martes, 8 de diciembre de 2015

MI VIDA PRESENTE PERSIGUE

Mi vida presente persigue un claro y definido objetivo.
Un objetivo futuro con el que sueño
constantemente
                      y es la desdicha mía no poder
                      sentir ya realizada esa ilusión
que me ha estimulado siempre.
                      Sí, yo ya quiero vivir la aurora
de esa mujer adorando mi existencia, yo deseo
disfrutar de su enternecedora presencia, yo quisiera deshacerme
cuanto antes de esta solitaria y angustiosa realidad
que me ha dominado siempre y de la que no he conseguido
evadirme porque la sensación amorosa
es la más gratificante verdad de la vida
que se me ha negado rotundamente.

(Incógnita vital frustrada. ¿Futuro? Existencia marcada
por este horizonte en el que busco la salida
de mi situación. Esperanza, ilusión, deseos de alcanzar
esta constante trascendental de mis entrañas,
de mis alegrías y sueños inmensos por descubrir
lo que más quiero).

Malestar, desesperación, nerviosismo.
¿Hasta cuándo seguiré sufriendo? ¿Cuándo ese remedio
que ansío de la vida? ¿Cuándo ese desahogo
que me sane de mi agonía sentimental?
Triste rutina de la soledad, penoso no vivir
la ópera amorosa de una compañía
y seguir consumiendo la tortura de pensar y agotar
la mente por la luminosa sensación que nunca llega.

¿Cuándo mujer? ¿Hasta qué punto conseguirás aturdirme
y atormentar mi ser con tu insistente y severo rechazo?
¿Cuándo ese sueño vivo en una realidad? ¿Cuándo esa utopía?
¿Cuándo podré realizar lo que siempre adoré, la pureza de tenerte,
la feliz consecución de nuestro amoroso encuentro?

(Meditación inútil. Punto. La pesadilla no se acaba).


No hay comentarios:

Publicar un comentario