sábado, 10 de junio de 2017

TRES SILVAS A UN DESENGAÑO AMOROSO

                 1
La soledad que vivo
después de tantos sueños acabados,
me hace recordar
nuestra perdida imagen del pasado.
Aquella luz sin fuego
que con dulzura fuiste reflejando,
la chispa repentina
sobre mi corazón tan solitario
me devolvió la vida...
Yo sentí como el más puro flechazo
que nunca imaginé
que podría dejarme destrozado,
torturado, hundido en
la inevitable sombra del fracaso.

                2
Cuando tú respondías
con aquellas palabras encantadas
y llenabas de anhelo
a una vida y un alma atormentada,
de angustia, de dolor,
de constante tragedia sentenciada,
yo creí que vivir
tu amor me llevaría a la esperada
liberación, al sueño
reflejado en mi mente ilusionada,
vivo en una verdad,
en una dulce realidad ansiada,
en aquel sentimiento
que de ti tantas veces esperara.
Y en un inesperado
golpe de tu rechazo me dejabas
solitario y perdido
en la más colosal desesperanza.

               3
Yo comencé a sentir
que nuestra amistad siempre fracasaba,
que bajaba y subía
y que nunca quisiste que llegara
a ser luz en mi vida.
Mi oscura fuente siempre adormilada
en el estancamiento
de no alcanzar esa amorosa llama,
de lograr nuestro mundo
con la vitalidad de nuestras almas,
con la profundidad,
el deseo, el impulso, la aclarada
sensación de vivir
nuestra más verdadera y acertada
pasión sentimental.
El constante objetivo que llevara
durante tanto tiempo
persiguiendo que tú me contestaras.
Y cuando decidiste
darme satisfacción con tus palabras
despertando una aurora
sobre mi vida amarga y acabada
tú no me respondiste...
Cuando sentí el dolor por tu esperada
actitud de no amarme
yo viví la más triste y desolada
experiencia de ver
que el destino a los dos nos separaba.

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