domingo, 8 de marzo de 2020

AZORÍN Y YO

Entre José Martínez Ruiz, "Azorín" y yo se dan una serie de equivalencias o casualidades que resultan muy curiosas de contar. Son unas anécdotas llamativas que yo a lo largo de mi vida he ido observando y que voy a transmitir en este ensayo. Yo nací el 28 de octubre de 1966. Azorín falleció muy provecto, a la edad de noventa y tres años, el 2 de marzo de 1967. Quiere esto decir que cuando yo hacía pocos meses que había venido al mundo, Azorín murió a una avanzada edad, pero ambos coincidimos vivos. Ramón Martínez Ruiz, hermano de Azorín, fue médico en el pueblo de Jaén "La Puerta de Segura" y mi padre, natural de allí, contrajo una pulmonía con diecisiete años y estuvo al borde de la muerte. D. Ramón el médico le salvó milagrosamente la vida en plena posguerra. Quiere esto decir que yo existo gracias al hermano de Azorín. Mi progenitor fue amigo siempre de Amancio, sobrino de Azorín, hijo de otro hermano del célebre literato y que residieron en La Puerta de Segura. Mi abuelo materno cuentan que en la posguerra hizo un viaje con Azorín a Alicante. Lo llevó hasta allí en su camión y ya no sé si tuvo más relación o menos con él, pero el caso es que se conocieron. El día 28 de octubre de 1994, es decir, cuando yo cumplí 28 años de edad, justo en ese día, ABC publicó un artículo mío titulado "Leer a Azorín". ABC fue un periódico en el que el eximio autor del 98 colaboró durante muchos años de su vida. Y ese escrito mío ensalzando la obra de Azorín, apareció en el año en el que yo hacía una década que comencé a escribir. Para terminar decir que la forma o el estilo de yo narrar o redactar en prosa se lo debo a Azorín. Ha sido mi maestro y mi ejemplo a la hora de crear la prosa y gracias a él puedo hacerlo con soltura, eficacia y amenidad, como contaré en otro ensayo.

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