Mar, cielo repleto de estrellas
y fantasías amorosas en una noche
inmensa de verano. Tropel bravío
de las olas y plenitud vigorosa
de juventud alegre y despierta.
Sentimientos y sueños,
elixir de una vida de pasiones
mientras la costa transmite fuerza
y vibraciones inolvidables. Mundos
y paraísos celestiales: paisajes
de la Tierra, astros en el firmamento;
naturaleza, universo ignoto
que el alma joven anhela contemplar
junto a su nueva rosa enamorada.
Querido Martín Isidro, soy Javier Salvago. El otro día estuve con mi cuñado Miguel Gutiérrez, me habló de ti y me dio la dirección de este blog. Encantado de saludarte. Un abrazo
ResponderEliminarEste bello poema infunde romanticismo y una ilusión desbordantes.
ResponderEliminarExtraordinario poema romántico, quizá uno de los mejores del blog
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