No existe el mar en los paisajes
castellanos. No se divisan las costas
en sus llanuras tristes y polvorientas.
Pero el alma de esta tierra
también tiene su adorable encanto.
Corazón de España, Castilla
siempre eterna, siempre te cantaron
y te ensalzaron con gozo los poetas.
Tu bello paisaje lírico lo describieron
con ansias los autores del noventa y ocho
y el testimonio de esta literatura
quedó grabado siempre como un tesoro.
Aunque no estén cerca del mar ni tengan playas en cientos de kilómetros a la redonda, los paisajes de la Castilla profunda también tienen su encanto
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