Siempre soñé con este ardoroso amanecer
después de una mágica noche en tu compañía.
Siempre quise este encuentro contigo, mi mujer,
y beber de tu adorable fuente de delicias.
En el futuro podremos estar más unidos.
En nuestras vidas se nos abren todas las puertas
y ansiamos y queremos este mundo divino
con todas nuestras verdades y dichas inmensas.
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