todos los escritores y escritoras del infinito universo. 

LOS VALORES DEL ESCRITOR (1)

 Cuando el escritor se consagra goza de unos valores, de una especial consideración, que no se logra alcanzar en la mayoría de las profesiones. Pero antes de llegar a la fama, a triunfar rotundamente en este mundo del arte --los que lo consiguen, porque sabido es por toda la sociedad el gigantesco pelotón de escritores que no logran abrirse camino y otros que lo consiguen a la vejez o después de muertos, cuando su obra no la ven reconocida en vida y queda para la posteridad-- el autor tiene que atravesar un duro y dificultoso, un espinoso y hasta estresante recorrido. Y es así, porque eso de llegar y pegar no suele suceder en ninguna carrera y más difícil aún en la de escritor. El literato, desde un principio, lo tiene muy complicado, va a sufrir rechazos múltiples de los editores y con casi toda probabilidad también en los premios, va a tener que insistir mucho y sufrir muchas zancadillas por parte de las mafias de la política literaria. El escritor de verdad, el que lo lleva dentro y no desea bajo ningún concepto que su obra acabe olvidada y ensombrecida en los cajones de su habitación, mueve su obra por todas partes, incluso en los casos en que se la rechazan rotundamente y acaban frustrándolo y llenándolo de humillación y desprecio. Pero una de las mayores filosofías que todo escritor debe tener siempre presente es resistir al máximo --el que resiste gana-- y no agotarse, no desanimarse nunca, no tirar nunca la toalla, hagan lo que hagan con sus escritos todos estos politiqueros de la literatura, que eso sí hay que subrayarlo, están cometiendo tremendas y absurdas injusticias en el panorama literario actual. El escritor, aunque lo masacren, no debe dejarlo, porque a pesar de todas estas realidades tan negativas, cuenta con la enorme y trascendental ventaja de que una vez que lo consiga, una vez que logre meter la cabeza bien metida en algún sitio, se le van a abrir las puertas del éxito mientras viva y toda su obra acumulada anteriormente va a ver la luz. En efecto, el escritor, pese a lo retorcido que lo tiene puede, a fuerza de insistir, recibir su recompensa y el triunfo conquistado le va a deparar una enorme satisfacción, una felicidad inmensa: el sueño de todo escritor hecho realidad. 

LOS VALORES DEL ESCRITOR (2)

Una actitud que tiene que mantener muy firme todo escritor es el defender y valorar por encima de todo su condición de literato. En efecto, toda persona que lleve hondamente arraigada su faceta de escritor debe mostrarla siempre por delante con orgullo y con energía frente a las muchas personas que se la critican, frente a todos los envidiosos o insensatos que le van a mostrar siempre solo el lado oscuro de la actividad o profesión que ha elegido. El escritor, por lo general, cuando no ha logrado consagrar su obra --la etapa más dura, más desesperante y negra de su carrera-- sufre el atropello de la sociedad que le rodea, incluso de su propia familia. Nadie cree en él, nadie apuesta porque pueda salir del anonimato, nadie --o muy pocos-- desea que salga de su difícil situación, entre otras cosas, porque si lo logra va a alcanzar más en la vida que lo que han conseguido todos los energúmenos que le critican, que piensan mal de él, que sienten el veneno de la envidia de que una persona de valía e inteligencia logre lo que ellos nunca podrán conseguir: ser un autor relevante que goza de una popularidad, un reconocimiento y una admiración total por parte de un sector muy amplio de la sociedad,  que se siente entusiasmada con sus libros y con su actitud frente a la vida y la literatura como pasión mayor e inextinguible de su realidad. Esto es así, esto ha sido siempre así, las biografías de los escritores célebres están plagadas de historias de todo tipo, de anécdotas de todas clases en relación con lo que les sucedió con las personas con las que tuvieron la desgracia de tropezar en su proceso vital. Otra realidad que quiero comentar es que por lo general el mundo literario lo rechaza y lo trata mal, el autor lo tiene muy complicado para que lo reconozcan, pero ¡ojo! si lo consigue y además tiene éxito de lectores --es el público lector quien definitivamente consagra a un escritor comprando sus libros, haciendo ganar dinero al mercado editorial, a los distribuidores, a los libreros y al propio escritor, a través de los derechos de autor-- lo van a tratar mejor que en ningún otro sitio pueden tratar a otra persona que ejerza una profesión. Así es el mundo del arte, así ha sido y será y ahora el escritor que se consagra es tratado mejor que nadie. Su imagen es conocida y familiar a toda la sociedad y no solo a sus lectores, sino a quienes no lo han leído ni tal vez lo leerán nunca. En las sociedades actuales la figura del escritor consagrado adquiere una gran importancia y los medios de comunicación (prensa, radio, televisión, Internet) se vuelcan con él y le otorgan una publicidad, un prestigio y una notoriedad que le llevan a un éxito a veces hasta exagerado. Y esto acaba por enterrar en vida y hundir en la miseria a todos los que en su día no le apoyaron, o lo que es peor: que le provocaron daño y desgracias, presos de la envidia y el veneno que sentían por esta persona genial que no merecieron conocer. Así son los valores que algunos escritores logran alcanzar para el orgullo de los pueblos, de todas las sociedades, de la historia literaria y de la historia de la humanidad. Pero también es cierto y lamentable que haya buenos autores que pasen por la vida sin poder disfrutar de la gloria que todos quieren y que no se trata en absoluto de escritores mediocres en algunos casos: son genios literarios cuya obra pasa desapercibida o incomprendida durante su vida y que luego, cuando ya están muertos y de nada les sirve, se encarga el mundo entero de encumbrarlos y ensalzarlos, dándoles un enorme valor y un reconocimiento total y absoluto. Estos son los errores de la historia, los tremendos errores que no se deberían cometer con los literatos verdaderamente geniales, mientras no dejan de premiarse y publicarse obras malas que les obstaculizan el paso a quienes merecen ocupar el lugar destacado en el que solo los auténticos talentos deben de estar.

