lunes, 2 de enero de 2017

AQUELLO FUE UNA MARAVILLOSA SENSACIÓN

Aquello fue una maravillosa sensación
premonitoria. El destino fausto, mujer mía,
amada mía dueña de mi corazón,
era el encuentro y la magia dichosa
de fusionarnos y disfrutar la plenitud
de nuestra ópera de amor apasionado.
Nunca la vida para mí ha sido
tan bellida, tan venturosa, tan primorosa,
y ahora es mi imperiosa necesidad
conservar este amor tuyo para siempre.
Mujer, adoración de mis más puros sueños,
caminemos siempre juntos ilusionados
en esta hermosa realidad de dulces emociones
que nos transmite nuestro mundo enamorado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario