viernes, 12 de junio de 2020

LA PSICOLOGÍA DE LOS ESCRITORES (1)

AMBICIONES Y SUEÑOS DE GLORIA

Cuando en los escritores surge el deseo de iniciar la actividad creativa y sienten la ilusión por decantarse en su futuro por esta actividad artística o intelectual, se produce sobre todo la reacción que voy a analizar en este ensayo. En efecto, quiero tratar sobre la psicología del autor cuando descubre esta pasión por la literatura, sea en el género o géneros en los que se aventure a escribir, o bien sobre temas de historia, filosofía, teología, psicología, etc. porque está claro que todos los que cultivan todas estas y otras facetas intelectuales son también escritores y no solo los literatos. Lo primero que aparece en la mente del recién estrenado artista son las ambiciones, que se manifiestan a través de intensos sueños o fantasías por lograr en el futuro destacar en la labor que ha descubierto. Los autores se obsesionan con ser premiados y reconocidos cuanto antes mejor y por todo lo alto. Y digo por todo lo alto porque en las mentes de los escritores las ambiciones que circulan no son a medias, desean alcanzar lo más sublime y espectacular, buscan ser auténticos personajes famosos y prestigiosos de la vida cultural y a nivel internacional. Los sueños de gloria se desbordan en los creadores de una manera exagerada, y en ningún momento se conforman con poco, cuanta más popularidad consigan, si es que la consiguen, mucho mejor. Las fantasías ambiciosas de los escritores llegan a ser de lo más disparatadas, por soñar que no quede aunque también saben que los sueños, sueños son y que de ilusión también se vive. Y estas actitudes tan ilusorias y esperanzadoras por conquistarlo todo aparecen, como refería al principio, nada más empezar a escribir. En cuanto una persona descubre esta actividad, inmediatamente las ambiciones se desbocan. Y comienza a presentar sus primeros escritos a premios, mueve su obra desde un primer momento, buscando sus recompensas de manera precoz. Es esta la actitud más común y corriente. Porque es muy evidente que casi todos aspiran a ser triunfadores en el arte que desarrollan. Y no quieren que bajo ningún concepto sus escritos se queden muertos en la oscuridad de los cajones. Pero también se dan las excepciones, y han existido y existen escritores que lo hacen por afición, distracción o desahogo personal. Y que no mueven sus obras ni intentan que se publiquen y les da igual todo esto del éxito literario. No lo buscan y no sueñan ni fantasean con los triunfos y sus obras pasan desapercibidas y no llegan. Esta psicología sin ambiciones en alguna gente que escribe también se ha dado a lo largo de la historia.


2 comentarios:

  1. El autor nos habla de los sueños de gloria de los escritores, considerándolo como algo muy frecuente y que se ha dado siempre.

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  2. El autor reflexiona sobre las razones de los escritores que justifiquen sus esfuerzos y sinsabores en el arte de las letras que no es otro que el triunfo y reconocimiento aunque reconoce que no todos se ven impulsados por estos motivos y es más bien el sentir la satisfacción de la creación pura artística la que mueve sus hilos.

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