Porque la dulce miel de tu belleza
inunda mis entrañas de emociones
y siento manantiales de atracciones
por nuestro amor colmado de pureza.
Porque tu corazón y gentileza
me transmite preciosas vibraciones
que sublimo y reflejo en mis canciones
y gozo al expresarte mi terneza.
Sí, mi mujer, al fin nos encontramos
en el jardín florido y deleitoso
de esta fiel e impoluta relación.
Sí, mujer, mi amor, porque nos amamos
y es un edén romántico y dichoso
que refulge de estrellas y pasión.
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