El despertar de mis sueños en la madrugada
me hizo ver el claro espejismo de tu ausencia.
Doncella de verdes ojos como la esmeralda
y una belleza tan sublime que me embelesa.
Sueños y deseos, esperanzas y recuerdos.
Sensaciones y aromas del más feliz te quiero.
Ya no te tengo, mujer, musa de mi poesía,
pero tu llama de amor me llena por entero.
Que buen poema me gusto y redacta la sutileza de los sueños de un hombre en la madrugada
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