¿ES PELIGROSO ESCRIBIR? (1)

En el año 1989 estalló la tremenda noticia de la amenaza de muerte sobre el escritor británico de origen indio Salman Rushdie por parte del entonces mandatario iraní Jomeini, por la publicación del libro "Versos satánicos". La noticia conmocionó a toda la opinión pública en general, pero muy especialmente a los escritores, periodistas y editores, que se solidarizaron con el autor ante la situación tensa y escalofriante que estaba sufriendo este compañero cuando se enteró de la horripilante noticia de que en tierras árabes se pagaba por su cabeza. Esta noticia se puso de moda en todos los medios de comunicación y en toda la sociedad y hubo escritores que se preocuparon y escribieron mucho sobre el tema, indignados por la amenaza que padecía este intelectual ante la imparable oleada de fanatismo de aquellos países islámicos. Hoy día todo este asunto que tanto revuelo levantó se ha serenado, normalizado y Salman Rushdie hace una vida más tranquila, con menor sobrecogimiento que el que sintió ante la brutal conjura contra su persona. Cabe mucho que reflexionar sobre esta realidad a raíz de lo que sucedió, pues los escritores y los periodistas --ahora y siempre, pues no es el anterior el único caso que se ha dado a lo largo de la historia, desgraciadamente, aunque sí el que probablemente ha tenido una mayor difusión mundial-- pueden ver peligrado su bienestar y su libertad de expresión ante determinadas opiniones manifestadas en los medios escritos. Aunque sea la prensa hoy día el medio que más problemas presenta a los escritores, se da el caso --como el de Salman Rushdie-- que cuando un autor escribe una novela o su autobiografía o memorias y crítica ferozmente y con mordacidad a sus enemigos, a las personas que en su vida le han fastidiado e inmortaliza los agravios que este entorno social le ha causado, puede verse con problemas con toda esta masa de envidiosos y envenenados durante el transcurrir de su vida. Son gente sobre la que el escritor ha destacado y a la que les ajusta sus cuentas con el pasado. Estos casos se suelen dar a través de la novela --pues en una gran parte de las narraciones hay mucho de autobiografía que el novelista mezcla con la ficción-- pero son los libros de memorias en los que los escritores rinden más fidedignamente cuentas pendientes con el pasado. Pero no solo son la novela o las memorias los géneros que un autor literario cultiva para atacar a sus enemigos: la poesía es también una sólida herramienta para poner a parir satirizando o parodiando a cualquier energúmeno al que el escritor decide devolverle lo que en su día le hizo. Y el teatro y otros géneros son muy adecuados también para darles respuestas a las carroñas. Famosos son los ataques satíricos mediante la poesía de los geniales poetas del Barroco, los eternos enemigos literarios y personales como Góngora y Quevedo. O Góngora y Lope de Vega, por citar algunos ejemplos. O los graves problemas que le costó a Quevedo su sátira contra el Conde-Duque de Olivares. O la prisión que sufrió el genial poeta del Renacimiento Fray Luis de León por su labor cultural. Existen otros ejemplos de escritores que han padecido situaciones difíciles y hasta peligrosas por el ejercicio de la escritura. Han sufrido exilios, amenazas y muertes y otras situaciones peyorativas de menor gravedad que estos últimos casos. 

¿ES PELIGROSO ESCRIBIR? (2)

Sobre esta realidad del peligro que supone a veces para algunos escritores ejercer su profesión cabe la siguiente pregunta: ¿debe el escritor tener miedo y reprimirse sus opiniones? A mi juicio, cualquier autor debe manifestarse con libertad y verter sus críticas sin presiones ni temor a censuras, que para eso hay libertad de expresión y al que le moleste que reviente, que ya bastantes problemas atraviesan los creadores en su difícil vida como para que los anden pisoteando aún más y lamentable situación es que se les pretenda obstaculizar el desarrollo de su actividad, que para un escritor, esté o no consagrado, sea cual sea su situación, es lo más grande y lo más sagrado que hace y siente y sueña en su vida. El caso de Salman Rushdie, desde luego es muy sorprendente, porque no sé si a este escritor se le pasó por la cabeza que lo que estaba escribiendo le iba a deparar en el futuro, una vez editado el libro, una situación así de tensa y preocupante. Pero este caso es así de particular, un caso extraño. Las situaciones más comunes se dan, tal y como he referido, en las memorias o autobiografías de los escritores, cuando al redactarlas ajustan cuentas con los enemigos del pasado o del presente, con toda esa plebe de envidiosos que tuvo y tiene y a los que mediante el ejercicio de la escritura pone a parir como se merecen. El escritor no tiene por qué ocultar nada y debe arremeter contra la gentuza que amargó o amarga su vida. El literato debe dar luz pública de los tropiezos de la vida, de los grandes problemas que existen en las relaciones humanas. 


