He sentido amanecer tu inmaculado amor
en mi corazón impulsivo y enamorado
y al sentirlo, mujer mía, me has irradiado
ilusiones y gozos, alientos y utopías,
una nueva concepción del arte de vivir
que ha complacido y apasionado mi espíritu
juvenil con el jardín de tus besos y alegrías.
Has inundado de empírea felicidad
mi mundo presente que no esperaba el surgir
de una musa afable, hermosa y risueña
que me transmitiera deleitosas realidades
y glorificara mi destino de esperanza.
Porque ya nuestro sentimiento es un paraíso
quiero expresarte lo mucho que te quiero
y que sepas mujer, mi amor, mi vida,
que eres el tesoro que me embebe por dentro,
que eres la rosa adorada que florece radiante
en el fluir acrisolado de todos mis sueños.
No hay comentarios:
Publicar un comentario