miércoles, 31 de marzo de 2021

LA ENVIDIA ORIGINAL

 Existen personas que ante determinadas circunstancias o realidades de la vida, reaccionan con un síndrome de envidia tan acentuado que les lleva a responder a esa situación de unas maneras increíblemente curiosas y originales que uno no da crédito de la sinrazón de comportarse así, de por qué se hacen estas cosas y qué consiguen con estas conductas y estos numerazos impresentables que no merecen para nada la pena, pero que por desgracia esto es así y hay gente para todo. Y en la envidia, eso, cabe de todo y se hace todo lo que venga a la imaginación o inspiración con tal de expulsarla y dar respuesta a la persona envidiada. En enero del año 1999 yo acudí a una televisión local en un pueblo muy cercano a Sevilla para una entrevista sobre literatura que me iban a hacer. Estando en la sala de espera, conocí a un señor que también iba a ser entrevistado después que yo y charlando muy animadamente los dos sobre el motivo de estos encuentros televisivos, surgió el tema de la poesía, que yo iba a hablar y a recitar poemas durante mi intervención en el plató, pues él iba a tratar sobre magia. Enseguida le dejé poemas que yo llevaba para que los curioseara y leyó algo y se llevó buena impresión. Me dijo que él también era poeta y me recitó algo suyo. Entonces yo lo invité a que fuera a la asociación literaria que yo frecuentaba en nuestra ciudad desde hacía varios años. Terminó esta jornada televisiva en esta emisora local y a los pocos días este vate apareció en nuestra tertulia literaria trianera y con todo entusiasmo e ilusión participó y a partir de entonces se incorporó a nuestros encuentros semanales y fue un compañero más con el que todos nos sentimos contentos de que nos conociera y que colaborara y nos acompañara en nuestros memorables y entrañables actos literarios. Tiempo después de muchas jornadas de tertulias y convivencias con este compañero al que yo le abrí las puertas de nuestra asociación, publiqué mi primer libro titulado "Poemas becquerianos y cancionero amoroso". Esta que fue mi ópera prima es quizás el mejor volumen de poesía que yo he publicado y escrito en toda mi vida, pues los "Poemas becquerianos" están escritos con la métrica de las rimas de Bécquer y exhala puro romanticismo y esencia sentimental que ha gustado siempre a la mayoría de la gente, es digamos, mi libro más pegadizo y con más gancho y tirón de todos los poemarios que he escrito a lo largo de toda mi vida creativa. Y el "Cancionero amoroso", que es el otro poemario del volumen, pues es otra joya por el estilo, con canciones muy originales, en las que juego con la métrica y que entusiasman a los lectores de siempre por su tono popular y sus ritmos y que contienen igualmente sentimientos y pasiones mías juveniles al estilo de los "Poemas becquerianos". Cuando publiqué mi libro, este poeta y amigo me lo compró, aunque de todos los que edité años después nunca quiso ninguno más. No me comentó ni me valoró ni me dijo nada de nada de esta obra mía, pero pasó el tiempo y aterrizó en nuestro grupo literario un nuevo vate que acababa de publicar un libro de poemas. Enseguida el colega se volvió loco de entusiasmo y admiración hacia el poemario de este autor y no paraba a los compañeros de leerles textos de este libro que le despertó tanto gozo y fervor, poniéndolo por todo lo alto, en el grado más sublime y exagerado que se puede valorar y reconocer una obra. Al poco tiempo organizó en la tertulia el acto de presentación del libro junto a su autor y la presidenta del grupo literario y la jornada no pudo ser más deslumbrante y apoteósica de alabanzas, piropos, florilegios y todo lo mejor y mucho más que se pueda decir de un libro, vamos, que yo en toda mi existencia, no he conocido jamás en nadie tanto encomio y tanta celebración como nos largó allí a todos los presentes. Nos quedamos perplejos ante esta actitud del compañero, sobre todo cuando los poemas eran más bien poca cosa y no salían de la mediocridad. Qué comportamiento más chocante el de este poeta hacia su nuevo amigo y vate, autor de un libro que no daba para tantísimas flores y halagos. Una compañera me comentó muy extrañada y sorprendida: "Hay que ver la que nos ha liado con ese libro que no es para tanto". Yo observo hoy día como de mi libro no dijo este gachó ni pío, absolutamente nada de nada y de ese otro manifestó de todo lo más grande, cuando se trataba de un poemario flojito y poca cosa. Y que lo puso como si fuera de lo mejor que se haya escrito de toda la Historia de la poesía universal. Está muy claro, clarísimo, que todo este culebrón del amigo lo provocó la sintomatología envidiosa que sufrió ante mis "Poemas becquerianos y cancionero amoroso", y que la descargó de esa forma tan peculiar, dando un espectáculo que nos dejó alucinados a todos los presentes en aquella jornada literaria tan especial. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario