A LA TRISTEZA

¿Por qué ese dolor
que hiere
constantemente
el alma
y el corazón,
cuando la situación
no cambia
y no existe en tu seno
un latido
que te ilumine
con una novedad
que te abra las puertas
con una ilusión
que te devuelva
la alegría?
La agonía
que te acosa
de repente,
la caída hacia
el baúl de los recuerdos.
El pasado feliz
perdido.
Nostalgia, porque
el presente
ya no te ofrece
la realidad
que desearías.
Las motivaciones:
fracaso, enfermedad,
pérdida de lo adquirido
y hundimiento
en la desolación
que te inclina
hacia lo más amargo
y duro
de la vida,
que tantas penas
y desdichas presenta
cuando menos
lo esperamos.
No te dejes golpear
por la traidora
melancolía,
intenta evadirla,
olvídala, deshazte
de ella cuanto
antes, sobre todo
antes de que sea
demasiado tarde.