Termina el verano y los dos protagonistas vuelven a su ciudad con la ilusión de estudiar sus respectivas carreras universitarias. Mientras, en septiembre, Javier sigue adelante con su vocación lírica, escribiendo más poesías eróticas, hasta que concluye una colección de treinta poemas. Adquiere la costumbre de irse a leer a una biblioteca pública y se encuentra un día con la sorpresa de ver a la chica de sus sueños consultando libros en la sección de ciencias. Se siente enamorado al verla y se fija que los libros que había hojeado tratan sobre ingeniería. Javier comienza su carrera de periodismo y durante los fines de semana se relaja junto a Nicasio en los lugares de la movida. Los dos ven una noche a la chica de la librería. Nicasio, al conocerla, le comenta a su amigo después que la ha visto en el campus universitario y que descubre que estudia Ingeniería industrial. Javier se ilusiona y al verla otra noche decide hablarle con la ayuda de Nicasio. Se llama Luisa y entablan conversación en torno a los estudios. Javier se siente muy feliz y enamorado por la actitud de Luisa. Mientras tanto Javier lleva muy bien la carrera de periodismo que compagina escribiendo poemas, esta vez inspirados en Luisa. Desarrolla una fecunda labor poética, mientras Nicasio se siente bloqueado y con muchos problemas para hacer frente a su carrera de matemáticas. Después de pasar un tiempo sin ver a su amada Luisa, Javier le habla en una noche en la que al fin se encuentra con ella, pero le contesta secamente de que otro día hablaría con él; Javier se siente hundido al ver que dialogaba con un amigo muy efusivamente y con dos amigas y a él lo rechaza. Pero Javier se centra en su carrera y en su creación poética. No obstante, no se puede olvidar de su musa y cuando la ve en un comercio siente un respiro de felicidad. Luisa lo besa y se muestra muy tierna y simpática y Javier le comenta que le gustaría que leyese sus artículos de la carrera y poesías que ella precisamente le ha inspirado. Luisa siente mucho interés y acuerdan hacer con el tiempo un hueco en sus estudios para que se los enseñe. Javier destaca en sus estudios y redacta muchos artículos, calificados por sus profesores como de gran calidad. Una tarde Javier ve a Luisa y ambos se sienten muy felices, dialogan y acuerdan verse para que por fin le enseñe algunos de sus trabajos. Luisa anota el teléfono de Javier y le dice que ya le llamará. Ante la actitud tan efusiva que observa Javier se siente gozoso y eufórico de que al fin va a poder conquistarla. Tras un largo periodo de tiempo sin saber de Luisa, ésta lo llama para que le enseñe sus escritos como acordaron. Javier se siente molesto y disgustado porque acababan de pasar las dos fiestas primaverales en su ciudad y ella no le había hecho caso. Se normaliza la conversación y quedan en un café para pasar un buen rato. Luisa lee con mucho asombro y entusiasmo los poemas de Javier que le encantan. Y al final, Javier le enseña otro dedicado especialmente a ella y se lo regala. Luisa se siente fascinada y le transmite sus deseos de que tenga suerte en los objetivos de su futura carrera de escritor. Pero pasa el tiempo y Javier no tiene más noticias de ella, porque ambos están inmersos en el final del curso. Terminan los exámenes y Javier, Nicasio y un compañero de éste de la facultad deciden ir a una fiesta que organiza una discoteca. Los tres se relacionan con chicas y se lo pasan de maravilla, pero al final todo termina en frustración para Javier porque ve a Luisa abrazada a un joven y mordiéndole la boca locamente. Javier sufre una crisis porque siente ya imposible volver a relacionarse con Luisa por su actitud perversa y traicionera hacia él.
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