Y cayó al río.
El amor de Narciso
pasó factura.
Amistad pura.
A corazón abierto.
¡Y qué pocas hay!
La ilusión siempre.
Las ganas de vivir
que nunca falten.
Triste el amor
cuando no lo disfrutas
y vives solo.
Y la esperanza
no se debe perder.
Yo una perdí.
Sencillo pero intenso poema en estos versos de origen nipon.
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