Es el sentimiento amoroso el manantial
que inspira los más hermosos sueños adolescentes.
Soñar con el espejismo de conocer a la mujer
ideal, a esa doncella entrañable que llena
el espíritu joven de ternura, de gozo, de pasión,
de vivencias atrayentes y adorables.
Sentir solo amor, sentir que esa mujer inunda
de saludables verdades el universo que brota
en la más pura realidad. Compartir
los días más iluminados que regala
la fruta de este sentimiento extraordinario
y trascendental. Esos son los más celestiales
sueños, los sueños que deben poseer
las entrañas de los solitarios adolescentes.
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