jueves, 25 de febrero de 2021

AUTODIDACTISMO

 Se da la circunstancia y sobre todo en la época actual, de que los autodidactas están mal vistos dentro del mundo de la cultura y muchas veces se les menosprecia y se les infravalora por el mero hecho de no haber pasado por la universidad. Parece ser hoy día que toda persona con inquietudes literarias o intelectuales necesite para ser mejor visto o valorado que haya tenido formación universitaria, y si además dentro de ésta cuenta con varias carreras, máster, doctorado, cátedra, etc, tanto mejor para ser reconocida su faceta creativa. Está claro que el requisito fundamental o principal hoy día para ser un buen escritor es haberse recorrido bien la universidad. Y pongo ahora un ejemplo de lo que me pasó en cuanto a mi situación de escritor autodidacta. Un amigo de muchos años resulta que ya a una edad madura ha sentido inquietudes literarias e intelectuales y se ha puesto manos a la obra con esta virtuosa faceta creativa que ha brotado en su vida. Él ya tenía una carrera en este caso de ciencias, pero al descubrir su pasión literaria no tardó mucho en matricularse en una carrera de letras con motivo de su nueva realidad. Hablando los dos de nuestras respectivas actividades intelectuales, me refirió con actitud, digamos, de superioridad hacia mí, su situación de universitario, o sea, parece ser que por el hecho de estudiar el grado en lengua y literatura ya tenía la cosa más mérito que yo por mi condición de autodidacta. Como si no hubiera yo hecho nada relevante por no haber pasado por la universidad y mi prolífica actividad a lo largo de varias décadas no fuera suficiente para acreditarme como un buen escritor. Para ser un gran autor aquí de lo que se trata es de pasar por el aro de la universidad, o si no, chungo chungo que no eres nadie. Este colega intelectual lo veía así, al igual que en los tiempos modernos lo ve yo creo que casi todo el mundo. A este amiguete las ambiciones y los sueños se le dispararon y hoy día la carrera ya la habrá terminado, pero en cuanto a actividad creativa está el hombre muy cortito, a pesar de su exitoso grado en lengua y literatura. Y si además se comienza a escribir con cerca de cincuenta años, pues ya se dice que de los cuarenta para arriba no te mojes la barriga. La cosa la tiene extremadamente complicada para ver cumplidos sus sueños de gloria y sus ilusorias ambiciones, aunque haya realizado sus estudios superiores con éxito. Y yo ahora digo que las facultades universitarias no lo son todo a la hora de desarrollar una brillante carrera literaria. 

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