lunes, 3 de enero de 2022

EDITORES Y AGENCIAS LITERARIAS EN ESPAÑA: LA INMUNDICIA MÁS GRANDE DE LA LITERATURA UNIVERSAL

A vosotros me dirijo ahora, sí a vosotros, porque carecéis del más mínimo talento profesional, porque ese trabajo que hacéis está exento de limpieza y honradez y ética y eficacia profesional. Sí, es así, por eso después de toda una vida me veo en la necesidad y el desahogo y la terapia de responder a tanta necedad y a tanta ignominia, a tanta actitud infame y equivocada como manejáis y desarrolláis en vuestra labor que tanto daño y destrozo está cometiendo con tantos excelentes autores y, por consiguiente, causando perjuicios y desaguisados a la cultura española y universal. Ha llegado la hora de decir bien claro a todo el planeta sobre lo que os guisáis y os merendáis y todo el entramado de mafias y de intereses y demás mierdas que cultiváis con toda la inutilidad y los errores más absurdos, pero que a vosotros os da lo mismo, aunque seáis conscientes de ello. Cuánto daño y lesiones y malestar se está haciendo a tantos autores válidos, inteligentes y con arte, y cuanta porquería está circulando en detrimento de los talentos, muchos de los que subyacen en el más desolador olvido y desprecio y que frustrados y angustiados padecen la sinrazón de vuestra ineptitud y criterios parciales, esos intereses que tienen contaminado e infectado el mundo intelectual en España, tierra de mucho arte y de mucha sabiduría, pero de muchas figuras y genios que ven maltratadas y rechazadas una y otra vez sus ilusiones, tumbadas y abatidas por culpa de vuestra política editorial tan injusta y asquerosa. He observado a lo largo de toda una vida cómo nadie parece que se rebela ante tanta injusticia, ante tanto manejo y politiqueo constante y repugnante como se lleva a cabo, pero yo os digo que ya he batallado lo mío y voy a seguir batallando en el futuro contra esta vuestra labor tan pésima y lamentable. Yo no soy ególatra como la mayoría de los artistas, y os digo que no me manifiesto solo por el aniquilamiento que habéis realizado con toda mi obra, una producción de más de sesenta títulos en la actualidad, a la que no le habéis dado una sola oportunidad después de cerca de cuarenta años de lucha y desasosiego, paseándola por todos vuestros departamentos de lectura, para siempre llevarme la misma mierda: no, no y no, no puede ser incluido en nuestro programa, no se adapta a nuestro plan de publicaciones actual, a pesar de su interés no encaja en nuestra línea editorial, la situación del mercado hoy día nos exige ser austeros y no podemos aceptar su propuesta, desestimamos su manuscrito aunque eso es según nuestro criterio porque la historia de la literatura está llena de errores editoriales, tenemos nuestra programación cubierta durante los próximos años y no admitimos de momento más originales, tenemos mucho agobio de títulos y no podemos contratar más pero confiamos que encuentre otra editorial con menos saturación que nosotros y le agradecemos que haya pensado en nuestro sello, aunque su original no es rechazable del todo, no tenemos confianza plena en que se publique y optamos por rechazar su ofrecimiento, no podemos hacernos cargo de la publicación de ninguna de sus obras, pero le deseamos mucha suerte en su futuro literario, a pesar de las bondades del manuscrito, ciertamente apreciadas por nuestro comité de lectura, sentimos comunicarle que no puede ser incluido en nuestra próxima programación, etc. etc. etc. Ante toda esta miseria y corrupción, parece que los escritores afectados no se rebelan, no responden y se aguantan y se resignan como borreguitos ante tantas actitudes y criterios editoriales despreciables y estúpidos y una gran parte de la sociedad ligada al mundo de la literatura y de los libros desconoce o no es del todo consciente de cuánto desastre rodea el mundo de la edición y de los premios literarios en toda España. Editores y Agentes gandules que no leen la mayoría de lo que se les manda y van sacando sus publicaciones a base de mafias y enchufes y compadreos y todo tipo de historias que ellos sabrán, premios literarios amañados incluso antes de que se convoquen, hasta los más pequeñitos, editores nuevos que comienzan en este mundo de las publicaciones y que nada más empezar también se desenvuelven con mafias y asuntillos y que no son imparciales ni justos y no se aventuran a editar fuera de sus caprichos y de sus tejes y manejes que ya los llevan a cabo nada más iniciarse como    editores. Se podría escribir de todo este universo de corrupción y de porquería y no se acabaría nunca. No soy ególatra, insisto, y no miro solo para mí mismo, porque me duele en el alma y el corazón que haya grandes talentos, genios literarios totales, sabios de la inteligencia creadora, que han sido y están siendo víctimas del desprecio de la política miserable y podrida de toda esta gentuza, mientras, como dijo José María Carrascal, no deja de valorarse y reconocerse la abundante mediocridad. 

