miércoles, 18 de noviembre de 2015

ROMANCE DE MEDITACIÓN AMOROSA

¡Cuánto tiempo sueño y sueño
que llegue la primavera!
¡Primavera con sus frutos
de amar en naturaleza,
de sentir la luminosa
presencia de la belleza!
¡Hermosura de mujer
que quiero como promesa
de mi vida en el futuro!
Sentimiento de la estética
en la imagen femenina.
¡Oh ansias de la presencia
de amistad en las entrañas
de mi alma siempre incompleta!
De amistad siempre profunda
con mis dulces compañeras,
mis simpáticas amigas
que deseo con entrega
de ilusiones y proyectos
hacia nuestra dicha eterna.
Hacia el real acto unitivo,
quiero mi fusión repleta
con la mujer natural
para vivir la más plena
evasión de mente y cuerpo.
Dirigirme a la serena
concepción de mi amorosa
llama por siempre de cera.
Encontrar ese sentido
de vida siempre sincera
en el más hermoso amor
que llene mi vida entera.
Mi sentido solitario,
que este mi sentido fuera
acabar con mi dolor
y con mi tragedia a cuestas.
¡Oh doliente oscuridad
en mi más profunda pena
por no sentir el amor!
Mi cuerpo quiere y desea
sentir la más necesaria
unión de nuestra firmeza
pasional, de nuestra rosa
tantas veces negra y negra.
Pero el pasado se olvida
y nuestra fortuna llega.
Llega el amor, llegará
la felicidad, la nueva
esperanza de querernos
sïempre en la verdadera
hermosura de tu ser.
Tú, mi mujer, siempre bella,
yo siempre te he adorado,
te he querido, quisiera
sentirte con tu alegría,
tu cuerpo siempre a mi vera.
Y que el sabor de tu boca
vibre en mi piel con las frescas
uvas dulces de tus besos
de moscatel y azucenas.
Y durante tantos años
nunca, nunca, mi princesa
pude besar tu perfume,
tu cara de flor, doncella,
tu apasionante reír...
¡Dulce encanto de trianera!
¡Oh mujer hermosa! ¡Guapa!...
Guapa y con inteligencia
que quisiera disfrutar
en la vida que me espera.
Nuestro mundo más precioso
de sueños y con presencia
del amor inagotable
en el foco de tinieblas...
¡Esas noches sevillanas!
¡Oh tinieblas! Esas fiestas
juveniles de hermosa
luz y color manifiesta.
¡Qué futuro tan increíble!
¡Qué pasión tan verdadera!
Siente mi fiel corazón,
sueña mi mente la nueva,
definitiva venida
de esta mi dulce experiencia.
Y olvidemos el pasado
de amarga y dura tristeza
que pensando en el futuro
mi inclino por tu pureza...
¡Quiero sentir la más dulce
concepción de nuestra cierta
pasión por siempre esperada!
Poder encender la vela
de mis ansias... ¡Oh mujer!
Yo te quiero, compañera,
yo quiero esa luz que anuncie,
que ilumine la colmena
con sabor de dulce flor,
con sabor de dulce fresa.
Quiero sentir la verdad
que inunde la vida nuestra.

No hay comentarios:

Publicar un comentario