sábado, 7 de marzo de 2020

LOS HÉROES QUE SIEMPRE VENCÍAN ESTÁN TODOS OLVIDADOS

Un escritor y periodista, antiguo colega mío, publicó un elogioso y emotivo artículo sobre mí en el tristemente desaparecido diario "El Correo de Andalucía" (30-12-2004). En esta columna el periodista me ponía por todo lo alto, reconocía abiertamente y sin tapujos mis grandes virtudes como artista literario, mi perseverancia y mi entrega hacia esta actividad que centraba casi exclusivamente mi vida: "usar letras en un mundo de números". Denunciaba y lamentaba las constantes y rotundas injusticias cometidas con mi obra, pero encomiaba cómo yo había arrostrado mi destino de escritor, a pesar de las adversidades padecidas, "con una robustez de espíritu que pone la carne de gallina". Pero afirmaba que en mi persona, en mi actitud como literato, tenía más mérito aún que mi disciplina mi humildad. Yo diría sobre esto que aunque es cierto que hay veces que sí lo he sido, en otras ocasiones no tanto, porque a ningún artista que se dedica con esfuerzo, ilusión y que está orgulloso con su obra y su labor le gusta la modestia. Y en ningún caso menospreciarse y desmerecer de sus méritos y del trabajo que con tanta pasión desarrolla. Pero lo más curioso e impactante de este panegírico artículo a modo de homenaje hacia mí, es cuando este autor afirma que tantos y tan inmerecidos reveses del azar en mi nefasta trayectoria son tan solo una modalidad de éxito. Y lo sentenció para terminar de esta forma: "Los héroes que siempre vencían están todos olvidados" y a continuación: "De Aquiles solo se recuerda su talón". Toda la vida llevo de fracasos constantes, injustos, absurdos e inexplicables, pero tantos fracasos, según César Rufino, desembocarán algún día en algo muy distinto, mientras que muchos triunfadores y vencedores quedarán en el más desolador olvido.

No hay comentarios:

Publicar un comentario