He vuelto a recordarte mujer mía
y siento no poderte contemplar.
Tu belleza morena es ese mar
cuyo oleaje vence a mi agonía.
El vacío de mi alma desearía
tu perfume entrañable respirar
y sentir tu agradable dialogar
que de nuevo sabor me llenaría.
La pasión de mi vida he descubierto
al soñar con haberte conocido
y despertar un Sol que me ilumina.
Eres el cielo azul en que despierto.
Eres mi luz, mi mundo amanecido.
Eres la sensación que me fascina.
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