viernes, 17 de julio de 2020

SERES ATORMENTADOS

Cierto día, cuando yo estudiaba el tercero de bachillerato, el profesor de literatura nos dio una clase un tanto extraña y especial. Este docente parece que llegó ese día trastornado y todos los alumnos nos quedamos perplejos y confusos del arte de clase de literatura que nos dio. Qué coño le habría sucedido a este señor aquel día, para que durante toda la hora que duró la clase no hiciera otra cosa que repetirnos acerca de la pesca de arrastre y la de altura, que se tiraban las redes al mar y a pescar. Y a continuación, cuando ya nos había dejado bien claro el arte del oficio de la pesca, se dejaba caer: ¡Qué genio era Cervantes! Este profe se llevó toda la clase en este plan y cuando ya se hartó de exponer tanto sobre la pesca y sobre la genialidad de Cervantes, de buenas a primeras nos invitó a todos los alumnos, a todo el que quisiera, a salir a la zona de la pizarra y que dijera todos los disparates que se le ocurriera. Y que daba total libertad al orador a decir todo lo que se le antojara. Por supuesto, que ninguno salió y no le hicimos ni puñetero caso, allí todos permanecimos callados, escuchando estos contenidos reiterativos y absurdos que aquella tarde nos refregó este educador. El arte de la pesca no tenía nada que ver con la literatura, que es lo que este hombre nos debía enseñar y que para eso estaba allí y le pagaban un buen sueldo. Y en cuanto al genio que era Cervantes, está muy claro que hasta el más analfabeto, ignorante e inculto sabe que nuestro insigne escritor era un genio, y más aún todos nosotros que estábamos ya estudiando el último año del bachillerato. Esta fue la lamentable enseñanza que nos impartió este profesor aquella tarde, qué prejuicios, qué diablos le pasó, qué traumas o qué manías o qué trastornos tuvo este docente para dar un espectáculo así. Todos nos quedamos alucinados y no dimos crédito del acarajotamiento de este señor para hacer esto.

1 comentario:

  1. Madre mía, cómo están las cabezas, vaya personajillos que se encuentran en la vida.

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