Sí, desde luego, amigo,
hay que seguir, continuar
con el cansancio, con el duro mundo
que nos plantea
la vida.
Dolor de vivir, fatigas y desasosiegos,
penas y fracasos.
FRUSTRACIÓN.
El imposible camino
de la realización humana,
la imposible
felicidad,
el desconcierto, el descontento,
la angustia del ser vivo.
Pero hay que tener paciencia, valor,
y seguir con la persistente tragedia,
nunca perder la calma
y poco a poco y con el tiempo
conseguir tu propósito
y vencer al amor.
Satisfacer el constante deseo
del corazón
que sueña ansiosamente,
se obsesiona, se desespera,
agoniza, se va agotando
hasta poder lograr
el objetivo humano.
¿Renunciar a la vida?
Nunca, amigo,
hay que mostrar la cara,
enfrentarse con la triste
realidad
y conformarnos con la desgracia
de vivir
y aun cuando la vida
nos agote y hunda más la moral
no renunciar nunca
sino seguir, continuar,
en una desesperada lucha
por aproximarnos
a la siempre oscura
felicidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario