Y SURGIÓ DE REPENTE UN RAYO DE ESPERANZA

Y surgió de repente un rayo de esperanza
y todo un horizonte de mundos siderales
parecían contagiarme como un germinar
de ternuras y ardores virginales.
El corazón y los sueños, los cielos y las nubes,
las almas vibrantes, el grandioso universo,
y todo el bramido salvaje de las olas
me anunciaron el amanecer soberbio
de una etapa nueva de luces y aromas.
Siempre la vida nos enamora
con jardines fragantes y sus flores hermosas,
con olores gratos y fantasías gloriosas,
de numen y enjundia, melodías sonoras,
armonías y claridades y purezas que asombran.
Siempre vivimos, siempre adoramos,
y buscamos el éter de pasiones gozosas.
Siempre quise luz, limpidez, brillo y placer
de un existir más saludable y despierto:
mi alma dormida quiere el dulce nacer
de un Sol radiante de ilusiones y anhelos.