LA TRISTE REALIDAD DEL ESCRITOR (1)

Desde que nace como literato, desde que en la persona surge el deseo, la ilusión, la llamada de dedicarse a esta actividad para la que la vida le ha dotado y de la que poco a poco va a nutrirse y formarse leyendo y practicando la docta y ardua tarea de la escritura, son muchas las idas y venidas, problemas, obstáculos, tropiezos, crisis, frustraciones, etc. que va a sufrir hasta poder abrirse camino en este complejo, incomprendido e injusto mundo en el que se desenvuelve con todos los afanes y sueños de poder conquistarlo. En efecto, en primer lugar el escritor debe madurar su obra antes de moverse en este amplio universo. Resulta una equivocación querer alcanzar una publicación o un premio con escritos demasiado precoces. El autor no debe desesperarse y no tener mucha prisa. Como diría Pitágoras: "El filósofo siempre va a pie: prefiere el bastón de la experiencia al carro rápido de la fortuna". El escritor debe tener paciencia y saber qué es lo que hace y hasta dónde tiene que marcar sus objetivos y posibilidades. Según vaya viniendo todo, así debe ir amoldándose y encaminándose en busca del sueño dorado de todo autor: el éxito, la publicidad, el dinero y lo más grande que es que su obra sea reconocida no solo por las instituciones, los editores y la crítica, sino también por el público lector que es, en definitiva, quien manda y el que tiene la última palabra. Pero antes de conseguir abrirse camino en este duro y difícil universo en el que se mueve con tantas ansias e inquietudes... ¿cuántos tropiezos y frustraciones tendrá que soportar? Cierto es que hay bastantes escritores a los que los premios literarios les van bien, incluso desde un principio. Pero son mayoría los que no consiguen el éxito, los estrellados, los que sufren el rechazo y las injusticias y algunos de ellos verdaderamente no merecen ese olvido y desprecio al que los someten los politiqueros de la literatura. 

LA TRISTE REALIDAD DEL ESCRITOR (2)

Esta es la triste realidad del escritor, son muchos los rechazos que sufre según está concebido el mundo del arte. Y en los tiempos actuales el problema es cada vez mayor, porque según se está comprobando, están surgiendo más escritores que nunca. Los organizadores y los jurados de los premios literarios se quedan escandalizados de que concurran tan gigantescas cantidades de trabajos a estos certámenes que, como consecuencia de esto, cada vez proliferan más también. Los editores se sienten agobiados de tan ingentes cantidades de manuscritos que reciben regularmente y el mundo literario actual se está convirtiendo en una masa enorme de escritos con cada vez menos posibilidades de que puedan ver la luz. El universo de los inéditos está creciendo arrolladoramente y es un inmenso panorama con cada vez menos salidas. Y esto quien lo paga, quien lo sufre, quien lo padece en sus propias carnes es la figura maldita y atormentada del escritor, que se siente frustrado y con muy pocas esperanzas de poder salir adelante en este mundo de la literatura que realmente es lo suyo, es para lo que más vale, es para lo que ha nacido y se encuentra, desgraciadamente, en un túnel con muy pocas oportunidades para que pueda lograr lo que tanto sueña: que sus escritos sean valorados, que su obra logre el reconocimiento al que aspira y que tanta ilusión le hace y tanto necesita. Los escritores son legión. Esto puede que sea por la mayor difusión de la cultura que se hace, el que cada vez más personas estudien, que los institutos y las universidades se abarroten de estudiantes y que el acceso a la información esté al alcance de cualquiera. Estas son algunas causas de que surjan tantos autores y que el universo literario sea cada vez más amplio y diversificado. 

miércoles, 26 de mayo de 2021

LA TRISTE REALIDAD DEL ESCRITOR (3)

