domingo, 20 de diciembre de 2015

CANTO A LA SOLEDAD

Me quedaré solo, solo, solo...  amparado únicamente
por el ambiente puro y limpio de mis soledades.
La soledad no siempre es angustia y tristeza,
la soledad es un mundo o un celeste universo
al que hay que saberle extraer su jugo y su encanto.
La soledad es la mayor razón de la existencia
del genio creador, la soledad, si no la posee
el artista debe, debe buscarla y rechazar
la sociabilidad de los entornos oscuros y malvados.
Me quedaré solo, solo, solo... pero respirando libertad,
independencia, comunicación conmigo mismo y entrega
hacia el trabajo, hacia lo que es lo más grande
en la vida del creador, una existencia dominada
por el sueño y la pasión inmensa del verbo;
una amalgama de inquietudes que giran y giran
buscando la manifestación más pura y verdadera.
Esa necesidad de expresarse, de descargar con deseo,
intensidad y emociones todo, todo lo que la vida
transmite y grabarlo con denuedo y perseverancia.
Me quedaré solo, solo, solo... qué bien contigo
mi soledad, mi desolación siempre latiendo
en mi corazón, solo y vacío pero sano
y limpio y dócil aunque vulnerable a tantas cosas
inexplicables, pero que sigue latiendo aunque sea solo,
aunque quede solitario y ahogado en este mundo
absurdo y sin sentido, pero solo al fin porque la pureza
del aroma fresco y relajante de la soledad
también tiene sus ventajas que hay que absorberlas
como una auténtica mina de oro, como el tesoro
más grande del universo de la creación...
Qué grande, qué firme, qué adorable sensación
es a veces la soledad, por ello solo, solo y solo
quiero ya quedarme, al fin, ya solo para siempre.

No hay comentarios:

Publicar un comentario