Recuerdo aquel lluvioso día de otoño
cuando al fin emanó nuestra pasión.
El fuerte temporal nos fue glorioso
porque nació la pulpa del amor.
Sientes llover con gozo y alegría.
Tú la vives con dulce palpitar
y transmites ternura y armonía
con esta clara luz del fiel amar.
Ninguna otra estación es tan hermosa
para nuestras entrañas sensitivas.
El viento y esta lluvia nos arroba.
El calor en la alcoba nos fascina.
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