El mundo que rodea al escritor es triste, hostil, negativo. El ambiente familiar por lo general no le comprende, no apoya su actividad y desea que se dedique a otra cosa que le va a reportar más beneficios. Le machacan y le critican por el camino elegido, le dicen que es muy difícil, que la mayoría de los escritores son reconocidos muy tardíamente y que es casi imposible poder vivir de la literatura por muy bueno que se sea. Son muchos los escritores que hay para tan pocas puertas como se les abren. Son muy pocos los privilegiados que van a conseguir alcanzar la gloria literaria que todos quieren. Estos argumentos son los que escucha el escritor y muchos otros peyorativos acerca de ese universo que es lo que más sueña --y que en la mayoría se convierte en una auténtica obsesión-- no tiene otro objetivo en el que pensar, no deja de darle vueltas a su cabeza en el empeño de alcanzar lo que tanto anhela y vive esperanzado de que llegue el día en que lo consiga. Y que pueda refregarle a todo ese entorno que le ponía solo el lado oscuro de su profesión que ya está lograda la dura lucha y que la vida literaria le va a reportar muchos más beneficios y éxitos mientras viva que todo lo que hacen los que antes le criticaban. Este es el sueño del escritor novel: salir de esta opaca realidad que padece y conquistar lo que tanto ansía, lograr que su obra, su talento descargado, sea reconocido y pueda sumergirse en su mundo creativo con el bienestar y la infinita felicidad de que ya se le han abierto todas las puertas que soñaba y la literatura ya sea una tarea gratificante. Porque en muchos casos --cuando el escritor se siente rechazado y su obra silenciada y agonizante en los cajones de su habitación, su voz pisoteada por la política cultural existente-- cuesta trabajo escribir a contracorriente, se pierden las ganas y los estímulos, incluso la ilusión, aunque la esperanza de salir de esta situación no la debe perder el escritor nunca. En efecto, el escritor necesita un apoyo y un reconocimiento.  Cuando se dan los casos en que al autor se le cierran todas las puertas y no encuentra donde meter la cabeza tras intentarlo insistentemente y a la desesperada, cuando no le dejan ser escritor, su actividad se puede convertir en una angustia y en un infierno del que no sabe cuándo podrá salir. Y lo que era un sueño y una ilusión se convierte en una gran pesadilla, en la que se debate indignado y reconcomiéndose ante tanto desprecio hacia su obra, que es lo más grande que siente en su vida desafortunada y atormentada. 

LA TRISTE REALIDAD DEL ESCRITOR (4)

Dentro de la triste realidad del escritor está el entorno social que le rodea, el círculo de enemigos que le surgen y que con toda envidia y malicia tratan de hundirlo, frustrarlo o amargarle la vida en el intento de que nunca pueda salir de su angustiosa situación de "paria de la sociedad", de ser autófago que lleva una existencia bohemia, buscando el mismo sueño de tantos y tantos otros artífices del arte literario. La sociedad con la que convive el escritor es, en su mayoría, proclive a adoptar una actitud peyorativa y hasta de crispación y violencia hacia él. Les produce tremendo malestar de que ese ser superior en inteligencia y capacidad para enriquecer el mundo llegue algún día a alcanzar sus fines, sus objetivos largamente perseguidos y pueda desahogar todo ese malestar --de desprecio, de tanto daño y crueldad con que ha sido injustamente tratado por todo este entorno social de envidiosos-- y ajustar cuentas con esta carroña con la que ha tenido la desgracia o la mala suerte de tropezarse en su vivir cotidiano. Se dan casos de este tipo en la realidad de los escritores. Cuando el autor está olvidado por todos, cuando ya no se le puede hacer más daño y desprecio que se le ha hecho y de repente consigue alcanzar su sueño dorado que ya lo consagrará para siempre en este universo de la intelectualidad y ya todo son elogios, publicidad y éxito en su vida, entonces es cuando muchos de estos energúmenos que en su día no le apoyaron y que tan mal comportamiento tuvieron hacia esa persona ahora triunfadora, buscan su compañía y su trato, para aprovecharse de él y que además les conviene y desean estar bien con quien ha conseguido ser una personalidad del mundo de la cultura. Todo ese desprecio, toda esa falta de respeto y consideración, toda esa humillación, se ve radicalmente transformada. Ahora, de ese antes paria--bohemio, de ese pobre hombre de la sociedad, hay que hacerse amigo y buscar aprovecharse de todo ese bienestar que él solo ha sabido ganarse a pulso. A este ser solitario, el escritor, a este antes ser dolorido y atormentado, parece surgirle mucha amistad, mucho peloteo y elogio hipócrita por todo este círculo mafioso y dañino, cuando ha alcanzado lo que muy pocos logran alcanzar en la vida: ser una persona de relieve, inmortalizarse con una obra sabiamente elaborada que ya será trascendente en el futuro de la literatura. 

martes, 25 de mayo de 2021

LA TRISTE REALIDAD DEL ESCRITOR (5)

Antes de llegar a la hora mágica que tanto sueña el escritor, son otras las frustraciones que padece o puede padecer. En la existencia del escritor no solo se dan los desengaños literarios, aunque estos quizás sean los que más le afecten. Marie Curie escribió la siguiente cita, para todo ser humano que ambiciona algo: "La vida no es fácil para ninguno de nosotros. Pero... ¡qué importa! Hay que perseverar y, sobre todo, tener confianza en uno mismo. Hay que sentirse dotado para realizar alguna cosa y que esa cosa hay que alcanzarla, cueste lo que cueste". El escritor es un ser sensible, delicado de salud en muchos casos, es un ser débil y enfermizo y vulnerable en muchos aspectos de la vida (no quiero decir con esto que ocurra siempre en la realidad de los escritores, pero es un arquetipo en la figura del escritor a tener en cuenta, porque en la historia de la literatura, las biografías de muchísimos autores célebres están plagadas de estas circunstancias negativas que he referido). Uno de sus grandes dramas es el universo del amor. La historia de la literatura está colmada de grandiosas y trascendentales obras relativas al amor. En su mayor parte es el desamor la causa de las mayores genialidades. Pero en su vida, el escritor lo sufre: tanto por la soledad amorosa como por el desengaño padecido por los rechazos de la persona que tanto ama y que es el centro permanente de su existencia o por la inestabilidad o el fracaso de una relación, que siembra su mundo de angustia y de dolor. Estos son grandes dramas en la realidad del escritor, la triste realidad que sufre por este sentimiento duro y conmovedor del amor cuando no evoluciona favorablemente. Gómez Rivera, sobre el desamor, dice lo siguiente:

