martes, 23 de junio de 2020

LAS VIDAS EJEMPLARES DE LOS SANTOS

Los santos fueron personas extraordinarias que consagraron su vida a Dios mediante sus constantes buenas acciones. Hicieron una y otra vez el bien a los demás, demostrando su fe y su solidaridad y dando todo lo que podían dar y mucho más por beneficiar al mundo en su paso por la vida, desarrollando todo tipo de actividades por el bien de la sociedad, y en fin, dando muestras de un corazón muy grande y generoso en todos los momentos y circunstancias de su existencia. San Josemaría Escrivá de Balaguer, fundador del Opus Dei, ya en vida gozó de fama de Santidad, y después de su muerte se extendió por todos los rincones de la tierra, habiendo algunas curaciones médicamente inexplicables que se atribuyen a su intercesión. Cartas de 69 Cardenales y cerca de mil trescientos Obispos pidieron al Papa la apertura de la Causa de Beatificación y Canonización de Josemaría Escrivá de Balaguer. El fundador del Opus Dei fue beatificado en Roma en 1992 y en 2002 canonizado. Sobre San Josemaría Escrivá tengo que decir que hizo un milagro muy evidente con un familiar mío en el año 1980. San Antonio de Padua, santo medieval, el más famoso y popular de toda la Historia de la Iglesia, junto a San José, y extraordinariamente milagroso, hizo conmigo uno muy claro en mi vida literaria, que impidió que yo perdiera la salud y enfermara de angustia y de locura. Resulta que yo llevaba más de ocho años escribiendo el que para mí iba a ser el libro más importante de mi vida. Había tenido que dejarlo varias veces durante todo este largo periodo de tiempo, porque me agobiaba e incluso me afectaba a la salud su compleja y pesada redacción y corrección. En febrero de 2012, llegó un momento en el que yo no podía más e iba a tener que tirar la toalla porque no me quedaba otro remedio. Después de tantos años, tantos esfuerzos descargados y esta obra que era el centro, la obsesión y la razón más grande de mi vida, iba a quedar sin terminar e irse al garete para siempre. Esto iba a suponer para mi vida un drama enorme. No solo por la frustración, sino porque caería enfermo psicológicamente y sabe Dios qué hubiera sido de mí. Yo tenía en la salita de mi casa, que era donde escribía, un almanaque de San Antonio de Padua, que lo había comprado en ese año 2012, que el mes anterior había comenzado. Ante el tremendo malestar que padecía, le recé a este famoso santo y se produjo el milagro. Yo llevaba dos años corrigiendo esta titánica obra que me traía completamente de cabeza y durante ese tiempo había conseguido arreglar la mitad. Después de rezarle a San Antonio, la cabeza se me despejó y un impulso de vitalidad y bienestar me llevó en tan solo tres meses a corregir la monstruosidad que me faltaba y lograr el sueño literario de mi vida, y lo más importante de todo que era que yo no perdiera la salud por esta causa. Quince días antes del día de San Antonio, el 29 de mayo de 2012, yo vi felizmente concluido este gran libro y el día 13 de junio fui a la eucaristía a darle las gracias y desde entonces tengo la costumbre de asistir a todas las misas en el día de este santo. Santa Ángela de la Cruz fundó el instituto de las Hermanitas de la Cruz, aprobado canónicamente por el Papa Pío X y en 2003 fue canonizada. Santa Ángela de la Cruz, a cuyo convento en Sevilla asistí a varias misas y pude ver el cuerpo incorrupto de esta madre santa sevillana y a quien le debo ya varios favores y gracias, es mucha la devoción que le tengo y le tendré siempre. ¡Bendita seas por siempre Santa Ángela de la Cruz, a la que Sevilla y la Humanidad entera te estarán agradecidas!

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