Vino tu amor como una chispa ardiente
y la impresión tan fuerte y exaltante
que de tu hermosura y tu semblante
colmó mi corazón tan de repente.
La ilusión y el encanto en el presente
de enamorar mi vida apasionante
por tu belleza siempre penetrante
es el mayor impulso que se siente.
Vivir la dolorosa y triste ausencia
del temprano rechazo que sufrí
cuando más demandaba tu presencia,
acabó con el sueño que sentí
y que te reflejé con insistencia
porque tú nunca me quisiste a mí.
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