                                      El desamor, es el culpable de toda soledad, y no hay pena mayor

                                      ni angustia comparable.

                                       RAFAEL GÓMEZ RIVERA

En efecto, no existe otra angustia comparable al desamor y es por esto por lo que el escritor se manifiesta con más rabia, energía y desesperación: necesita desahogar toda la tristeza y el dolor que le aflige y no encuentra mejor forma de hacerlo que es expresándolo a través de lo que es el volcán de su vida, es la mejor forma que puede encontrar para hacerlo y además es lo que realmente es la esencia y la razón de su existencia. El ardor, la energía de escribir y el quedar satisfecho con lo que se ha creado, parece iluminar --aunque no completamente-- su realidad. La triste realidad del escritor queda reflejada con el testimonio de su quehacer literario, ya sea lírico, novelístico, cuentístico, dramático, ensayístico, etc. Con todo lo que es su vida, porque, en definitiva, la mejor y más auténtica literatura es la que emana de la propia vida y la vida del escritor, ya sea realidad o introduciendo ficciones vitales, debe quedar plasmada en este universo literario que tanto necesita, adora y ambiciona. 

lunes, 24 de mayo de 2021

LA HUMILDAD

 La humildad yo la considero como una de las más grandes virtudes o maravillas de la vida, junto a la sinceridad y a no ser envidioso. El realizar una actividad lo mejor que se pueda pero sin creerte que eres el mejor que la hace ni el centro del mundo, el reconocer tus propios errores y no creerte que todo lo haces bueno, el valorar y el reconocer las virtudes y el talento de los demás, son junto con otras actitudes más, características de las personas humildes. Todas positivas, pues el ser humilde es una realidad muy bienestarosa y gozosa para las relaciones humanas y las personas que tienen muy presente esta virtud, yo creo que les va mejor en la vida que a los que pecan de lo contrario. Durante una entrevista que me hicieron en una televisión, resulta que uno de los entrevistadores dijo que yo era un escritor muy premiado. Yo reaccioné y dije que no era así, que yo no era un autor muy premiado, porque tan solo tengo un galardón y una mención honorífica en otro. Y entonces comenté que me había ido nefasto y calamitoso en los concursos literarios a lo largo de toda mi carrera y que los premios no estaban hechos para mí. Cuando terminó esta entrevista, el director de la emisora me refirió como disgustado, que yo no tenía por qué haber dicho lo de los premios y me largó molesto por esta actitud de modestia por mi parte. Ante todo había que decir la verdad y dejar constancia de la realidad y yo no era un escritor muy premiado, porque justamente soy todo lo contrario y no pasa nada por esta actitud de modestia, según el que me entrevistó, pues no fue un mal rollo en este encuentro televisivo que tuve en un hotel de Triana en Sevilla. 

LA SINCERIDAD

Cuando yo estudiaba de niño la EGB en el colegio, en el libro de textos literarios que teníamos venía un escrito sobre la sinceridad. No recuerdo cómo se llamaba el autor que lo firmaba, pero hoy día me gustaría mucho saberlo y, por supuesto, volver a tener este manual y recordar muchas lecturas que venían en este hermoso volumen de los jóvenes estudiantes de entonces. En este ensayo se valoraba y se elogiaba mucho la sinceridad, como una de las más grandes virtudes de la vida y de cómo si fuera una realidad que abundara mucho más, muchos menos males y desgracias y situaciones peyorativas ocurrirían en nuestras vidas. Hace muchos años ya, pues era en la década de los ochenta, había un programa de televisión en el que un personaje famoso acudía a un concurso, en el que le proponían tres personas, ya fuesen hombres o mujeres, según si el famoso fuera hombre o mujer. Durante este juego televisivo, los tres aspirantes a ser pareja del famoso permanecían ocultos y solo al final, cuando elegía quién le había gustado más de los aspirantes, podía ver cómo era y conocerlo e iniciar una relación con esta persona. Durante la prueba, los distintos candidatos exponían sus virtudes, sus aficiones, sus deseos, sus sueños, etc. Y al final, tras valorarlos el personaje, elegía el que más le atraía y ya lo conocía para iniciar una relación. Pues bien, en uno de estos programas, le tocó asistir a una conocida actriz, que recuerdo que era muy guapa, y conforme fue conociendo a los tres aspirantes a ser su amor, hubo uno que desde un principio manifestó ser muy sincero, que era una actitud que había tenido siempre en su vida y a lo largo de sus intervenciones no dejó de insistir en ser un hombre sincero. Resulta que a esta conocida actriz le gustaron mucho los tres hombres que aspiraban al amor con ella, pero al final valoró por encima de todo la sinceridad y decidió elegir a esta persona que así lo manifestaba. Esta popular artista vio que la sinceridad era muy importante para ella y que ahora en su vida le ilusionaba probar suerte con este nuevo hombre. Yo, que he solido ser sincero durante toda mi vida y que siempre me ha costado muchísimo mentir y que es una cosa que rechazo, me repatea y no va conmigo, yo que alabo y deseo la sinceridad en mi vida, escribí un poema dedicado a esta virtud tan importante y tan necesaria en la realidad humana:


