domingo, 29 de mayo de 2016

COMPAÑERA DE VIAJE

1

Juan se acostó pronto, en la tarde-noche del viernes, después de haber organizado los preparativos para el viaje de fin de semana a su ciudad de origen. Era un joven funcionario que había sido destinado a otra ciudad de su misma región debido a que en la capital donde vivía no pudo coger la plaza correspondiente porque no obtuvo en su examen el resultado que necesitaba. Era la primera vez que había salido fuera de entorno natal y en un principio se sintió inquieto y nervioso de tener que vérselas solo en otra ciudad, pero observó que ya era mayorcito y que todo sería acostumbrarse y echarle valor a la nueva vida que le había tocado, una vida afortunada porque había conseguido eludir muy tempranamente el problema del paro y su porvenir ya lo tenía asegurado para siempre. Era la primera vez que visitaría a su familia después de los dos meses que llevaba trabajando y no quiso hacerlo antes porque estaba asentando y organizando su vida en esta ciudad. Se levantó temprano, se arregló, cogió los bultos y salió rápido a coger el autobús que le llevaría a la estación ferroviaria donde se subiría en el tren que le dejaría en su tierra natal. Solo iba a estar dos días, pero sí el tiempo suficiente para ver a los suyos y que supieran cómo evolucionaba su nueva vida. El viaje para tan poco tiempo era precipitado --pensó-- pero él ya quería saber qué había sido de los amigos que dejó allí y recobrar la identidad perdida con su ciudad. A Juan no le atraía mucho viajar, pero después de dejar el andén y subir al moderno tren se sintió muy a gusto y relajado sobre todo por la hermosa compañera que tendría durante el viaje, con la que podría disfrutar de un agradable trayecto. Tuvo la suerte de no tener más compañías en el departamento y pensó que la fortuna estaba con él al haberle correspondido viajar con esta chica a solas, quien en un principio le ofreció poco diálogo y permaneció seria, pero que después, conforme avanzaba el viaje, profundizó con Juan en sus vidas y asuntos, por lo que ambos comenzaron a sentirse muy atraídos y entusiasmados.

2

Esther vivía en la misma ciudad que Juan, eran paisanos, pero hasta el presente encuentro nunca se habían visto, no se conocían y tuvo que ser en esta circunstancia en la que comenzaran a sentirse impulsados y felices de relacionarse. Esther era estudiante de Biología, tuvo que irse a esta ciudad, al igual que Juan, aunque observó que la situación de este joven era más relajante que la suya. Juan ganaba un sueldo con su trabajo, sentía el bienestar de haber resuelto su vida. Ella tendría que seguir estudiando y sacrificándose para sacar adelante su carrera, al mismo tiempo que sus padres se esforzaban económicamente porque la beca que le concedieron no lo cubría todo. Juan se sintió muy impresionado con el diálogo que Esther le estaba ofreciendo pues ni tan siquiera prestó atención a los hermosos paisajes naturales que tanto le gustaba contemplar y que se observaban plenamente durante la mayor parte del trayecto ferroviario. Estos dos jóvenes hablaban de todo: de sus vidas, de sus aficiones, de sus pasiones, de sus proyectos, de sus ilusiones, de su futuro...

  --Es una ventaja y un bienestar muy grande el que seas funcionario tan joven...
  --Sí, pero también me ha sido muy difícil conseguirlo, aunque reconozco que la suerte también me ha acompañado. No obstante, estudiar una carrera y más cuando te gusta y te sientes fascinado por ella tampoco está nada mal...
  --En efecto, pero no sé si compensará con el tiempo...
  --Sí, yo te puedo poner el ejemplo de que tengo compañeros de trabajo que son licenciados y que al final han acabado en mi misma situación laboral, el subempleo es una triste realidad...

Durante un largo rato la conversación versó sobre este tema, pero tanto Juan como Esther estaban dispuestos a charlar sobre cualquier asunto que surgiera, el viaje era largo y tendrían la oportunidad de amenizarse con una tertulia diversificada y estimulante para ambos...

  --¿Ha cambiado mucho tu vida desde que te marchaste a estudiar?
  --Pues la verdad es que sí, me encuentro más animada de conocer otro entorno que el de nuestra ciudad, pues en ella no me había relacionado mucho; parece ser que en esta capital me siento más comunicada, tal vez al verme despegada de mi vínculo familiar me hace tratar más con los compañeros y hacer buenos amigos y amigas... nuestra ciudad es más aburrida que esta en la que creo que hemos tenido la suerte de instalarnos...
  --Es cierto... aunque yo apenas me he relacionado todavía en los dos meses que llevo trabajando y me encanta haberte conocido... podríamos, si te parece, vernos a partir de ahora y salir cuando nuestras ocupaciones nos lo permitan...

Esther sonrió y se mostró conforme y entusiasmada ante la actitud deseosa de Juan, en el que advirtió gran admiración y gusto hacia ella. Dialogaron no solo sobre sus vidas, trataron muchos otros temas: Juan comentó con Esther sus conocimientos sobre Zoología, Geología, Paleontología, etc. y fue éste el motivo por el que ella comenzó a ilusionarse con este chico que la sorprendía en muchos de estos aspectos. Esther era una entusiasta de las Ciencias Naturales y hablar sobre estos temas la maravillaba. Comenzó a sentirse impresionada ante los conocimientos de Juan, quien le comentaba aspectos de sus materias de estudio que hasta ella, aun con su experiencia y dedicación, ignoraba. Juan le dijo que todos estos temas le habían fascinado siempre pero no pudo seguir el camino de ella porque prefirió asegurar su vida cuanto antes después de finalizar el bachillerato. Juan le comentó que los temas que estudió en su etapa de opositor no solo le aburrieron sino que lo agobiaron y le costó gran esfuerzo comprenderlos y asimilarlos, pero mereció la pena porque al final todo le salió bien y prosperó en sus objetivos.

  --Y ahora, en tus ratos libres, ¿Qué más te gusta hacer?
  --Pues precisamente me dedico a saborear las lecturas de los libros de Ciencias Naturales con los que estudié en el bachillerato. Soy autodidacta y los momentos en los que puedo dedicarme a estas mis materias favoritas los aprovecho plenamente. No obstante, me atrae la cultura en general y más adelante me gustaría poder dedicarme con más intensidad a muchas otras materias, pero cuento con poco tiempo...

3

Esther y Juan dialogaron sobre toda la multiplicidad de saberes en los que les encantaría sumergirse además de las disciplinas científicas, y tanto uno como otro se sintieron atraídos porque se compenetraban en todo lo que reflexionaban y comentaban. Y debido a esta hermosa realidad que se abría paso en sus vidas ambos sintieron el instinto y la atracción de que se gustaban por toda suerte de razones. Juan no se esperaba después de la monotonía vivida en los dos últimos meses en la ciudad donde trabajaba, que iba a conocer con tanta fortuna a esta mujer que se acoplaba perfectamente a sus deseos. Y más aún en el moderno tren en el que tanto le fascinaba viajar, en el que quedó maravillado durante su anterior desplazamiento al contemplar la fabulosa sierra montañosa por la que atraviesa. Pero aquél trayecto Juan lo hizo nervioso ante la soledad en la que se vería en la capital a la que le destinaron. No se le ocurrió pensar que en el siguiente viaje conocería a Esther, esta joven universitaria que le abrió un nuevo horizonte en el planteamiento de su vida.


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