miércoles, 24 de febrero de 2021

GENEROSIDAD E INGRATITUDES

 En el año 2000 publiqué el que tal vez sea el mejor libro de poesía que yo escriba en toda mi vida, entre una vastísima producción lírica que he realizado a lo largo de muchísimos años. La edición fue grande: mil ejemplares. Como apenas me los distribuyeron, la editorial me fue por etapas enviando cajas a mi domicilio atestadas de ejemplares que no se habían distribuido. Yo no me explico por qué carajo publican tanto y me hicieron gastar un dineral. Para luego que yo me tuviera que comer con papas tanto libro y optar como salida regalar cantidades enormes, porque a ver qué hacía yo con tantos volúmenes acumulados en mi casa sin poder conseguir venderlos. ¿Es que estos editores indeseables no pudieron, dadas estas circunstancias de no contar con buenos canales de distribución, publicar muchos menos, por ejemplo que la tirada fuera de 500 ejemplares? Aunque la reacción en cuanto a las ventas fue estupenda y a lo largo de muchos años he logrado vender varios centenares, el caso es que otros he decidido regalarlos. ¿Y las reacciones de los obsequiados? ¿elogios? ¿gratitudes? ¿valoraciones? Nada de eso hicieron la abrumadora mayoría. El panorama no puede ser más decepcionante a lo largo de más de veinte años de generosidad por mi parte, de regalar un libro que a mí me costó un pastón publicar, de hacer dedicatorias cariñosas y afectuosas y desparramar buenos sentimientos y buen rollo a los futuros lectores para después recibir silencios, indiferencias y si me descuido desprecios o pasotismo total de comentar nada, al yo solicitar valoraciones o que me expresaran algo de la joya o maravilla que había tenido el detallazo de obsequiarles. Y digo joya o genialidad o excelencia de libro, porque mis "Poemas becquerianos" están escritos con la métrica de las rimas de Bécquer y tienen la esencia y la enjundia del romanticismo y la sentimentalidad más pura y total y es un vademécum de la poesía amorosa universal, aunque nadie diga nada y todo el personal cierren la boquita y manifiesten esa ingratitud y desprecio hacia este prodigio de obra lírica. De los más de doscientos libros regalados a todo tipo de gente, solo han sido alrededor de unos quince los que me han brindado su valoración positiva o reconocimiento. Balance desolador, sin duda, desastre de los desastres, mierda y más mierda de la gente que lo que se merecen no es una preciosidad de libro como los "Poemas becquerianos y el cancionero amoroso", sino eso, un buen mojón pinchado en un palo y que se traguen toda la peste del mundo. 

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