                                         SINCERIDAD 

                                     Sí, sinceridad,

                                     eres una de las grandes

                                     virtudes

                                                     de la vida.

                                     Quién te posee

                                     con arraigo, con grandes dosis

                                     de no querer engañar a nadie

                                     tiene un tesoro en el corazón

                                      y gozará siempre

                                      durante su peregrinar

                                      por la existencia

                                      de muchas ventajas,

                                      de confianza de los demás,

                                      de estima, apoyo, cariño, respeto

                                      y un bienestar muy dulce

                                      en el mundo de las relaciones

                                      con los entornos sociales de su realidad. 

EL ESCRITOR Y LA DEPRESIÓN (1)

 Son innumerables los testimonios a lo largo de la historia de la literatura que ofrecen una especial relación entre el escritor y la enfermedad. Ahora bien, por su talento peculiar que le otorga capacidad de trascendencia, no se puede comparar al escritor enfermo con el enfermo habitual. Podría decirse que el escritor es un enfermo distinto, particular, especial, que difiere en una considerable capacidad de relevancia y de genialidad con respecto al enfermo común. Se trata de un enfermo con unos rasgos muy importantes y trascendentes que no los suelen poseer la mayoría de los enfermos. Existe una indiscutible relación entre enfermedad y creación literaria. Y los escritores, las víctimas de estas patologías, las han aceptado. Indagando en las biografías de una larga lista de escritores se puede comprobar esta relación: tísicos, sifilíticos, epilépticos, locos... Al parecer la enfermedad genera creatividad, para escribir en serio es necesario --según se desprende de tantos casos y estudios sobre el tema-- padecer una patología grave, porque la enfermedad enriquece y capacita la conciencia. Podría enunciar en este ensayo la confirmación de lo anteriormente expuesto con una larguísima lista de ejemplos de escritores enfermos. O, dicho de otro modo, de enfermos que escribieron. Pero prefiero centrarme en la relación especial del escritor con la enfermedad nerviosa, con la locura, de ahí el título de este ensayo: "El escritor y la depresión". 

EL ESCRITOR Y LA DEPRESIÓN (2)

"Ningún gran genio ha existido sin una mezcla de locura", pontificó Aristóteles. En efecto, la enfermedad más característica del escritor es la locura y esta locura le produce creatividad. La mente del escritor enfermo es fértil, imaginativa, no cesa de pensar: es este pensamiento intenso lo que la castiga y la enferma, pero al mismo tiempo le genera genialidad para manifestarse de una forma especial como literato. En la mente enferma del genio creador no paran de venirle ideas, proyectos sobre los que trabajar en su ardua actividad. El cerebro de los escritores, aunque enfermo y deficiente para muchas actividades de la vida, para lo que es más eminente y trascendente en su realidad, suele ser un volcán de talento y sabiduría, en algunos casos, hasta de una genialidad extraordinaria. La depresión, los rasgos de locura, nacen del desequilibrio. La creación literaria es, en sí, un desequilibrio. Y todo escritor debe sumergirse y agotarse en todas esas inquietudes que le desequilibran con esfuerzo y ambición, pues solo así podrá ser posible la realidad enriquecedora para el universo de la cultura y de la belleza que es la literatura. 

domingo, 23 de mayo de 2021

LA SENECTUD

Decía la escritora Mercedes Salisachs en una entrevista que la vejez sin achaques es la mejor época de la vida. Yo pienso que en la vejez normalmente existen los achaques. Otra cosa son las excepciones y hay ancianos que gozan de la gracia y la fortuna inmensas de no tener apenas problemas con la salud y estar libres de molestias de enfermedades. Pero estos casos abundan poco, escasean las personas que pueden disfrutar de esa lotería tan maravillosa. Aun en el caso de que en una persona senil no existan los achaques, el bienestar, la energía y la vitalidad de los jóvenes, obviamente, no la tienen. No creo para nada que la vejez, aunque sea sin achaques, resulte ser una época para tirar cohetes ni que sea la mejor de la vida. No estoy de acuerdo con esta afirmación de esta destacada escritora. Un gran amigo mío, tristemente desaparecido, me dijo que la vejez es muy fea, a lo que yo le comenté que es una pesadilla o un infierno o incluso una tragedia. La vejez no creo que se pueda considerar como una etapa maravillosa en la existencia. Por ello, ante los malestares y sufrimientos que acarrea este último episodio de nuestra vida, lo mejor mientras no se ha llegado es aferrarse y tener presente intensamente lo que dice el aforismo más famoso de la literatura romana. El carpe diem es un gran principio vital, es una idónea filosofía de vida. Aprovecha el día. Mejor aprovechar la juventud y obtener los más sabrosos frutos de ella. Te ofrece más posibilidades de conseguirlo que la senectud, donde las limitaciones, la pérdida de facultades y las molestias de las goteras no te hacen la existencia muy bonita que digamos. Las épocas anteriores de la vida, si las sabes aprovechar bien y si no te va mal durante ellas, merecen sin duda más la pena que la decadencia de la senectud. 

