domingo, 12 de enero de 2020

LIBROS DE PAPEL

El libro tradicional, el de papel; los libros de toda la vida. Ante la avalancha de inventos tecnológicos que nos invade inexorablemente, en cuanto al del libro electrónico, yo tengo que manifestar que me quedo con mis ejemplares de antaño. Nunca he leído en un e-book ni jamás lo voy a hacer. Hace tiempo tuve una tableta tras instalarme la conexión a internet, y confieso que al principio me sentí entusiasmado porque a través de ella tenía acceso a todas las poesías que quisiera, desde clásicos a vates actuales. Descubrí bibliotecas digitales y leí relatos hasta de autores japoneses que me encantaron, en fin, que tenía a mi alcance todo lo que deseara. Pero la fascinación duró poco porque el aparato comenzó a darme problemas neurológicos en mi cabeza y se acabó esta historia de internet. Y volví a mis volúmenes de siempre, a la ilusión por comprarlos, poseerlos, tocarlos, olerlos, ordenarlos, coleccionarlos, regalarlos... y por supuesto, leerlos. Clasificar los libros, estructurarlos y darte el gustazo de contemplar y manipular una buena biblioteca atestada de ejemplares de todo tipo de temas, géneros, tamaños, colores, colecciones, etc. Esta es la clase de cultura que yo quiero y a la que afortunadamente acudo todos los días. El formato de cultura de siempre.

1 comentario:

  1. En este artículo Martín defiende el tradicional libro de papel frente a los nuevos instrumentos tecnológicos.

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