jueves, 7 de diciembre de 2017

Y SI TODA LA LUZ PURA DE LOS CIELOS

Y si toda la luz pura de los cielos
se proyectó para dicha inmensa
de nuestra pasión desbordante y genial,
dime, mi mujer, ¿cuánto, cuánto más
puede ofrecerte mi corazón enamorado?
Puedo ofrecerte viajar por el mundo
y visitar lugares mágicos, impresionantes,
y vibrar con vivencias inolvidables.
Absorber con arrobo las maravillas
de la naturaleza salvaje, conocer
ríos y manantiales que son delicias,
lagos entre preciosos valles, torrentes
que descienden de las montañas,
cataratas, lagunas, albuferas, rías,
y mares y playas que nos extasían.
Pero busquemos y descubramos otras joyas,
mi amada, mi cariño, mi adorada flor,
disfrutemos de los bosques, de las sierras,
de las sabanas y de las selvas africanas,
de las cordilleras, de los desiertos, de las praderas...
Siempre quise conocer lugares preciosos
y hacerlo con tu placible compañía
es la gloria, el gozo, el aliento, el tesoro,
es un volcán ardiente de dura energía
que inunda mi alma de sueños y decoro.
Si nuestra vida es amable y alegre,
si el fervor y la fantasía por conocer mundo
es común en nuestros gustos y placeres,
sigamos, mi musa, mi esperanza, mi amor,
a por estos paraísos de encanto y sensación.

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