Hoy no me ha sorprendido tu materialismo.
Yo ya conocía tu actitud antes de vernos.
Tú no me has querido ni como un simple amigo,
por eso quisiera tenerte siempre muy lejos.
No te acompaño en esos futuros sentimientos
por lo muchísimo que te queda que pasar
y no podré salvarte de esos malos momentos
porque mi corazón siempre te rechazará.
Has roto la promesa que yo tanto quería,
por eso quiero que nunca te acuerdes de mí.
Y espero que se quede contigo tu mentira
apartada para siempre de mi porvenir.
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