miércoles, 15 de enero de 2020

DESPRECIO HACIA LOS LIBROS

Me escandalizo. Me decepciono, indigno y me da desazón al ver cómo hay mucha gente --y la cosa va en progresión--, que desprecia los libros que hay en sus casas y los tira a los contenedores como si fueran desperdicios o basura u objetos que no sirven para nada. En efecto, hoy día cada vez se le da menos valor a estas joyas o instrumentos de la cultura y de la sabiduría, que siempre han proporcionado ocio, placer y entretenimiento y formación intelectual de todo tipo. Para muchas personas, en los tiempos modernos --sobre todo los jóvenes--, carecen de importancia y estima y se los quitan de en medio, pues ya hasta ni se quieren molestar en regalarlos a alguien que sí les pueda interesar, o bien donarlos a bibliotecas o centros diversos o a alguna institución. Nada de eso. A tirarlos como si fueran porquería y que los recoja quien quiera o vayan a los basureros si alguien no los ve y se quemen y se vayan al garete para siempre. Y a todo esto cuento una anécdota que resulta igualmente desmoralizante. En un centro cívico al que acudo de vez en cuando, ponen libros y enciclopedias para que los usuarios de este citado centro se lleven los que sean de su agrado. Yo he cogido bastantes veces para mi biblioteca, pero ya apenas cuento con espacio en mi casa porque a lo largo de toda una vida no he parado de adquirir volúmenes, ya que esto es mi pasión de siempre. Pues bien, observé que colocaron una estupenda enciclopedia aula de cultura general. Quise llevármela, pero como decía, estoy muy saturado en mi domicilio de todo tipo de libros, enciclopedias, colecciones, etc. y la dejé. Transcurrió más de un mes desde que la ofrecieron al público y con estupor vi que nadie la quería. Así que decidí que fuera para mí y buscar algún exiguo rincón donde ponerla. Me indignaba que esta gran obra que estaba impecable y bien conservada y que la he consultado en numerosas ocasiones desde que me la traje, no la quisiera nadie y todo el mundo la despreciara como si fuera basura, cuando precisamente son una ingente cantidad de personas las que visitan y realizan actividades en este centro cívico sevillano.

1 comentario:

  1. El autor nos habla del rechazo a los libros sobre todo por los jóvenes. Yo pienso que esto es una consecuencia de la mentalidad que se ha inculcado a los jóvenes.

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