sábado, 22 de mayo de 2021

EL ESCRITOR Y LA SOLEDAD (1)

Es una realidad evidente --testimoniada por muchos intelectuales a lo largo de la historia-- la identificación del escritor con la soledad. El escritor, la figura del escritor --ya sea consagrado o frustrado, ya sea cual sea la época que le ha tocado vivir, la situación histórica en la que desarrolla su actividad o las circunstancias personales que han marcado su existencia-- ha tenido como estigma común e inexorable de su mundo la situación de soledad. El escritor, podríamos decir, es solitario por naturaleza. Ramón Gaya escribe lo siguiente: "A la soledad, vista de tal o cual manera, la necesitamos todos sin remedio. Claro que el artista, el creador, la necesita más que nadie, ya que en ella --y solo en ella--, en su concavidad vacía, es donde lo encuentra todo... Sí, todo aquello que vamos logrando ser --en la vida como en la obra de creación-- se lo arrancamos, muy penosamente, a la soledad". Importante y esencial reflexión en torno al tema que nos ocupa en este ensayo. En efecto, la soledad es necesaria, todos acudimos a ella cuando queremos relajarnos, en muchos momentos de la vida queremos estar solos, meditar en soledad, gozar a nuestras anchas de su torrente de bienestar. Pero es el escritor, el artista, el intelectual, quien más la busca, quien más desea respirar de sus bondades, quien más necesita evadirse y desarrollar su vida bajo esta realidad con la que muchas veces encuentra el relax y el germen, "la simiente" para producir su obra. Son los momentos de soledad los que producen más riqueza en la vida del escritor, es a través de ellos en los que surge el gusanillo de la inspiración, y ya en el trabajo, en el acto de la creación, el escritor necesita estar solo y rendir cuentas a su actividad, una labor siempre amada y necesitada, aunque sea una labor de duro esfuerzo, de tensión, de concentración mental que es, sin duda, sacrificada, no es ningún caminito de rosas, aunque, al final, si da sus frutos, sí es muy dulce y gratificante. Esto es lo que podríamos denominar "el sabor agridulce de la literatura". Pero sin salirme de este tema que me ocupa, decir que esta realidad innata y central en la vida del escritor, ha sido motivo de reflexión de muchos intelectuales a lo largo de la historia de la literatura. Ha habido opiniones para todos los gustos. Unos la consideran negativa, "no es bueno que el hombre esté solo". "Un corazón solitario, no es un corazón",  (Antonio Machado), otros necesaria, "porque nos permite ser por nosotros mismos" (Ramón Gaya), "el mar, el mar y no pensar en nada" (Manuel Machado). Algunos lamentan la crueldad de su acoso, y otros, como el caso de Arthur Schopenhauer, la consideran como una auténtica mina de oro. Este último autor se refiere en concreto al hombre superior en inteligencia y considera que estas personas superdotadas deben refugiarse en la soledad, en primer lugar porque le procura estar consigo mismo, y otra, el no estar con los demás. Sobre esto Arthur Schopenhauer nos hace reflexionar sobre cuánta violencia, molestia y hasta peligro acarrea el trato con ellos. Por ello, el sabio, el genio creador debe ser un insociable que no necesita a toda esa gente, pues en una gran mayoría es moralmente mala e intelectualmente obtusa o trastornada. En efecto, el genio creador, a lo largo de la historia, se ha visto dañado, gravemente perjudicado, por su trato con otras personas muy inferiores a su capacidad para trascender en la vida. Y es, sin la menor duda, el fantasma de la envidia el motivo que ha llevado a estos seres que rodearon o rodean la vida de los creadores a hacer peligrar o sembrar de dolor y angustia el transcurrir de su mundo. Por ello, Arthur Schopenhauer apela a la soledad, al sentimiento de evasión, a la tranquilidad de espíritu que proporciona para evitar todos los sufrimientos y malestares que la sociedad que convive con el artífice de la sabiduría le provoca. Viene muy acorde con estas últimas reflexiones la famosa cita de Jonathan Swift: "Cuando en el mundo aparece un verdadero genio puede reconocérsele por este signo: todos los necios se conjuran contra él". El escritor es vulnerable a la sociedad que le rodea, por ello la soledad es o debe de ser una razón esencial de su existir. Leyendo las biografías de los escritores se puede corroborar lo expuesto, pues se observa claramente los problemas que provocaron en sus vidas el trato con la gente próxima a su entorno vital, que si en algunos casos no les hicieron daño, su único afán era aprovecharse de ellos, acosándolos en deseos de amistad para lograr dicho fin. Esto ha sido, es y será una realidad en la vida del escritor, que si adopta una actitud solitaria le priva del trato con cualquiera de estos indeseables. La sociabilidad excesiva es una inclinación muy peligrosa que el escritor debe evitar en su existencia. La soledad llena de bienestar a muchos intelectuales, la soledad es paz y encuentro con su mundo rico y venturoso, la soledad es la mejor situación para formarse y volcarse en su trabajo, para dejar el legado cultural que ambiciona, para sentir plenamente lo que de verdad inunda su ser y absorber las fuentes de la sabiduría, siempre en su situación de soledad. 