3 comentarios:

  1. El autor de este panfleto lleno de odio y resentimiento, Martín Isidro Vázquez León, parece más interesado en despotricar contra los editores y agencias literarias que en reflexionar sobre la calidad de su propia obra. Su incapacidad para aceptar el rechazo editorial sugiere una falta de autocrítica alarmante. Es evidente que su frustración por no encontrar éxito literario se debe más a su falta de talento que a una conspiración de la industria editorial. Sus acusaciones infundadas y su lenguaje vulgar solo demuestran su inmadurez y falta de profesionalismo. En lugar de culpar a los demás por sus fracasos, debería dedicarse a mejorar su escritura y dejar de difamar a quienes trabajan en la industria literaria.

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    1. Hola Jesús, entiendo que no todos los puntos de vista coinciden, y está bien tener opiniones diferentes.
      Sin embargo, en mi opinión, el ensayo me parece bueno y una crítica válida. Si a ti no te gusta, te animo a seguir leyendo, ya que el blog de Martín ofrece una variedad de contenido que podría ser de tu interés y seguro que encuentras algo que te guste, un abrazo.

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  2. Me comentas que descargo mucho odio y resentimiento hacia los editores y agentes y los premios literarios. Verás, Jesús, esto es una larga historia. El que yo haya movido mi obra a tantos sitios es lo normal, ¿no te parece?. Porque hartarse de escribir y trabajar para que todos los libros queden en los cajones, eso es absurdo, eso es hasta de locos. Pues bien, Jesús, esto es una larga historia y verás que no me quejo por gusto o por capricho. La Agencia literaria Carmen Balcells de Barcelona rechazó 45 libros míos durante 23 años (desde 1998 hasta 2021). Algo parecido han hecho las editoriales Tusquets y Anagrama y muchas otras más que no relaciono para no ser exhaustivo. Hombre, Jesús, ante tanto libro que he escrito, que sean muchos malos o mediocres, puede ser que sea así, que yo no tengo calidad escribiendo, como tú me dices en tu comentario. Pero, Jesús, hay algunos libros y escritos míos, que yo creo que sí, (y otras personas que conocen bien mi obra lo defienden también), que merecen haber sido publicados y publicitados y puestos a la venta y haber podido llegar a los lectores. Y yo ahora te digo, Jesús, ¿Qué harías tú en mi lugar si te hubieran hecho una masacre así de injusta? ¿Acaso Jesús, tú les dirías elogios y piropos y valoraciones positivas, acaso tú los halagarías y les pondrías por todo lo alto su labor editorial? ¿Les lamerías el culo, Jesús, a toda esta gente? Yo te digo que seguro, segurísimo que NO. Por eso, que yo largue odio y resentimiento es lo lógico y normal y a cualquiera que le hubiera pasado lo que a mí pensaría y opinaría igual que yo. No creo que mi obra sea tan pésima y tan horrible y tan nefasta como para haber sido vilipendiada rotundamente por todos estos señores que mueven la política editorial y los premios literarios.
    HASTA OTRA OCASIÓN

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