lunes, 18 de abril de 2016

CASCO ANTIGUO

Las callejuelas estrechas,
irregulares y deformes
en los barrios antiguos de la ciudad
representan la soledad típica
que inspira la imagen del pasado.
La realidad triste
y desoladora que nos ofrecen
las casas ruinosas,
los rincones sucios, las paredes desgastadas...
El confort del pasado
ahora se ve perdido, se acabó
con el pasar de los años que hacen
que se torne oscuro todo lo que fue la luz
radiante de lo recién inaugurado.
¡Qué aspecto distinto ofrecieron en su día
estas casas, estos barrios,
que poco a poco se consumen
víctimas del fantasma del tiempo!
Testimonio de un pasado perdido,
¡Oh cascos antiguos, sombras tristes
y trágicas de cómo desapareció
la vida que en otro día
tuvo la ciudad! No queda otra realidad
que el olvido de lo que se fue
y que ahora se transforma y remodela,
adquiriendo un nuevo aspecto, una nueva
vida presente, un ambiente distinto.
Esa imagen que en otro tiempo
fue diferente y de la que ya nada
sabremos; qué sucedió,
qué pasado tuvo lo que ahora
en nuestra realidad presente
se ha visto acabado.
¿Qué acontecerá en el futuro?
¿Qué casa o qué estilo de vida
se desplomará? ¿Qué mundo semejante
nos espera cuando el tiempo nos consuma
y todo nuestro barrio
termine en un sueño
del que ya no despertará?

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