No quiero que mis versos caigan
en el más desolador olvido.
Me entristece pensar que todo
lo trabajado con ilusión, oficio
y empeño finalice rechazado
en la inutilidad de un cajón oscuro
donde mi vida acabe reflejada
en el mayor desprecio del silencio.
Debe ser muy frustrante dedicar cientos o incluso miles de horas a escribir literatura para que se quede en el anonimato y nadie la conozca
ResponderEliminarPor lo general, es desmoralizador hacer grandes esfuerzos para emprender cualquier tarea (no solamente literaria) y no lograr unos resultados claros
EliminarTe entiendo perfectamente y creo que es el miedo al que nos enfrentamos todas las personas que escribimos. Me gusta mucho tu poema. Te recomiendo la poesía de Mercedes de Velilla, fue una poeta del XIX que estoy investigando ahora y temió siempre el olvido.
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