viernes, 21 de mayo de 2021

EL ESCRITOR Y LA SOLEDAD (2)

El tema de la soledad en la vida del escritor viene de antaño. Los humanistas del Renacimiento amaban la soledad. Uno de ellos, Fray Luis de León, desarrolló el tópico horaciano del Beatus Ille (Beatus Ille in procul negotiis: "Dichoso aquel que de pleitos alejado") y menospreció insistentemente en sus poemas la corte y alabó la aldea o la vida retirada en soledad. Son bastantes ejemplos los que se pueden citar de este deseo de evadirse del mundanal ruido de nuestro genial humanista, ante las tremendas desgracias que le acarrearon en su vida sus enemigos eclesiásticos e inquisitoriales. Muy famosa es su décima "Al salir de la cárcel", en la que queda reflejado el sentimiento de soledad, de evasión, de alejarse "de aqueste mundo malvado":

                                                         Aquí la envidia y mentira

                                                         me tuvieron encerrado.

                                                         Dichoso el humilde estado

                                                         del sabio que se retira

                                                         de aqueste mundo malvado,

                                                         y con pobre mesa y casa,

                                                         en el campo deleitoso

                                                         con solo Dios se compasa,

                                                         y a solas su vida pasa

                                                         ni envidiado ni envidioso.


Aflora en este poema autobiográfico de Fray Luis de León la principal razón por la que el escritor, el sabio, debe retirarse de este mundo malvado, vivir en soledad y apartarse de todos sus enemigos: los envidiosos, la envidia, y gozar a solas con la naturaleza. El tema de descubrir la soledad del campo, del monte, del bosque, del mundo natural, como el mejor medio de retirada para el genio creador, es ampliamente explotado por este poeta en sus textos horacianos. Elogia estos parajes solitarios y esto queda reflejado en estos versos del poema "Vida retirada":

                                                     ¡Qué descansada vida

                                                     la del que huye el mundanal ruido

                                                     y sigue la escondida

                                                     senda por donde han ido

                                                     los pocos sabios que en el mundo han sido!


Y en estos otros, del mismo poema, sobre su elogio a la naturaleza, como el mejor medio de evadirse de los males de la sociedad:

                                                       ¡Oh, campo! ¡Oh, monte! ¡Oh, río! 

                                                       ¡Oh, secreto seguro, deleitoso! 

                                                       Roto casi el navío, 

                                                       a vuestro almo reposo

                                                       huyo de aqueste mar tempestuoso. 


Son muchos otros los ejemplos que se pueden poner de versos de este genial autor renacentista que insisten sobre este tema siempre presente en la vida de los creadores. 



                   

miércoles, 19 de mayo de 2021

EL ESCRITOR Y LA SOLEDAD (3)

En la vida del escritor la soledad excesiva puede ser abrumadora. Cierto es que debe huir de la gente que le rodea, que en su mayoría lo que desean es fastidiarlo, aprovecharse de su talento, sembrarle de odio y malestar ante el fantasma de la envidia que sienten, pues no soportan que logre triunfar en la vida, en su mundo literario que puede ser trascendental. Por ello, el escritor debe ser insociable e ir a sus asuntos y a sus meditaciones en soledad, debe responder tajantemente ignorando a todo ese corrillo de envidiosos indeseables que lo único que quieren es hundirlo cuanto más mejor. Para eso está la vida solitaria como mejor antídoto para desentenderse y pasar de toda esta carroña. Sin embargo, es evidente que la soledad absoluta es triste. Por ello, en esta realidad de problemas y angustias en la vida del escritor --el escritor es, por lo general, un ser atormentado-- debe buscar amigos de verdad, amigos auténticos, personas que lo admiren y apoyen y que sepa que nunca o muy difícilmente lo van a traicionar. Este es el hueco que el escritor debe hacerse como excepción en el trato con los demás. Estos amigos para toda la vida deben ser muy pocos --en esta vida los buenos colegas, y ya no me refiero solo a esta realidad del escritor, son muy escasos y se cuentan con los dedos de la mano-- y con ellos es donde verdaderamente el escritor debe enriquecerse, compartir gratos y provechosos episodios de su vida con su buen corazón y sentir con acierto y bienestar el auténtico sentimiento de la filantropía. Estas son las personas con las que el creador debe relacionarse más intensamente, las que más debe buscar y comunicarse y expansionarse con su atrayente compañía.